Técnicas de protección en País Vasco y Navarra
Publicado: 25 Nov 2009 13:15
Una vez obtenido el permiso del moderador voy a colgar un pequeño manual de protección que he elaborado. Vereis que me baso en la teoría del juego para plantear el trabajo. Espero que os sea de utilidad.
MÓDULO ESCOLTA PREPARATORIO PAIS VASCO
1-Diferencia entre escolta pública y privada
Aunque en principio los cursos de escolta se imparten con unos contenidos homogéneos tanto si se trata de funcionarios como de trabajadores de seguridad privada, la realidad es que en la práctica encontramos diferencias importantes que hacen inviable la aplicación de las mismas técnicas.
La escolta “pública”, realizada por funcionarios, se caracteriza por la gran disponibilidad de medios (personal, vehículos, información), así como de beneficiarse de la condición de agentes de la autoridad de los escoltas.
La escolta “privada” en cambio se realiza en muchas ocasiones en solitario, sin medios técnicos adecuados (coche sin blindaje, inhibidores de frecuencia anticuados o de escasa potencia, sin fuentes de información acerca de la actividad terrorista en la zona), y ante un enfrentamiento directo, el escolta privado no puede hacer prevalecer la condición de agente de la autoridad.
Por ello, la mayoría de las técnicas presentes en los manuales (avanzadas, caravanas, círculos de protección, formaciones, etc), no se pueden realizar. Mas aún, las experiencias recientes han demostrado que los conceptos clásicos acerca de la escolta (basados en la protección física y la disuasión), no son efectivos, véase el ejemplo de Irak, donde los terroristas atacan y destruyen incluso carros de combate.
Como consecuencia, en lugar de “endurecer” los objetivos, se opta por actuar con distintas técnicas de engaño para evitar que el enemigo pueda planificar el ataque, incluso que no pueda llegar a localizarnos. La premisa es “SE IMPREDECIBLE”.
-Diferencias entre escolta en País Vasco y otras zonas de España
El trabajo cotidiano en el País Vasco se diferencia de otros lugares de España como Madrid, Barcelona o la Costa del Sol, en el concepto que el VIP tiene del escolta. Es frecuente que fuera de Euskadi se conciba el escolta bien como un “gorila” o bien como un “mayordomo”. Esta situación es aceptada por muchos escoltas para mantener un puesto de trabajo en “su casa”.
No obstante, en el norte lo común es actuar únicamente como escolta (salvo contadas excepciones), es decir, es posible ejercer la profesión tal y como es, centrada en las técnicas de protección. Dada la cantidad de servicios disponibles, recomendamos evitar los servicios en los que el VIP solicite que realicemos tareas fuera de nuestras competencias, solicitando el cambio de servicio si esto ocurriera.
-Características del VIP en País Vasco
Respecto a esto, haremos 2 matizaciones:
Por una parte, la imagen general del VIP atemorizado por los terroristas es falsa, la mayor parte de ellos no tienen ningún miedo a un atentado. Algunos incluso aceptan la protección porque de rechazarla pierden el derecho a indemnización para sus familias si mueren. Esto se traduce en que en ocasiones es muy complicado lograr que acepten las indicaciones del personal de seguridad. Muchas veces hay que dar “una de cal y otra de arena”, evaluando el escolta las medidas mas convenientes para garantizar la seguridad y cediendo en otras para no “quemar” al protegido.
Por otra parte, dentro de la escolta política podemos encontrar personas de todo tipo y condición: ten en cuenta que cualquiera se puede presentar en una lista política, desde carteros o agricultores hasta abogados o ejecutivos de grandes empresas. Puede tratarse de un hombre de 50 años que los fines de semana va a pasear al parque o de una chica de 20 que quiere ir de botellón con los amigos. Puede que sea un beato o un putero, un ultraderechista o un gay, en general es un grupo mucho más heterogéneo que fuera de Euskadi.
