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Este es uno de los que intervinomarianosanmillan escribió:Se sabe algo de la manifestación convocada para hoy, 19 de septiembre, por el tema de Jon anza?
el asesinato dePakito
.Pertur
http://www.elcorreodigital.com/vizcaya/ ... 52316.htmlLa Ertzaintza ha retirado un artefacto tipo "mixto" y con poca cantidad de explosivo encontrado junto a un chalé adosado en el municipio alavés de Etxabarri Ibiña (Álava), situado a cinco kilómetros al norte de Vitoria, según han informado fuentes de la lucha antiterrorista.
El artefacto ha sido descubierto por un vecino de la zona que ha dado aviso a la Ertzaintza. Al parecer, el artefacto llevaba varios días colocado y, según las citadas fuentes, podría estar dirigido contra un agente de la Ertzaintza residente en el mismo grupo de viviendas.
Ellos mismos dicen que la parte política del MLNV esta muy débil, tanto como para reconocerlo.La banda terrorista ETA ha instado a la izquierda abertzale a "dar nuevos pasos", a "sumar fuerzas" y a elaborar una "estrategia eficaz" que permitan "avanzar en el proceso de liberación de Euskal Herria" de manera que se materialice un nuevo "marco político" que acerque "a la independencia y al socialismo", para lo cual es "imprescindible" que crea "en la vía de la lucha y refuerce su capacidad".
http://www.larazon.es/noticia/txeroki-e ... -un-cancerETA, como organización clandestina, guarda celosamente sus trapos sucios. Y de entre ellos, el que escondía con más cuidado era el enfrentamiento que los «aparatos» «político» y «militar» registraron después de la ruptura del alto el fuego y que estuvo a punto de romper en dos la organización criminal.
Fuentes antiterroristas consultadas por LA RAZÓN señalan que fue Garikoitz Azpiazu, «Txeroki», el responsable «militar», el que desencadenó las hostilidades contra Francisco López, «Thierry», el «político», con una serie de alegatos en los que decía que ETA estaba podrida y consumida por un cáncer. Los enfrentamientos se habían iniciado durante las negociaciones con el Gobierno, en las que López tuvo un gran protagonismo hasta el punto de afirmar que era el «jefe supremo» de ETA. Para ello, mantenía a Azpiazu y sus pistoleros bajo mínimos, sin dinero ni los elementos necesarios para sobrevivir en Francia.
Una vez rota la tregua, la situación no mejoró y era cuestión de tiempo que explotara, lo que ocurrió en los últimos meses de 2007. De esa fecha provienen los alegatos de «Txeroki» que, según las citadas fuentes, se produjeron en un tono muy duro y sin contemplaciones. Se quejaba el jefe de los «comandos» de que ETA se había convertido en una organización en la que había unos pocos que hablaban en nombre de todos pero sin consultar con nadie (en clara referencia a «Thierry). Las opiniones de los militantes no se tenían en cuenta. La autoridad se ejercía de una manera tan férrea que algunos renunciaban a las criticas.
Todo esto había generado, en opinión de Azpiazu, un alejamiento de ETA de los militantes menos comprometidos y un seguidismo de los más convencidos. Aseguraba que el ambiente dentro de la banda era muy malo y con tendencia a empeorar.
De una manera gráfica, explicaba que muchos pistoleros habían aceptado dichas decisiones porque suponían que habían sido adoptadas por la dirección. Por eso las apoyaban pero sin que nadie se hubiese molestado en darles una explicación.
Pero lo que más le dolía a «Txeroki» como jefe «militar» es que desde dentro de la propia ETA se hubiera propiciado un proceso para desacreditar la «lucha armada» hasta el punto de que no se la activaba e incluso se la culpaba de algunas cosas.
No entendía Azpiazu que esto se hiciera con la disculpa de que permitiría que Batasuna pudiera realizar por enésima vez (todas fracasadas) un proceso de acumulación de fuerzas con otros partidos separatistas y que los que salieran perdiendo fueran sus pistoleros, siempre dispuestos a aunar esfuerzos en la lucha por la «independencia y el socialismo».
Curiosamente, la detención de los dos cabecillas, en mayo («Thierry») y noviembre («Txeroki) del año pasado, puso fin a los enfrentamientos.
Los cinco de la discordia
Cuando sucedieron los enfrentamientos, el «comité ejecutivo» de ETA estaba formado por cinco miembros. «Thierry» al que apoyaban Ainhoa Ozaeta e Igor Suberbiola; y «Txeroki» y el jefe del «aparato de logística», un tal «Ata». Las votaciones siempre daban el mismo resultado y el jefe de los «comandos» salía perdiendo. Las opiniones del «aparato militar» no eran tenidas en cuenta. Tras la ruptura de la tregua, «Thierry» pretendió convertirse en «jefe supremo de la organización» y «Txeroki» y «Ata» explotaron. Después vinieron las detenciones de cuatro de los cinco y una supuesta