Por Enrique Martínez Codó
> INTRODUCCION AL TEMA
Irak es un país del Medio Oriente musulmán, pero con viertas disidencias políticas y religiosas con sus vecinos regionales; lo que se ha visto bien visible en la sangrienta guerra que libró durante ocho años con su vecino Irán (1980-1988), que causó la muerte nada menos que un millón de muertos y centenares de miles de heridos y mutilados, y en la invasión que llevó a cabo contra su también vecino Kuwait en 1990 y, finalmente contra una Coalición de países (1991) la cual terminaría el régimen de Sadam Hussein y donde participaron numerosos países árabes y que fue la causa de la grave crisis que actualmente se desarrolla en la región.
La primera guerra fue originada por las aspiraciones iraquíes de apoderarse de la zona del delta de Shat al Arab, que venía de lejos mal definida y que era rica en yacimientos petrolíferos. Fue ése un largo conflicto iniciado por una ofensiva iraquí que se detuvo a los 80 ó 100 kilómetros de la frontera inicial y que se transformó en una guerra de trincheras que desgastó a ambos países y que finalizó silenciosamente sin un vencedor claro y neto.
La invasión de Kuwait se llevó a cabo bajo ciertos pretextos como: evitar el pago de la deuda de 65 mil millones de dólares que Irak había contraído con aquel país debido a la provisión del petróleo consumido en las operaciones bélicas que durante ocho años demandaron la lucha contra Irán. Asimismo, Sadam Hussein esgrimió el caso de la explotación petrolífera de la región de Rumania que, según él, pertenecía a Irak.
Esa ocupación provocó una gran indignación entre los mismos países musulmanes, los cuales se adhirieron a la Coalición convocada por Estados Unidos y Gran Bretaña y que originó un conflicto que terminaría por expulsar a los agresores y restaurar la soberanía de Kuwait.
Para comprobar el éxito de la Coalición multinacional, basta recordar que, además del medio millón de combatientes de Estados Unidos, participaron en esa guerra 95.000 efectivos de Arabia Saudita, 40.000 de Egipto, 35.000 de Gran Bretaña, 20.000 de Siria, 13.500 de Francia, 10.000 de Pakistán, 7000 de Egipto, 7000 de Kuwait, 4000 de los Emiratos Árabes Unidos, 4000 de Qatar, 3500 de Baharein, 2500 de Omán, 1700 e3¡¡de Marruecos, 500 de Senegal, 480 de Nigeria, 350 de la República Checa, 300 de Afganistán, etc.
Todas esas fuerzas lograron derrotar amplia y rápidamente a las fuerzas iraquíes; las cuales se rindieron en febrero de 1991. Pero como Irak mantuvo sus posturas desafiantes, la guerra se reanudó al poco tiempo con la Operación Tormenta del Desierto que puso punto final al régimen de Sadam Hussein, en una campaña brevísima que duró sólo 5 días (100 horas).
> ECOS DE LA TORMENTA
De todos esos conflictos armados de Irak el más importante desde el punto de vista estratégico y operacional y teniendo en cuenta la tecnología empleada es, sin duda alguna, el conocido como el de la «Tormenta del Desierto».
Allí, las fuerzas norteamericanas, en particular, y de la Coalición en general, enfrentaron el problema del conflicto con una nueva visión estratégica que aún hoy es desmenuzada y analizada para aprovechar las experiencias vividas en dicha lucha donde se enfrentaron dos concepciones diferentes.
Después del poco airoso papel desempeñado en los años de la Guerra en Vietnam y en la fallida «Operación Tagle Claw» en abril de 1980 (1), las Fuerzas Armadas norteamericanas necesitaban realizar una prolija evaluación del acontecer guerrero de sus tropas y llevar a cabo alguna acción que les permitiera recuperar el prestigio del pueblo norteamericano. En esa tarea los estudios del TRADOC (Comando de Adiestra- miento y Doctrina) del Ejército no fueron ajenos al análisis de otras campañas militares de la segunda mitad del Siglo XX, como ser la guerra de Corea (1950-1953), la guerra árabe-israelí (1967, 1973 y 1982), cuyas experiencias constituyeron un valioso aporte para la determinación de una doctrina bélica más ajustada de la guerra moderna.