Lo más normal es que no se trate de políticos liberados, sino que tengan sus profesiones, y que ocasionalmente acudan al ayuntamiento o a algún acto oficial. Es por esto que la mayoría del tiempo nuestro trabajo se realizará fuera de ambientes oficiales, lugares donde precisamente se centran los manuales de escolta.
2-Proceso hasta ocupar el puesto de trabajo
En cuanto al camino a recorrer hasta trabajar como escolta, debemos disponer de la documentación en vigor: TIP de vigilante de seguridad, TIP de escolta privado y licencia de armas C. Respecto a la licencia de armas, como es sabido los vigilantes realizan los ejercicios con revolver y escopeta, siendo preciso hacer un tiro con pistola semiautomática. En ocasiones este tiro no se realiza, pasando el escolta una clase práctica con el inspector de la empresa y presentándose al siguiente tiro programado (los escoltas han de realizar 4 al año, 2 de ellos puntuables). Caso de no pasar un tiro puntuable, hay que hacer un tiro de recuperación, y si tampoco lo superamos, se nos retirará la licencia hasta que obtengamos la puntuación mínima en el siguiente ejercicio. Por tanto podemos estar 3 meses sin trabajar por no acertar al blanco con la mitad de los disparos.
Es conveniente tener la documentación (TIPs y licencia C) en buen estado de conservación (sin doblarlos y plastificados o en una carterita la licencia –no plastificar esta última),ya que puede ser objeto de sanción por parte de la Guardia Civil. La pérdida o sustracción de esta documentación también es sancionable por el Reglamento de Seguridad Privada. Y no decir la pérdida o sustracción del arma.
Una vez dado de alta en la empresa, normalmente pasaremos directamente a trabajar de escolta. En algunos periodos en los que existían demasiadas solicitudes, algunas empresas como OMBUDS han obligado a los escoltas a trabajar de vigilantes unos meses (3 a 6) antes de asignarles un servicio. Esto se justificaba en la cantidad de desmanes que algunos escoltas cometieron, utilizando este periodo como una prueba.
También es común cubrir al principio servicios como “correturnos”, esto es , cubrir descansos o bajas de otros compañeros. Esta dinámica de trabajo no es del agrado de muchos, pero es útil para conocer los tipos de servicios y las zonas, y siempre existe la posibilidad de que nos asignen a un servicio que ya conozcamos.
En esta fase nos entregarán el arma, 25 cartuchos, en algunas empresas una funda, un teléfono (en algunas empresas se puede utilizar para todo tipo de llamadas, y en otras solo con llamadas restringidas), y si el servicio lo tiene asignado, un vehículo de alquiler. Los vehículos de alquiler son utilitarios normales, los modelos más comunes son Renault Megane, Opel Astra, Fiat Stilo, Nissan Almera, y similares. En algunos servicios asignados a alcaldes se pueden encontrar Opel Vectra, Renault Laguna e incluso Audi A4, siendo esto último extremadamente raro. Los escoltas (los servicios con vehículo son siempre dobles) son responsables del mantenimiento del coche. También es normal que nos entreguen un inhibidor de frecuencias (de mala calidad, pero que es obligatorio portar y utilizar). Es común que los escoltas adquieran de modo particular una antena para aumentar su potencia, que se instala con un chupón al capó del coche.
Los desplazamientos en el vehículo de la empresa tienen que declararse, es decir, al final del servicio, cuando nos pongamos en contacto con el CECOR tendremos que informar del total de kilómetros recorridos y del itinerario seguido. NUNCA hemos de declarar la verdad respecto al recorrido. Anotaremos los kilómetros reales en una libreta, y con la ayuda de un mapa de carreteras “cuadraremos” un recorrido ficticio con estos kilómetros. Esto es muy importante, ya que si no nos llamarán para preguntarnos por el desfase de kilómetros, siendo posible incluso que nos sancionen, o nos hagan pagar la diferencia de kilometraje.
