Puerto Casado se convirtió en el escondite perfecto del EPP
Las amenazas del EPP no deben tomarse a la ligera: tiene armas, hombres y dinero. Sumando el entrenamiento de las FARC, la situación puede ser explosiva. En el secuestro de Fidel sumaron equipos de radio al arsenal delictivo.
El Ejército del Pueblo Paraguayo no debe ser tomado a la ligera:
dispone de dinero suficiente, hombres, armas y asesoramiento de primer nivel, merced a la alianza con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
El entrenamiento liderado por las FARC permitió al Ejército del Pueblo Paraguayo disponer de un esquema operativo y de seguridad eficiente, lo que se tradujo en pequeñas, pero exitosas acciones. Secuestros, asesinatos y recaudaciones millonarias por la vía de la extorsión.
Los delincuentes del EPP tienen una ventaja significativa: gran capacidad de desplazamiento, en un territorio que conocen bien.
A este factor se suma otro, de gran importancia: disponibilidad de equipos de radiocomunicación y celulares.
La primera prueba del uso de equipos de radio se tuvo el mismo día del secuestro de Fidel Zavala. En la tarde del 15 de octubre de 2009,
los miembros del EPP actuaron divididos en tres patrullas: dos de ellas encargadas del secuestro y seguridad perimetral, mientras que la tercera coordinó la operación por medio radial.
En los alrededores de las estancias Rancho Z y Doña Mabel, propiedad de Fidel Zavala, en el distrito de Paso Barreto, no se dispone de señal de las empresas celulares. Entre ambos establecimientos existe una distancia de ocho kilómetros aproximadamente.
En este sector, caracterizado por una geografía ligeramente ondulada, las dos patrullas del EPP debían actuar en conjunto para capturar a Fidel.
Trabajadores del establecimiento confirmaron que los delincuentes contaban con un radiotransmisor y que cada tanto se daban órdenes por radio.
Esto significa que en un punto intermedio contaban con una base de campaña, en condiciones de actuar como repetidora, con personal entrenado para operar el equipo.
Negociador instalado en Casado
El empleo de equipos de radiocomunicación y celulares quedó patente a lo largo de la negociación por la vida de Fidel Zavala:
Puerto Casado se convirtió en la base de transmisión del negociador del EPP.
El servicio de inteligencia de la Policía Nacional confirmó, por medio de equipos electrónicos, las coordenadas de la base de transmisión del EPP. No queda ninguna duda de que Puerto Casado fue la localidad utilizada para negociar la libertad de Fidel.
Los secuestradores utilizaron dos vías de comunicación:
una radio HF con frecuencia variable, con una antena calibrada para operar en cuatro mil metros, y teléfonos celulares.
El radio transmisor era la vía de comunicación con la familia de Fidel. Los contactos se realizaban de lunes a viernes, a las 19:00, eventualmente en la mañana o los sábados. Los aparatos celulares servían para mantener comunicación con los secuestradores que permanecían cerca del ganadero.
Una de las pocas comunicaciones que tuvo lugar en horas de la mañana se registró en los primeros días de enero: el negociador del EPP dio instrucciones a Diego Zavala de retirar un mensaje oculto en un envase de vidrio, que fue dejado en la intersección de las pistas de aterrizaje de Rancho Z.
El establecimiento tiene dos pistas, una con dirección norte-sur y la otra este-oeste. En el punto en que ambas se encuentran quedaron las instrucciones.
El administrador de la estancia recibió indicaciones de retirar el envase y enviarlo en el menor tiempo posible a Asunción. Esto sucedió cerca del mediodía, antes del 6 de enero.
Una unidad móvil del servicio de inteligencia siguió todas las alternativas de las negociaciones y en un momento dado se instaló en las afueras de Puerto Casado, ante la confirmación plena de que el negociador se encontraba en el distrito.
Instalar un equipo de radiotransmisión para negociar un secuestro es una decisión arriesgada y si llega a tomarse es porque se tienen garantías de protección. Se deben montar la base, antena, cable coaxial y la fuente de energía. Hablaron por radio a lo largo del secuestro sin ser molestados. Puerto Casado se convirtió en el escondite perfecto para el Ejército del Pueblo Paraguayo.