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Lo advertía el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, en una de sus últimas comparecencias. A ETA le quedan armas y explosivos para seguir con sus crímenes a pesar de la espectacular operación realizada en Francia contra la «logística militar» (ELOSA).
Según han informado a LA RAZÓN fuentes antiterroristas, de las 341 armas cortas de la marca Smith-Wesson robadas por un «comando» en la localidad francesa de Vauvert, en octubre de 2006, en pleno alto el fuego, los pistoleros tienen en aún en su poder 280.
Al igual que las 61 que se han incautado hasta ahora, estarán ocultas en «zulos» o en manos de miembros de la organización criminal. Esta cifra, según algunas fuentes, podría ser mayor ya que algunas armas que se han aprehendido en Francia podrían proceder del citado robo.
El asalto al almacén de Vauvert, en vísperas de que el «proceso de paz» fuera presentado ante el Parlamento Europeo, supuso un duro golpe para los valedores de la negociación con ETA. Tardaron semanas en admitir que había sido la banda la autora del robo.
El gran número de armas que se llevaron los ladrones hizo pensar que algunas de ellas podrían terminar en el «mercado negro». Sin embargo, hasta el momento no se tienen noticias de que esa posibilidad, muy peligrosa para la seguridad de la propia ETA, se haya producido. Pistolas y revólveres van apareciendo poco a poco en los escondites y en poder de cabecillas o miembros de «comandos». De los 196 revólveres sustraídos, han sido recuperados 36. Y de las 145 pistolas, 25. Sin embargo, las fuentes consultadas advierten de que de las 280 armas restantes, al menos un tercio están «quemadas» y no pueden ser utilizadas por ETA. El motivo es que se hallan escondidas en lugares que la banda considera que pueden ser objeto de vigilancia por parte de las Fuerzas de Seguridad. Una visita a estos sitios, con el fin de recuperar el material, podría suponer una detención segura, piensan los terroristas.
Les falte o no la razón, lo cierto es que se trata de una eficacia añadida a la que ya de por sí suponen las acciones contra la organización criminal.
La «operación Milu», desarrollada conjuntamente por la Comisaría General de Información (CGI) de la Policía Nacional española y la Subdirección Antiterrorista francesa (SDAT), ha permitido la incautación de 30 armas cortas en varios de los 14 «zulos» que fueron levantados.
Además, los tres detenidos, Aitzol Echaburu, Andoni Sarasola y Alberto Machain, tenían para su uso personal tres revólveres Smith-Wesson del calibre 357 magnun de los robados en Vauvert.
En el «zulo» de Camplong, había otras dos armas similares; en el de Ferrals les Montagne, otras 11 además de cuatro pistolas automáticas; en Cabrerolles, dos armas cortas; y en Massaguel, siete revólveres y una pistola. A todo esto hay que sumar la gran cantidad de productos para fabricar explosivos y bombas-lapa ya preparadas que se incautaron.
Aún así, ETA mantiene la capacidad de matar y causar destrucción, aunque su operatividad ha sufrido un fuerte revés.

CLAVES:
- De las 341 armas sustraídas en Vauvert durante el alto el fuego han sido recuperadas 61, aunque la cifra puede ser mayor pues resta por conocer el origen de algunas de las incautadas en Francia
- Los tres dirigentes de la «logística» detenidos el mes pasado en territorio galo llevaban para su uso personal armas de los robadas en Vauvert. Se trataba de tres revólveres Smith-Wesson del calibre 357 magnun.
- De las 280 armas que tiene ETA, un tercio están «quemadas» por hallarse guardadas en lugares que los terroristas creen vigilados por las Fuerzas de Seguridad
- Las armas están escondidas en otros «zulos» o en poder de etarras en activo



ANÁLISIS: La efectividad policial impide que la banda cometa más asesinatos con pistola

-¿Para qué le hacen falta tantas armas a ETA cuando comete tan pocos atentados con pistola o revólver?
–En el momento del robo, los miembros del «comando» se llevaron todo lo que había. Además de las armas cortas sustrajeron piezas y munición. ETA, según sus escritos, se plantea una «actividad armada», sin fijar una duración concreta, hasta lograr sus objetivos. Por eso, nunca le sobran las armas porque muchas caen en poder de las Fuerzas de Seguridad.