Respecto a mentir en los recorridos, ten en cuenta que no sabes quien puede tener acceso a los partes, puede que el ertzaina o la operadora de teléfono que te atiende sea una informadora. En los servicios de Gobierno Vasco hay que entregar un parte diario donde se refleja hora a hora lo que hace el VIP. La solución es hacer un listado de bares y comercios de la zona y falsear sistemáticamente los partes, por ejemplo poner que habéis desayunado en una cafetería 10 calles más debajo de la que habéis utilizado en realidad . Nunca se van a dar cuenta y estaréis evitando que nadie sepa las actividades del VIP y por extensión, las vuestras.
En el pasado también se entregaban buscas, aunque esto ha sido sustituido por teléfonos de última generación.
A continuación nos presentarán al VIP y comenzaremos a trabajar (ver capítulos sucesivos).
Condiciones de trabajo: horarios, sueldo, trato con la empresa
Los horarios en principios no existen, se trabaja todos los días de la semana desde que el VIP sale de su casa hasta que vuelve a ella para no salir más. En algunas empresas se pactan contratos con número X de días libres al mes, esto depende de la empresa en cuestión y de la época que nos toque vivir. Respecto a los horarios, varían enormemente de unos servicios a otros, depende en gran medida de la suerte. En algún servicio podemos trabajar 2 horas y en otros 18. Además, estas horas pueden ser “reales”, es decir, pegados al VIP por la calle, o no (dejamos al VIP en su trabajo y volvemos a recogerlo por la tarde, con lo que solo trabajamos efectivamente el rato en que lo trasladamos de su casa al trabajo y vuelta), disponiendo de tiempo libre entre tanto. En algunos servicios incluso podemos irnos a casa, al gimnasio, a la compra, etc. En este sentido, los mejores servicios son los políticos de alto standing, que deben permanecer en el ayuntamiento todo el día, y los ejecutivos de empresas importantes, que tendrán un horario marcado en su oficina.
Los peores en cambio serían los autónomos, las profesiones que deban desarrollarse en la calle (carteros o comerciales, por ejemplo), las que deban realizarse de cara al público, y los desempleados (tienen horarios imprevisibles).
En relación al sueldo, es variable según la empresa. Suele rondar los 2500-3000 euros netos por 30 días trabajados, restando unos 100-120 por cada día de descanso que solicitemos. En algunas empresas, si el VIP se ausenta y nos prestamos a cubrir otro servicio, se cobra doble ese día.
Las dietas corren de cuenta del escolta. Antiguamente se cobraban aparte, así como el kilometraje. También se cobraba según las horas trabajadas, con lo que los sueldos se disparaban a 4000-6000 euros netos (años 2000-2001). Los abusos cometidos llevaron a las empresas a “cerrar el sobre”, o imponer sueldos fijos se trabajara lo que se trabajara, que es el sistema que rige en la actualidad. Del sueldo hay que descontar el alojamiento. Lo más aconsejable es compartir piso con otros compañeros, o incluso buscar pensiones en las que únicamente se alojan escoltas (por ejemplo, en Barañain existe una que nos da pensión completa, lavado de ropa y planchado por 600 euros al mes).
Las fechas de cobro suelen ser entre el 1 y el 5 de cada mes, sin problemas a este respecto.
Importante: el primer mes solo cobramos el sueldo base, unos 1300 euros, por lo que tendremos que llevar un fondo para subsistir los dos primeros meses.En Seguriber entregaban 1000 euros de anticipo como ayuda para este periodo, que se descontaban en la liquidación al abandonar la empresa.
Es de destacar que una vez hayamos obtenido experiencia en el País Vasco, es posible encontrar trabajos en otras zonas con sueldos de hasta 6000 euros al mes, incluso mayores.
El trato con la empresa es en ocasiones difícil, peor cuanto mayor es la empresa, pero en esto no difiere de cualquier otra actividad. Lo mejor es centrarnos en nuestros objetivos y no hacer mucho caso de lo que nos venga de la empresa que nos contrate.
