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España el país más antisemita de Europa

La ultraizquierda española viene apoyando, con la disculpa de la simpatía por la causa palestina, ahora islámica, las teorías que desde el marxismo consideran a Israel como un estado sionista e imperialista incrustado a la fuerza en Oriente Medio para servir a los dictados del capitalismo internacional

Según una encuesta la organización judía Liga Antidifamación.un 47% de españoles tiene clichés antisemitas, más que los polacos (45%), los italianos (32%), los franceses (22%) y los alemanes (20%), El sondeo, realizado por teléfono en marzo y abril a más de 500 personas de cada uno de estos estados, revela "que un gran número de europeos sigue infectado por el virus del antisemitismo, repitiendo estereotipos y actitudes" de rechazo a los judíos, apuntó el director nacional de la Liga, Abraham H. Foxman.

Así, un 53% de los españoles consultados cree que "los judíos tienen demasiado poder en el mundo de los negocios", al igual que opina un 49% de los polacos, un 42% de los italianos, un 28% de los franceses y un 21% de los alemanes, apunta la Liga, una organización judía estadounidense fundada en 1913 y financiada por los judíos de este país. Sin embargo, un 58% de los polacos opina que los judíos todavía hablan demasiado del Holocausto, mientras que en España o Italia, un 46 por ciento comparte esa opinión.

Desde la izquierda española existe una clara oposición al estado de Israel. No es la primera vez que desde las filas izquierdistas se hace circular la especie de que Israel persigue a los palestinos de igual forma que los nazis persiguieron en su día a los judíos. Es más, en varias páginas ultraizquierdistas, como Kaosenlared, se pueden leer eslóganes como ‘Hitler y Sharon un sólo corazón’ o veladas justificaciones de la violencia antisemita, como “entiendo que por eficiencia del actual gobierno belicista de Israel, aquí y donde estén, los judíos comunes sufrirán algún daño colateral en sus relaciones cotidianas”.

La ultraizquierda española viene apoyando, con la disculpa de la simpatía por la causa palestina, ahora islámica, las teorías que desde el marxismo consideran a Israel como un estado sionista e imperialista incrustado a la fuerza en Oriente Medio para servir a los dictados del capitalismo internacional. Unas teorías no muy alejadas de los argumentos nazis sobre la conspiración mundial sionista. La judeofobia es manifiesta también en otra conocida página del mundo marginal de la ultraizquierda, indymedia, que habla constantemente del estado criminal de Israel. Para justificarse mezclan supuestos alegatos antinazis en sus ataques, que según explican en Kaosenlared, no son antisemitas, porque “como siempre, los sionistas, califican a todo tipo de críticas con el muy utilizado vocablo de “antisemitismo”. El mundo entero se encuentra “equivocado” y es “antisemita”.

En realidad nos encontramos con una nueva forma de rechazo del judío, por mucho que este antisemitismo de supuesto nuevo cuño se guarde mucho del estigma racista, al pretender concentrarse en la crítica del sionismo y del Estado de Israel. En una tradición, por cierto, que no dejaría de suscribir el propio Lenin: «Quien quiera que directa o indirectamente proponga el lema de una cultura nacional judía es un enemigo del proletariado, un partidario de lo antiguo y de la posición de casta de los judíos, un cómplice de los rabinos y de los burgueses». Entre el comunismo, el izquierdismo y el antisemitismo existe un lazo difícil de romper.

A muchos nos ha sorprendido ver al presidente Rodríguez Zapatero anudarse la “kufiya” o pañuelo palestino como si fuera una Manola colocándose el mantón para irse a la verbena, con una sonrisa de plexiglas imperturbable. Y nos preguntamos, cándidos en nuestra buena fe ¿sabe de verdad el presidente lo que eso significa o nos encontramos ante un nuevo caso de ignorancia supina?

Soy de la opinión de que para interpretar el presente, basta acudir al pasado. Vamos a dejar de lado muchas cosas. Vamos a distanciarnos pues un poco del presente, con su permiso. Vamos a olvidarnos de cómo los palestinos colocan santabárbaras en edificios civiles, de cómo se enseña a odiar a sus niños desde antes incluso de serlos… o de cómo representan a una cultura extraña a la nuestra que, además, es defendida de manera curiosa y enardecida por quienes más deberían plantarles cara (¿Saben lo que harían con el locuaz Zerolo, que tanto defiende esas causas, en su plaza mayor?. Sin embargo, en Tel Aviv sería respetado, misterios de la alianza de civilizaciones).