De esa manera, ya en el año 1975 se empezó a plasmar el concepto de la Guerra Asimétrica» moderna, donde dos rivales de distintos niveles tecnológico se enfrentan en un campo de batalla. A simple vista parecería, hasta entonces, que el más fuerte yenía todas las de ganar, pero en los pantanos, selvas, colinas boscosas y centros urbanos de Vietnam la superioridad tecnológica y de medios de combate modernos no pareció darles la razón a los que calculaban aquel triunfo.
Fue así como, con esas premisas, se creó el ya mencionado TRADOC, el cual encaró la adopción de una nueva doctrina y un nuevo adiestramiento para el Ejército de Estados Unidos.
La labor del TRADOC fue cuidadosamente planificada y realizada. Recién en 1976 el organismo emitió su primer documento estratégico, denominado «Defensa Activa», y recién el 20 de agosto de 1982 las conclusiones del TRADOC se plasmaron en el reglamento FM-100-5 (Manual de Campaña 5 «Operaciones»), después de haber ensayado un estudios preparatorio denominado «Pamphlet 525-5» que brindó una idea aproximada de seriedad y análisis del trabajo llevado a cabo por los especialistas del TRADOC.
Como se sabe, este Comando que establece las normas doctrinarias del combate yel entrenamiento de las tropas, cuenta con cinco Centros: el Centro de Armas Combinadas (CAC, el Centro de Entrenamiento de Armas Combinadas (CAC-T), el Centro de Apoyo de Armas Combinadas (CASCOM), el Centro de Análisis (TRAC) y el Centro de Lecciones Aprendidas (CALL).
Cada uno de estos Centros «aprehenden» –estos es, analizan, verifican y proponen medidas en sus respectivas especialidades—con vistas a aplicarlos en la doctrina y en el entrenamiento de las tropas y eventualmente modifican o actualizan los manuales o reglamentos de campaña con que se libran las guerras, desde luego que con fines de lograr el triunfo sobre el enemigo.
De esta manera, no es raro ni difícil ver en sus campos de evaluación, a soldados norteamericanos evolucionando con armas y materiales capturados al enemigo –o conseguidos por interpósitas personas—a los eventuales adversarios, o comprobando ciertos movimientos y organizaciones de ejércitos extranjeros, o estudiando su doctrina de guerra, para extraer las correspondientes enseñanzas, es decir, las lecciones aprendidas.
Como primeras lecciones aprendidas en Irak fue la necesidad de balancear y unificar el terminología, voces de mando y el entrenamiento de las fuerzas que integraban la Coalición internacional, a fin de evitar malos entendimientos y caprichosos cumplimiento de órdenes y disposiciones de parte de los cerca de 250.000 combatientes extranjeros que actuaron en ese conflicto.
Es de notar que las naciones que integraba la OTAN, ya estaban instruidos a operar en forma conjunta con los norteamericanos, pero no sucedía lo mismo con los demás países que tuvieron, además, que realizar un notable esfuerzo idiomático para actuar eficaz y coordinadamente en la lucha, y compartir el éxito del Comando unificado.
Un detalle simple, pero útil para tratar de comprender el esfuerzo realizado: junto con esos 250.000 hombres extranjeros para los norteamericanos, actuaron 444 aviones y 1500 tanques extranjeros. Todos esos aviones, por ejemplo, debieron operar un Comando Conjunto especial denominado JFACC (Joint Force Air Component Comand) y utilizar procedimientos, cumplir órdenes y utilizar materiales comunes o normalizados para superar la disparidad de criterios en el accionar conjunto de la Coalición.
Otra lección aprendida que atrapó a los miembros del Comando Conjunto fue no haber evaluado debidamente los recursos armados de los iraquíes, especialmente los misiles «Scud» móviles, ya que las instalaciones fijas fueron oportunamente detectadas y neutralizadas, pero con los materiales de lanzamiento móviles fue otra cosa. Gracias a Dios Irak contaba con pocos elementos móviles. Así, su máxima eficacia no pasó de un empleo de más de 5 misiles diarios, y eso no duró más de unos días (menos de una semana).
> REUNION DE INTELIGENCIA Y ENGAÑO
La Reunión de Inteligencia sobre el TOK (Teatro de Operaciones de Kuwait) y sobre el mismo Irak, comenzó mucho antes del inicio de las operaciones bélicas (aéreas y terrestres), tanto mediante equipos de IMINT (Inteligencia de Imágenes, como de SIGINT (Inteligencia de Señales), ELINT (Inteligencia Electrónica), como de OSINT (Inteligencia de Fuentes Abiertas), o de HUMINT (Inteligencia de origen humano). Con respecto a esta última, debe señalarse el empleo de las PLA (Patrullas de largo alcance) de las Fuerzas Especiales de la Coalición, así como al empleo de agentes provenientes de los sectores disidentes, especialmente de la oprimida y castigada minoría kurda.