En referencia a las huelgas, no suelen ser permitidas por el Ministerio, aplicando un “abandono de servicio” como si fueramos funcionarios, con la correspondiente sanción muy grave.
3-Equipo básico: lo que proporciona la empresa y lo que debemos llevar nosotros
Como hemos visto, gran parte del material necesario nos lo proporcionará la empresa, no obstante hay otros elementos fundamentales que tendremos que comprar de nuestro bolsillo:
-Funda de pistola y de cargador: en algunas empresas no nos los darán. Es recomendable una funda de cuero o kydex (tipo Fobus o “israelita”). No recomiendo las de cordura, ni las sobaqueras ni riñoneras de ningún tipo. Las fundas de cordura se deforman muy rápido, las sobaqueras son muy incómodas y en la mayoría de los casos se “ve” el arma, y las riñoneras van anunciando a gritos “soy escolta y aquí llevo el arma”.
-Linterna: es absolutamente imprescindible, ya que sin ella no podremos ver los bajos del coche o su interior, e incluso el interior de los buzones. También es útil para defendernos deslumbrando a un posible agresor. Recomiendo comprar una de la mejor calidad, como la Streamlight nightfighter. Hay que llevar baterías de repuesto.
-Munición: en la empresa nos entregarán 25 cartuchos, por lo que no podremos llenar a tope los 2 cargadores de 15 que vienen con el arma, así que es buena idea llevar una caja para disponer de algunos más. La mejor munición para defensa es la de punta hueca, pero podemos tener problemas legales. Ante la duda llevar blindada de una buena marca (no santa barbara). Es más importante que la munición esté en buen estado y sea de buena calidad, que el tipo de punta que monte. Ten en cuenta que algunas empresas como SECURITAS hacen inspecciones para comprobar que solo llevamos 25 cartuchos, y en ocasiones también las han hecho la Guardia Civil
-Mapas de País Vasco y Navarra: en muchas ocasiones tendremos que acudir a pueblos que no conocemos, y es bueno disponer de mapas o un GPS.
-Aunque el chaleco antibalas es muy recomendable en cualquier servicio de seguridad, no es algo a lo que debamos dar prioridad en condiciones normales, ya que en la actualidad los tiroteos entre etarras y agentes de seguridad son extremadamente raros.
-Algunos compañeros han comprado walkie talkies para comunicarse entre ellos y con el VIP con muy buen resultado, aunque no es un elemento imprescindible, que podemos suplir con el móvil.
-Pequeña libreta y boli: absolutamente imprescindible. Buena idea llevarlos en una bolsa de zip-lock para evitar que se mojen.
-Dinero: es bueno llevar algo de dinero en efectivo, ya que puede que no encontremos oficinas de nuestro banco en según que pueblos.
-Teléfono móvil: aunque prácticamente todas las empresas entregan móviles, es una buena idea llevar uno propio de una compañía que sea fiable (con cobertura).
-Documentación: en el pasado era muy frecuente ver placas similares a las de la policía para portar el carnet profesional. La utilidad de estas se basaba en la opción de utilizarlas como engaño frente a los borrokas. Agredir a un policía constituye delito de atentado, cosa que no sucede en el caso de un escolta privado. Ante una situación de peligro, dando un “placazo”, el escolta podía disuadir al agresor o agresores. Otra opción era a la hora de entrar en un edificio o acceder a un acto público, agilizando la identificación ante los agentes que estuvieran a la entrada, y confundiendo una vez más a los posibles observadores que hubiese en la zona. El problema es que algunos escoltas empezaron a utilizar estas placas para hacerse pasar por funcionarios con el objetivo de acceder a discotecas, párkings, etc. de forma gratuita, lo que ocasionó una oleada de inspecciones y sanciones a sus portadores.
Como souvenir no niego el derecho de quien quiera adquirir una a hacerlo, pero desaconsejo totalmente el portarlas de servicio y mucho menos utilizarlas para identificarse.