Vamos incluso a olvidar, y fíjense que esto ya es duro, que Israel simplemente lucha por su supervivencia. Que los palestinos pueden permitirse perder una, cien, mil guerras y allí seguirán… pero que si Israel pierde una sola desaparecerá en el fango de la historia. Vamos a olvidar que Israel lucha no contra un ejercito, sino con el terrorismo… pues si las convenciones internacionales nos dicen que una fuerza militar, ejercito convencional o guerrilla, debe llevar para ser así reconocida algún elemento distintivo e identificativo, y caso de no llevarlo, son simplemente terroristas… ¿Qué es lo que identifica al ejercito palestino? ¿la “kufiya”?. ¡Pero si la “kufiya” la lleva todo el mundo! ¿No hay civiles entonces en Palestina? ¿entonces de que se quejan esas voces áulicas que maldicen a Israel por bombardear a civiles?

En fin, como les decía, olvidemos el presente y hagamos memoria histórica, que hoy está tan de moda, para intentar ver el porqué de esa reacción del Presidente del Gobierno, también secretario general del PSOE.

No vamos a hablar, por tanto, de episodios conocidos de la historia de España que nos hablan de cómo gracias a Ángel Sanz Briz y otros hombres justos, se salvaron miles de judios del holocausto. Ni de otros en la misma línea pero menos conocidos como la operación Yakhin, llevada a cabo del 20 de febrero de 1960 al 28 de noviembre de 1961, cuando ante la continua vejación de los judios que vivían en Marruecos se les intenta facilitar su huida a Israel, Francia o España… una operación clandestina del Mossad que contaba con ayuda española, al permitirles el empleo de Ceuta y Melilla como puertos de salida, con pateras, barcos correo a Málaga, etc.

Dejemos de lado pues las relaciones España-Israel. Vamos a ceñirnos, aun con la brevedad exigida a estas líneas, a las relaciones PSOE-Israel. Tan solo con un par de pinceladas introductorias.

¿Siempre fueron tirantes las relaciones?. No lo parece. Antes aun de la existencia del estado de Israel, en mayo de 1931, el primer gabinete ministerial de la Segunda República comunica públicamente mediante los socialistas Indalecio Prieto y Fernando de los Ríos junto al conservador liberal Miguel Maura, a Chaim Weizmann (posteriormente primer presidente del estado de Israel) su apoyo a la creación del Hogar Nacional Judio en Palestina. Mal empezábamos, ya ven. Cierto es que para encontrar un pañuelo capaz de circundar el cuello de Prieto se hubiera tenido que paralizar la producción textil de Manresa durante unos meses.

¿Hubiera estado el presidente Rodríguez Zapatero en esa línea?. Quien sabe. Quien si creo hubiera disparado en la misma dirección habría sido Felipe González, quien en uno de sus primeros actos, en 1971, siendo joven y desconocido, levantó entusiasmados de sus sillas a los laboristas israelíes. Conoce a Golda Meir, a Simon Peres…

Me dirán ustedes: eso es trampa. Felipe era muy jovencito. No sabía lo que hacía… la inexperiencia… quizá tuvieran razón si no fuera ese mismo Felipe González quien en un momento crítico de su gobierno cesa a Fernando Morán como ministro de exteriores y provoca que este, que no esperaba su relevo, sorprendido en la embajada de Estados Unidos en su fiesta nacional, le espete a Samuel Hadas, fino diplomático israelí, “Estarán ustedes contentos ¿no?”.

Algo que casa hoy con las discrepancias que el ex-presidente Felipe González ha manifestado en relación con el conflicto en Oriente Medio. González, quien debía ser unos de los invitados especiales al acto de las Juventudes Socialistas que se celebró en Alicante no se presentó “por no compartir ni una sola de las palabras y gestos” realizados por Zapatero.

Todo esto nos hace decir con voz circunspecta ¿Y a quien entonces nos ha salido este chico?

Juan V. Oltra

ZULU escribió:Tras este recrudedimiento de la violencia, el presidente palestino, Mahmud Abás, llegará hoy a la franja de Gaza, donde reina una tensa calma, para tratar de calmar los ánimos entre las facciones islamista Hamás y nacionalista Al Fatah, que anoche alcanzaron una cuarta tregua, al término de una jornada de violencia que dejó al menos 25 muertos y decenas de heridos.

