Vaya, tras aquello de irse a lo más hondo del pozo la CAN, y del famoso cobro de dietas diferidas, nos levantamos con una nueva perla. Un presunto caso de uso indebido de datos por parte de funcionaria política que los solicita a la hacienda navarra, si no es también un presunto caso de corrupción política por intervención fiscal política en favor de entidades inspeccionadas por la hacienda pública.
Pinta bien la cosa, vamos a ver si nos creemos las explicaciones de "yo pasaba por allí", o "yo tengo la gallina cogida por el cuello y la ropa llena de plumas pero no la he robado, señoría", o "me amparan las leyes que yo he cocinado al propio respecto".
Ahora que se expliquen, y que quede en manos de la justicia a ver si cada vez con más fuerza, y también, que se una más la oposición para hacer carnaza de toda esa caterva y mandarles a freir güitos, que me parece algo indignante y toda una vergüenza cómo están hundiendo una región tan próspera desde el punto de vista de los tres sectores económicos como es Navarra. Lástima que no los corran a collejas algún día emulando a los famosos encierros que son enseña tradicional.
Me contaron una anécdota de que venida la democracia en algún pueblo navarro ante la visita de políticos en propaganda electoral (me suena que eran de un partido nacionalista, pero me podría valer cualquiera para el caso) a unos fornidos mozos navarros les empezaron a contar milongas políticas y tal, y éstos contestaron: "mira, con todo eso puedes salir por dos sitios de aquí, o por el puente atrás, o por el puente abajo, tú decides..."