En la mayoría de las ocasiones es también imprescindible el cargador de móvil para el coche.
4-Cualidades del escolta: puntos a evitar
El trabajo de escolta es muy sencillo y no se nos va a pedir que seamos “rambos”. Lo que sí se nos va a tener en cuenta es una buena presencia y educación. El tipo de vestimenta es normal, no se viste de traje y corbata salvo MUY CONTADAS OCASIONES. En mi caso en 3 años solo lo hice 2 veces.
Vestidos de traje únicamente lograremos atraer la atención. Lo mismo se aplica a las gafas de sol cuando no hace sol, y los chalecos “de pescador” o de “aventura” , las riñoneras israelíes, los “pinganillos”, y los pins de asociaciones de escoltas o de escuelas de entrenamiento en la solapa.
Por supuesto, ser puntuales y no beber alcohol durante el servicio, ni ir de juerga el día anterior. Es lamentable la imagen de un escolta durmiendo la mona en el coche en la puerta del trabajo del VIP o del ayuntamiento (esto ha sucedido en realidad).
En general, procurar vestir de forma lo más similar posible al VIP, e ir aseado y afeitado.
Preparación previa
Existe el mito fomentado por algunos centros de formación, de que son necesarias ciertas habilidades para el trabajo como las artes marciales, la conducción evasiva, el protocolo, los primeros auxilios, etc. La realidad es que muchos de estos conocimientos no son en absoluto prácticos, y estaremos tirando nuestro tiempo y dinero.
La conducción evasiva tipo “californias”, “vueltas cortas”, etc no se realizan en la práctica nunca. Lo que SI es imprescindible es saber conducir con seguridad, con nieve o hielo, de forma que no tengamos accidentes, así como saber mantener correctamente el coche, cambiar ruedas, etc. Los inviernos en el norte son invariablemente muy crudos, y en algunos servicios hay que conducir hasta 500km diarios. De hecho, todos los años muere algún escolta en accidentes de tráfico.
La defensa personal está bien, pero a puñetazos no defenderemos al VIP, ya que cuando vengan a por nosotros serán quizás 10 contra 1. De todos modos, es bueno tener una buena forma física, una buena presencia.
Los cursos de primeros auxilios pueden sernos útiles en caso de una emergencia general del VIP: un accidente, una caída, un ataque de ansiedad, etc. Es conveniente tener un buen botiquín en el coche.
Los cursos de protocolo tampoco son útiles, normalmente no vamos a asistir a actos donde debamos comportarnos de determinada manera. Pienso que todos tenemos un mínimo de educación para comportarnos en un lugar público, en la mesa, etc. En general, es aplicable lo que comenté anteriormente acerca de ir aseado, afeitado, y NO BEBER. Los peinados extravagantes, tatuajes, piercings, etc tampoco son recomendables si vamos con un VIP de primera categoría.
Por último, con referencia al tiro, sí es imprescindible haber tirado algo, con el objetivo de pasar los exámenes para la licencia C y para las tiradas periódicas. Recordemos que no hacerlo supone pasar una temporada sin trabajar.
Los cursos de protección en Israel y similares, no suelen ser necesarios para obtener un puesto en el norte, es un tipo de formación que las empresas españolas no valoran. Por otra parte, las academias que ofrecen este tipo de cursos en muchas ocasiones no ofrecen una formación de calidad. En la actualidad los mejores centros de formación se encuentran en Estados Unidos (Blackwater por ejemplo), aunque repito, no son unos cursos adecuados en relación al coste-beneficio.
5-Apoyo empresa y FCS. Fuentes de información.
La información que obtenemos de la empresa y de las FCS es mínima, por no decir que es inexistente. Las FCS suelen ser bastante desconfiadas con la información que dan a los escoltas privados.