Hamás y Al-Fatah acuerdan un nuevo alto el fuego
· Más de medio centenar de palestinos han muerto en los últimos 7 días de conflicto
· El acuerdo ha sido gestionado por mediadores egipcios
19/05/2007| Actualizada a las 16:58h
Gaza. (EFE).- El movimiento islámico Hamás y el nacionalista Al-Fatah han anunciado un acuerdo de alto el fuego gestionado por mediadores egipcios en una reunión hoy en Gaza, que entrará en vigor a las 15.00 hora local (12.00 GMT).
"El encuentro ha concluido con un acuerdo", ha confirmado el portavoz de Hamás, Sami Abu Zuhri.
Abu Zuhri reveló que los términos del acuerdo son decretar un alto el fuego a las 15.00 (12.00 GMT), lo que incluye retirar a los hombres armados de las calles y tejados.
También, agregó, "un intercambio de prisioneros a las 16.00 (13.00 GMT) que se realizará en la sede de la Delegación de Seguridad egipcia".
El jefe de esa delegación, Purhan Hamad, ha sido el mediador en las conversaciones, en las que no han participado personalmente ni el primer ministro de Hamás, Ismail Haniye, ni el presidente de Al-Fatah, Mahmud Abbas, que aún se haya en Ramala a pesar de su visita prevista para hoy a Gaza.
Haniye se limitó "a enviar un mensaje instando a los participantes a proteger la unidad de los palestinos", dijo Abu Zuhri.
Poco antes, un portavoz de Al-Fatah que participaba en las conversaciones, Abdel Hakim Awat, había manifestado que a las 15.00, hora local, se deberán retirar "los controles y retenes" emplazados estos últimos días en calles y carreteras.
Una hora después, "los hombres armados deberán retirarse de las calles y los francotiradores de los tejados, y dejar en libertad a los secuestrados".
El de hoy es el cuarto alto el fuego decretado esta semana. Los tres anteriores aguantaron en el mejor de los casos unas pocas horas hasta que se reanudaron los tiroteos y secuestros mutuos.
Más de medio centenar de palestinos murieron en los últimos siete días de conflicto armado entre las milicias de Al-Fatah y las fuerzas de seguridad leales al presidente Mahmud Abás, por un lado, y la milicia de Hamás y la Fuerza Auxiliar por el otro.
Se trata de la peor ola de violencia desde marzo, cuando ambos movimientos formaron un Gobierno de unidad nacional con la mediación de Arabia Saudí.

b]A new chapter on Israeli intelligence [/b]

By Shiri Lev-Ari

The Kinneret-Zmora-Bitan publishing house is set to release journalist Ronen Bergman's "Nekudat Ha Al-Hazor" ("Point of No Return") on Sunday. The book deals with Israeli intelligence work on Iran and Hezbollah.
Bergman writes that ever since Ayatollah Khomeini came into power in Iran in 1979, a secret war has been waged between Israel and Iran. The book includes new revelations about the Second Lebanon War and information about the Iranian nuclear project, secret arms shipments from Israel to Iran, the terror attack on the Israeli Embassy in Buenos Aires, the connection between Iran and Al-Qaida leader Osama bin Laden and Israeli efforts to bring back captured navigator Ron Arad.
Bergman, a reporter for the mass-circulation daily Yedioth Ahronoth, is a lawyer by training and holds a Ph.D. in History from Cambridge University.
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Thus far, he has published two bestsellers "Vehareshut Netuna" ("Authority Granted") about terror and corruption in the Palestinian Authority, and "Zman Emet" ("The Moment of Truth") about the Yom Kippur War, which he wrote together with Gil Meltzer.
The English translation rights for the new book have already been sold to Simon and Schuster. "In fact, I'm writing two different books - one in Hebrew and one in English," says Bergman, "because what interests the American audience is different from what interests the Israeli audience. In the English edition, it is necessary to explain more, since they know little about the subject. The Second Lebanon War is much more interesting to Israelis, while Americans are more interested in secret arms sales to Iran and the involvement of the CIA in trying to sabotage the Iranian nuclear project."
In his effort to publish the book, Bergman became entrenched in six months of lengthy negotiations with the Israeli censor. The censor offered 750 corrections. "They took out entire segments," says Bergman. "We submitted 100 appeals and a large part of them were accepted. Today it's hard to find a consensus in Israel and the United States that cuts across parties and ideologies like the attitude toward Iran. For most of the public, Iran is the most tangible threat to the country's security. But what do we really know about Iran's motives, why it is prepared to pay such a heavy price in the international arena for its support of terror, who is responsible there for operating terror and how enthusiastic they are to pull the atomic trigger? This a topic that will follow Israel and the United States for many long years and it is worth learning about it."