De esa manera la Coalición pudo tener una oportuna y valiosa Inteligencia Básica del dispositivo militar iraquí, tanto en Kuwait como en el mismo Irak. Fue así como se facilitó la concepción y materialización de un plan de operaciones sencillo y claro.
Es de destacar la Inteligencia Stealh que proveía datos meteorológicos, navegación, alerta temprana, comunicaciones seguras y oportunas y alimentaba los equipos GPS (Sistema de Posicionamiento Global) tan necesarias para marcar la posición geográfica para dirigir los fuegos de artillería, y determinar la posición exacta en el terreno de las tropas en todo momento.
Toda esa información e inteligencia reunida permitió establecer un Plan de Operaciones sencillo pero eficaz, de objetivos lógicos, claros y bien definidos, con correspondientes subplanes de operaciones aéreas, terrestres y navales; planes de engaño y sorpresa de envolvimiento de flancos, guerra electrónica y asegurar una logística continua y oportuna, todo lo cual se vio reflejado en la corta duración del conflicto, las pocas bajas sufridas u la aniquilación de los centros de resistencia del adversario.
El Plan de Operaciones había previsto tres ofensivas simultáneas pero con distintos objetivos y procedimientos de combate. El primero era un avance directo sobre la ciudad de Kuwait en un eje paralelo a la costa en dos columnas, el segundo tenía por objetivo rodear el ala derecha iraquí y envolver a lo defensores de la ciudad del mismo nombre, y el tercer objetivo era envolver el flanco derecho en profundidad para evitar la retirada de las fuerzas iraquíes de Kuwait y asegurar se el retiro total del enemigo hacia sus antiguas fronteras geográficas.
En esta última acción se distinguió la 6ta. División Ligera francesa «Daguet» a órdenes del general Jean Charles Mouscardes que, reforzada con otros 450 hombres de la Coalición, avanzó decididamente 160 kilómetros sobre el expuesto flanco derecho del dispositivo iraquí sin encontrar enemigo alguno llegando hasta la ciudad de Nasiriya, donde venció a la 45ta. División iraquí asegurando el avance de las otras dos ofensivas simultáneas.
Es de notar que el avance de la «Draguet» se realizó bajo un estricto silencio de radio, ya que su red de comunicaciones continuó funcionando normalmente en sus posiciones originales no delatando ningún movimiento hacia adelante, engañando y sorprendiendo así al enemigo.
> LAS LECCIONES APRENDIDAS
La campaña de Irak (1990-1991) fue en realidad un enfrentamiento verdade- ramente asimétrico. Por empezar, no hubo en los cielos de Irak –y Kuwait—un enfrenta- miento abierto de dos fuerzas aéreas antagónicas. La mayoría de la fuerza aérea iraquí fue destruida en tierra a los inicios de la «Tormenta del Desierto». Dicha fuerza era con siderada como la «6ta. Fuerza Aérea del Mundo», pero eso no significó nada. Por otra parte numerosos aviones de esa fuerza fueron encontrados enterrados en el desierto mientras que un importante núcleo de 148 aparatos levantaron vuelo para refugiarse en el vecino país de Irán, que hasta meses antes había sido su más encarnizado enemigo. Solo 62 aviones iraquíes fueron derribados en vuelo.
Es de notar que la Fuerza Aérea iraquí no tuvo ninguna ayuda o aporte del exterior, como sucediera en el caso de Corea y, en cierta medida, en Vietnam. Desde el inicio de las operaciones hasta el final del conflicto, la superioridad aérea de la Coalición no tuvo rivales de importancia; más aún, no existió más que para su destrucción.
Las fuerzas terrestres, por su parte, eran consideradas como el «4to. Ejército del Mundo», pomposo título que pronto se desvaneció como un castillo de arena. Contaba, sí, con 17.000 misiles antiaéreos que no lograron derribar -–aunque si impactar sin consecuencias—en los aviones evasivos F-117A.
