Anna Chapman, una historia de sexo, dinero y espionaje
La increíble historia de Anna Chapman, una sexy espia rusa detenida por el Departamento de Justicia de USA el lunes 28 de Junio del año 2010.
CIUDAD DE BUENOS AIRES (Urgente24) Ventiocho años, maestría en ecónomia, cabellera roja, divorciada, dueña de un empresa de bienes raices y espía rusa. ¿De quién se trata?
Nada menos que de la bella, impredecible, enigmática y sensual Anna Chapman. Una espía que utilizó sus enormes encantos y su poder sexual para conocer los más entrañables secretos de la política norteamericana.
Todo comenzó cuándo su nombre apareció en la lista de los diez espías que Rusia cambió por los cuatro estadunidenses detenidos en ese país.
Anna había pasado por la vida de importantes e influyentes hombres de la clase política y social de USA. Según publica la prensa norteamericana, ella, junto a otro grupo llegó a USA hace más de 10 años con el único propósito de espiar, de colarse en las más cerradas esferas del poder norteamericano para conocer secretos y contárselos a la inteligencia de su país, Rusia.
También se informó que también habría tenido entre sus planes infiltrarse en el círculo de la realeza británica para acercarse a los príncipes William y Harry, hijos del príncipe Carlos y Lady Diana.
Según el matutino británico Daily Mirror, la inteligencia británica investiga los informes del servicio de inteligencia del Reino Unido o MI5, los cuales revelan que la bella joven tenía ese objetivo desde el año 2005, luego de divorciarse de Álex Chapman.
Desde ese año, la mujer de 28 años empezó a asistir al club nocturno “Boujis”, de Londres, al que también asistían los dos miembros más jóvenes de la realeza.
El MI5 no descartó que Anna Chapman haya logrado conocer a Harry o William; además, alertó que la joven también frecuentaba otras discotecas, clubes nocturnos y restaurantes, según información agregada por el medio británico y reproducida por el New York Post.
La historia
Ganaba suficiente dinero para vivir cómodamente. Eso le permitía vestir bien, poseer un vehículo de última gama y pasar diariamente por los mejores restaurantes y centros nocturnos de ‘La gran manzana’.
Parte de su estrategia como espía, fue no esconderse. Ella posaba para las páginas sociales de los más prestigiosos medios de comunicación, mostrando su belleza y sensualidad. Poco a poco se fue metiendo en la vida cerrada de la sociedad norteamerican, hasta llegar a ser socia de los más importantes clubes y ser invitada a las grandes reuniones.
En este proceso Anna se dio cuenta que podía ser mucho más que una espía.
Sus capacidades y atributos le servirían, no sólo para conocer secretos, sino además para hacer muchísimo dinero, ese que la había llevado a donde estaba y que la podía dejar en la cumbre del poder.
Su afecto por los dólares era solo comparable con su fijación por la cama.
Literalmente se acostaba con quien quisiera. Donde ponía el ojo, como buena espía, ponía su corazón y arrojo sexual, así fuera por una sola noche, por un rato que vivía con pasión y donde siempre, sin ninguna excepción, dejó una huella profunda.
Tal vez ese arrojo y buen desempeño –hasta en la cama- fue su principal error. La perfecta mujer se dejó pescar por la inteligencia norteamericana, que la infiltró con uno de sus más experimentados espías. “Le pagaron con la misma moneda. El espía la conquistó, la consintió durante varios meses y la llevó a la cama… cuando estaba plenamente enamorada, fue delatada por ese que quizá fue el único hombre que logró desestabilizarla.
Ya delatada, con su foto circulando por los principales medios de comunicación del mundo, sus ex amantes, sus amores pasajeros que alguna vez la amaron pero que ahora se sintieron engañados y utilizados, decidieron mostrarla como una esa espía que además era experta en cama, en sexo.
Fotos de ella desnuda y en comprometedoras escenas de cama, fueron entregadas al diario británico The Sun y aunque el medio no revela la fuente, se dice al que la foto puede haber sido facilitada por alguno de sus amores pasajeros, con los que se acostó en Estados Unidos por placer o por cuestiones laborales.
Como relaciones medianamente estables se conoce a Alex Chapman, quien fuera su relación más duradera y un novio multimillonario con el que convivió, identificado como Laurent Tailleur.
La revista aclara que las fotos no provienen de éstos dos, por lo que se cree que su origen puede ser cualquier otro, dada la tendencia exhibicionista de la rusa, que ha aparecido en multitud de imágenes en revistas y periódicos, posando de modo seductor, tanto con abrigos de pieles como con vestidos de noche, siempre con ese toque sensual y sexual que la caracteriza.
En “La espía que me amó” -titular escogido por la prensa británica para el relato hecho por Alex Chapman sobre su relación con la que fue su esposa- el inglés explicó que ambos se conocieron cuando él tenía 21 años y ella 19.
“Eres la chica más guapa que haya visto jamás”, le susurró al oído al borde de una pista de baile cuando se encontraron.
Tras cinco meses de relación se casaron. Y lo hicieron en Moscú, él con un esmoquin de alquiler y ella con el mismo vestido blanco que llevaba el día que se conocieron.
Y es que entonces la pelirroja aún no se había entregado en cuerpo y alma a la causa rusa en la patria del capitalismo, donde además de aprender secretos, aprendió que el poder está en el dinero.
Según su ex marido: "Nunca había sido una persona materialista hasta que empezó a quedar con sus amigos rusos. Yo quería acompañarla pero me decía que no me molestara porque hablarían en ruso. De pronto se transformó en una persona a la que le gustaba el dinero".
Según su madre, Irina Kushchenko, "Anna es una mujer muy independiente que nunca se destacó en su medio", en una entrevista publicada por el diario Tvoi Den.
“No pienso que Anna sea una ‘Mata Hari’. Tiene la vida normal de una mujer de 28 años. Como ex docente, puedo decir que ella nunca se destacó en su medio. Pero era buena alumna”, indicó Kushchenko, aludiendo a la bailarina condenada y fusilada en Francia por espiar a favor de Alemania durante la Primera Guerra Mundial.
El ex marido de Anna, Alex Chapman, afirmó en sus entrevistas a la prensa británica que esta había sido reclutada por su padre, Vassili Kushchenko, quien se presentaba como diplomático, pero que en realidad era un agente del KGB.
“Anna era una niña muy abierta. Quería mucho a su abuela y a su abuelo y trataba de evitar lo que había de negativo en su vida. La vida era dura para ella (...). Nunca podía contar con nosotros. Siempre trataba de hacer todo sola”, destacó la madre de la presunta espía de Rusia.
Por ahora sólo se conocen estas fotos, pero la prensa norteamericana ya está buscando en todos sus archivos las imágenes donde apareció la peliroja sexy. Pronto se sabrá en cuántas y cuáles camas estuvo descubriendo secretos y cuantos hombres fueron objetos de sus engaños a cambio de una noche de buen sexo.