Sin embargo, en general podemos obtener la colaboración de FCS si tenemos un problema, por ejemplo si vemos un vehículo sospechoso, o alguna persona extraña por los alrededores. Es común que se solicite a la policía la identificación de personas, ya que los escoltas privados NO PUEDEN IDENTIFICAR a personas en la vía pública. Tampoco se puede detener salvo fuera de los casos permitidos por la ley para los ciudadanos en general, es decir, delito flagrante, huida de centro de detención o durante su traslado al mismo.
Las mejores fuentes de información de que disponemos serán el propio VIP y algún vecino en quien podamos confiar, así como los compañeros que lleven tiempo en la zona. Principalmente se trata de identificar a cuantos “borrokas” podamos, familiares de terroristas, simpatizantes, etc.
Normalmente, las casas de los familiares de presos tienen un cartel de “euskal presoak” en la terraza, con lo que son rápidamente localizables.
También es aconsejable localizar la herriko taberna del pueblo (bar abertzale), para evitar pasar por sus inmediaciones con el VIP, así como las sedes de partidos radicales (ANV, HZ, PCTV, Batzarre, etc.).
En general lo mejor es desconfiar de todo el mundo, sin importar sexo o edad. Los informadores pueden tener cualquier apariencia, ser cuponeros, niños, jubilados, etc.
6-presentación al VIP. Trato con el VIP
La presentación al VIP suele ser en su domicilio a última hora de la noche. En ocasiones esto no es posible y se acuerda por teléfono para el día siguiente. Se hace una llamada o se envía un mensaje al VIP para avisarle de que estamos esperándole y cómo vamos vestidos o donde estamos situados. Como en la actualidad muchos servicios son dobles, evitamos este problema ya que el compañero suele ser antiguo en el servicio.
El trato con el VIP debe ser lo más lejano posible. Generalmente tomar confianzas trae malas consecuencias a largo plazo. Puede que el VIP termine pidiéndonos que le hagamos “recados”, o que nos amenace con “putearnos” cuando tratemos de que cumpla las recomendaciones de seguridad. La mayoría de los escoltas que se toman confianzas con el VIP son malos escoltas, que pretenden que el protegido les “tape” los defectos a cambio de que no les presione con las medidas de seguridad.
Si acostumbramos al VIP a hacer un servicio relajado, el día que tratemos de endurecerlo se negará, y nosotros daremos una imagen de poca profesionalidad “¿por qué no me aconsejabas esto antes?”.
Además, por muy bien que nos llevemos con el VIP, no olvidemos que ellos NO NOS QUIEREN, preferirían cualquier opción antes de llevar a una persona al lado que les coarta la libertad. Por tanto, no esperes que cuando se plantee una tregua o una reducción de seguridad, o incluso que el VIP deje de ser cargo público, haga ningún movimiento para mantener el servicio para que tu no pierdas tu puesto de trabajo.
El trato con la familia del VIP y sus compañeros de trabajo (a no ser que sean borrokas, claro), suele ser bueno.
En la primera toma de contacto con el VIP hay que anotar cuidadosamente el nombre del mismo, de sus familiares, la dirección exacta de la calle, su teléfono móvil, la matrícula y modelo del coche, y la hora a la que quiere que le recojamos al día siguiente.
Por supuesto, evitar entablar relaciones de otro tipo con el VIP o sus familiares. Es normal en casos de VIPs femeninos y escoltas masculinos que se acaben “enrrollando”, dándose el caso de separaciones, divorcios, etc. Normalmente el escolta es el perjudicado, en los casos que conozco, la empresa les despidió para evitar mala imagen.
7-Tipos de servicio: simple /doble, urbano, rural, VIP 1º clase, 2º clase, empresario
En el País Vasco podemos encontrar los siguientes tipos de servicios:
-Servicio simple:
Se realiza con el vehículo del VIP, él conduce y el escolta va en el asiento del conductor. Cuando el VIP permanece en el trabajo, es normal que el escolta se haga cargo del vehículo. Hay que ser muy cuidadosos con los vehículos particulares de los VIPs, es decir, no tener accidentes con ellos. En este tipo de servicio la premisa es pegarse al VIP lo máximo posible, y aplicar las técnicas de engaño sistemáticamente.