La creación del JFACC (Componente Conjunto de la Fuerza Aérea de la Coalición) fue todo un hallazgo sumamente útil para dirigir las operaciones aéreas conjuntas de las fuerzas aéreas (Estados Unidos: 1376 aviones, Coalición: 444 aparatos).
El empleo de los misiles tipo crucero «Tomahawk» desde plataformas navales causaron un gran efecto material y moral por provenir de largas distancias en forma indetectables; simplemente, caían como llovidas del cielo. Otro éxito fue utilizar el apoyo de la artillería (piezas de 406 mm,) de los acorazados «Missouri» y «Wiscinsin» onstituyó un poderoso apoyo de fuego para las tropas que avanzaban paralelamente a las costas del Golfo con sus alcances de más de 40 Km. El poder de fuego de esos acorazados fue de unas 1100 toneladas de explosivos disparados en 80 intervenciones. Además debe sumarse el efecto de sus plataformas de misiles tipo «Tomahawk» que, como se sabe, tienen un alcance de 2500 Km. Y una exactitud de aproximadamente –debido a la distancia con se disparan—de unos 280 metros del blanco elegido.
Además de esas enseñanzas la Guerra de Irak arrojó, entre otras las siguientes lecciones aprendidas:
-1º. La primera y tal vez la principal lección aprendida es la que versa sobre la eficacia y el valor de los ejércitos en el campo de batalla del mundo moderno de nuestros días, donde una fuerza armada bien entrenada y armada material y mentalmente capacitada resulta siempre superior a un ejército donde el número no condice con l calidad de las armas modernas. El ejército de Irak había acumulado sus experiencias de combate libradas casi con esquema de los cánones de la I.GM, es decir una guerra estabilizada por una cadena de campos atrincherados.
– 2º. Las operaciones psicológicas no tienen éxito cuando se apoya en mentiras; como dice el refrán, uno puede engañar a algunos durante cierto tiempo, pero no puede hacerlo a muchos durante todo el tiempo. De este modo, las palabras propagandísticas del «general» Said Al Saf, Ministro de Informaciones del régimen de Sadam Hussein, según las cuales las fuerzas invasoras estaban rodeadas y a puntos de ser aniquiladas; cuando la verdad era que se encontraban avanzando velozmente sobre Bagdad, resultan casi cómicas.. y así les fue en el campo de batalla.
– 3º. Cuando se integra una Coalición, lo primero que debe hacerse es normalizar, integrar y tratar de construir un idioma estratégico y táctico que sea sencillo, fácilmente aceptado y comprendido para asegurar la buena y rápida impartición de órdenes y saber lo que cada componente hace o debe hacer, máxime en una Coalición tan heterogénea como la que se constituyó en 1990 para liberar a Kuwait.
– 4º. El país que aporta más personal, material y equipo debe concebir y conducir la elaboración y conducción del Plan de Operaciones y contar, en su Comando, con los asesores de cada país componente que sean necesarios para asegurar la fiel interpretación y ejecución del plan concebido (En este caso el comando le correspondió a Estados Unidos, y la jefatura de la misión estuvo a cargo del general de cuaro estrellas Schwarzkopf).
– 5º. Es indispensable dotar en combate a cada comando subordinado, un equipo electrónico FF (Identificación «amigo» o «enemigo» para evitar confusiones entre las tropas y los involuntarios pero fatales errores que producen numerosas bajas entre la misma tropa, como ha venido sucediendo en todas las guerras, sobrer todo en las faes de los grandes movimientos con el letal «fuego amigo».
– 6º. El empleo de misiles inteligentes tipo Crucero, así como los aviones de diseño evasivo (Stealh) contribuye grandemente en los bombardeos aéreos a grandes distancias y en operaciones nocturnas.
– 7º. La preferencia por los combates nocturnos, con la ayuda de los debidos equipos infrarrojos resulta irreemplazable y debe ser buscada, pues garantizan el éxito, la sorpresa y el dominio del campo de combate, terrestre o aéreo.
– 8º. Asimismo, los equipos de GPS garantizan la ubicación geográfica de las tropas y objetivos y facilita la correcta localización de los mismos.
Podríamos seguir reconociendo nuevas lecciones aprendidas, aunque creemos que con las mencionadas ya puede uno sacar sus propias conclusiones.