- ¿Cabe la posibilidad de que la banda intente incrementar los asesinatos con pistola?
–Cuando se habla de ETA, todo es posible sobre todo si se plantean las peores hipótesis. Si no matan más es porque no pueden no porque no quieran y ello se debe a la efectividad de Policía y Guardia Civil.

- ¿Por qué no venden algunas armas en el mercado negro?
–Por razones de seguridad. Temen ser descubiertos.

-¿Para qué le hacen falta tantas armas a ETA cuando comete tan pocos atentados con pistola o revólver?
–En el momento del robo, los miembros del «comando» se llevaron todo lo que había. Además de las armas cortas sustrajeron piezas y munición. ETA, según sus escritos, se plantea una «actividad armada», sin fijar una duración concreta, hasta lograr sus objetivos. Por eso, nunca le sobran las armas porque muchas caen en poder de las Fuerzas de Seguridad.

- ¿Cabe la posibilidad de que la banda intente incrementar los asesinatos con pistola?
–Cuando se habla de ETA, todo es posible sobre todo si se plantean las peores hipótesis. Si no matan más es porque no pueden no porque no quieran y ello se debe a la efectividad de Policía y Guardia Civil.

- ¿Por qué no venden algunas armas en el mercado negro?
–Por razones de seguridad. Temen ser descubiertos.

Los servicios antiterroristas han alertado del robo de dos furgonetas y dos turismos en Francia, que se sospecha ETA intentará introducir en España cargados de explosivos. Se trata de una furgoneta Kangoo blanca y otra Citroën Berlingo del mismo color; un Opel Corsa y un Renault Clío. Una tercera furgoneta robada recientemente en el país vecino fue utilizada el pasado 29 de julio para atentar contra el cuartel de la Guardia en Burgos, con un saldo de 65 heridos leves.

Los modelos y colores de los vehículos sospechosos permanece a la vista en algunas dependencias oficiales, según ha podido comprobar este diario en un edificio de la calle Alcalá de Madrid, aunque sin incluir las matrículas, ya que se da por seguro que los terroristas las “doblarán” con otras correspondientes a automóviles del mismo modelo y color para que pasen desapercibidos.

Una fuente policial manifestó a este diario que las recientes operaciones contra la banda, que se han saldado con el desmantelamiento de parte de su aparato logístico (el que se encarga, entre otras funciones, de robar y preparar los coches-bomba que cruzan la frontera) y el hallazgo de trece zulos (escondites para guardar armas y explosivos), hacen temer que ETA intente responder introduciendo alguna de los citados coches en Madrid, donde sus atentados ganan en repercusión. De hecho, durante la última semana se han podido ver en la capital controles policiales que detenían preferentemente furgonetas.

ETA se jactó en su último comunicado, del pasado 8 de agosto, de haber burlado los controles policiales al colocar una furgoneta cargada con 300 kilos de explosivos frente al acuartelamiento de la Benemérita en Burgos. “Estuvo aparcada durante medio en el parking del cuartel más grande que tiene la Guardia Civil en las inmediaciones de Euskal Herria”, pese a ser “el vehículo que todos los policías han estado buscando”, aseguraba el escrito de la banda. En esta ocasión los etarras pintaron el vehículo de blanco (era verde) para dificultar su identificación

Robo de coches en Francia.

Ya durante el pasado año la Policía detectó un notable incremento en el robo de coches en pequeñas localidades del país vecino atribuidas a la banda, que en unos casos los utiliza para el traslado de militantes y pasado un tiempo los abandona calcinados para no dejar huellas, y en otros pasan a engrosar su particular ‘parque móvil’, cuyo destino final es cruzar la frontera cargados de explosivos. Entre los coches robados figuran marcas y modelos de todos los tipos, desde Peugeot Partner a Citroën C4, pasando por Peugeot 307 y Volkwagen Touran, si bien las fuentes policiales consultadas aseguran que los Opel y los Renault son los preferidos por la banda.

Desde la ruptura de la tregua en diciembre de 2006, precisamente con la detonación de un vehículo cargado de explosivos en el aparcamiento de la T-4 del aeropuerto de Madrid, todos los atentados que ETA ha perpetrado lo han sido con coches-bomba o con bombas-lapa colocadas en los bajos del coche de sus víctimas. Métodos que apenas suponen riesgo para sus autores por el uso de temporizadores, que les permite encontrarse a kilómetros de distancia en el momento de la detonación.