> LAS LECCIONES PENDIENTES
Nadie puede negar la superioridad tecnológica norteamericana y de sus aliados de la OTAN, pero esa sofisticación tecnológica de visores infrarrojos, armamento nuclear, fuerzas blindadas, armas inteligentes de todo tipo, aviones con y sin pilotos, sensores electrónicos, etc., etc., no ha bastado para dominar el campo de combate de la «guerra asimétrica» ni evitar los alevosos ataques suicidas ni los espantosos degüellos televisados que tanto terror han sembrado en todo el mundo.
Esta situación actual nos hace recordar a lo ocurrido en Vietnam, donde también allí existía una notoria superioridad de tecnología, y también allí Estados Unidos desplegó sus más selectos efectivos y no pudieron doblegar a sus «asimétricos» adversarios, y se vieron obligados a retirarse del teatro de operaciones abandonando a sus aliados locales a su ventura.
Y no digamos nada de lo ocurrido en Mogadiscio (Somalia) en 1993, cuando una tropa de elite norteamericana, apoyada por los célebres (helicópteros AH-1 y UH-68) fueron obligados también a retirarse vergonzosamente de aquel país africano, el cual permaneció en un caos que se prolonga hasta nuestros días.
Primero fueron los comunistas coreanos, luego los comunistas del Vietcong y ahora los «ejércitos de Alá», que emplean iguales o semejantes tácticas de «guerra asimétrica prolongada», siempre al final de las operaciones parecería salir triunfadores. Parecería que en Estados Unidos se mantiene –pese a todo—el fantasma de lo ocurrido al célebre general George Armstrong Custer y a su legendario 7º de Caballería en 1876 en la batalla (asimétrica: arcos y flechas contra armas de fuego, modernas en aquella época) de Little Big Horn.
Es que aún hoy no cuentan con un FM (Manual de Campaña) debidamente actualizado para enfrentar y vencer las guerras asimétricas. Los franceses en Indochina y los alemanes en los años ’40 tampoco lo tenían, con la URSS en Afganistán pasó lo mismo, de donde –como los norteamericanos en Vietnam– debieron regresar a casa cargando sus muertos y heridos… y pagando los enormes gastos de la guerra perdida (2).
Se espera ahora que el TRADOC elabore imperiosamente ese FM aún ausente, que establezca las reglas de empeñamiento claras y eficaces para permitir al potencial militar norteamericano -–que de débil no tiene nada– aprender bien las lecciones de Vietnam, Afganistán e Irak para resolver esas lecciones aún no aprendidas. El fantasma de lo que puede suceder en Irán, está ahí, afilando las implacables cimitarras
> NOTAS:
(1) Esta operación que tenía por finalidad rescatar a los 66 rehenes norteamericanos detenidos en
el asalto a la embajada norteamericana en Teherán (Irán) en 1979, resultó un fracaso total
debido a la deficiente ejecución de la misión ordenada por el entonces presidente Carter. En la
misma la Fuerza Delta perdió 8 miembros, 7 helicópteros y un avión C-130, sin haber entrado
siquiera en contacto con el adversario. Los rehenes fueron finalmente liberados por otros me-
dios mas convencionales no bélicos.
(2) En Europa Oriental, y mas precisamente en Ucrania, los soviéticos lograron erradicar al movi-
miento insurreccional UPA debido a la utilización de una metodología totalmente violatoria de
los Derechos Humanos que, por desgracia, fue ignorada en Occidente. El autor de estas líneas
glosó la gesta del UPA en su libro «Guerrillas tras la Cortina de Hierro» publicado en 1966.
> BIBLIOGRAFIA CONSULTADA
«La Guerra del Golfo Pérsico, Tormenta del Desierto» – Internet – FortuneCity.com
«Operación Eagle Claw» – Charles T. Kamps – «Air Power Journal» -3er Trimestre 2006.
«El Puño de Dios» – Frederik Forsyth – Plaza & Janes Edit. Barcelona 1994.
«La Guerra que nos espera» – Raúl Sohr Biss – Ediciones B –Chile, 2000.
«Las Guerras del Futuro» – Alvin y Heidi Toffler – Plaza & Janes Edit. Barcelona 1994.
«Crisis in Iran: Operation Eagle Claw» – Timothy Edit. 20000.
«La première guerre du Golfe, 5 semaines et 100 heures» – Jan Krause – «Le Monde». 20.3.03.
«Invasión de Irak de 2003» – Wilkipedia.
«Batalla de Mogadiscio» – Wilkipedia.