-Servicio doble:
La idea que se suele dar de los servicios dobles en los cursos de escolta es aplicar una célula o cápsula en base a estos dos escoltas. De hecho, uno de los escoltas ha de actuar como conductor y el otros de acompañante. Sin embargo, el disponer de otro escolta ofrece posibilidades en otros sentidos. Que estemos los dos pegados al VIP no ofrece necesariamente mejor seguridad. Además, tendremos a los dos miembros del servicio identificados. En un pueblo pequeño, es imposible que no nos identifiquen, pero en una ciudad como Pamplona o San Sebastián, si el segundo escolta se mantiene un poco alejado, es fácil que pase desapercibido. Esto nos da una gran ventaja la hora de detectar a posibles agresores, realizar avanzadas, etc. Por ejemplo, el segundo escolta puede ir a una cafetería a la que vamos a acudir a desayunar y sentarse allí como si fuera un cliente más. Al llegar el VIP con el otro escolta, los mismos ni se fijan ni comunican con el otro compañero para no delatarle. Si ocurre algo, este segundo escolta sorprenderá a los agresores con su actuación, lo que puede ser la salvación en una situación de peligro. Ni que decir tiene que este escolta encubierto ha de vestir de forma que no atraiga la atención, no parecer un escolta.
-Servicio urbano:
En ciudad la protección es muy sencilla, ya que las posibilidades son infinitas. En un enfoque tradicional de la protección, sería el entorno más complicado, ya que nos obligaría a realizar una requisa enorme y una planificación exhaustiva de rutas principales y alternativas, etc. Sin embargo, lo mismo se puede aplicar al comando terrorista que pretende atentar contra nosotros. La realidad es que tratar de controlar una zona urbana es imposible, incluso teniendo a nuestra disposición gran cantidad de personal. Si pensamos que solo estaremos nosotros o a lo sumo un compañero más, la tarea resulta impracticable. La solución es no realizar planificación ni requisas de ningún tipo, y actuar de forma caótica en nuestros desplazamientos. Un análisis de la zona donde nos movamos revelará multitud de calles y rutas por las que transitar, incluyendo las calles a contradirección o pequeños tramos peatonales. Una vez que conozcamos el área, solo habremos de usar las rutas aleatoriamente, decidiendo sobre la marcha cual tomar. En este tipo de servicios el momento más peligroso suele ser la llegada al trabajo. En capítulos sucesivos veremos cómo realizar las salidas y llegadas con seguridad.
-Servicio rural:
En los pueblos pequeños es prácticamente imposible pasar desapercibido, nos detectarán nada más llegar, y es inútil tratar de pasar desapercibidos. La ventaja que ofrece estas zonas es que tenemos mucha más libertad para aplicar las técnicas de protección. En la mayoría de estos pueblos no existe si quiera policía local, y vosotros seréis las únicas personas armadas “de los buenos”. En algunos pueblos la situación es más propia del oeste americano que de la actualidad.
Aquí la premisa es actuar de forma mucho más agresiva con los cambios de rutinas, y aprovechar al máximo las infracciones de tráfico, como circular a gran velocidad o contra dirección. Más adelante describiremos casos prácticos en estos escenarios. Aquí hay que tener en cuenta que los terroristas también tienen mucha más libertad para actuar, por lo que debemos aplicar las técnicas correctas.
-VIP de primera clase:
Los VIPs de “primera clase”, es decir, altos cargos políticos, jueces y grandes empresarios, no son comunes, ya que la mayoría tienen escolta pública (policías, ertzaina, forales, etc). No obstante es posible que nos asignen a algún alcalde de pueblo, tenientes de alcalde, jueces, presidentes de juventudes de los respectivos partidos, etc. Estos VIPs son poco aconsejables, a pesar de que algunos compañeros presuman de ir con ellos. La realidad es que se suele trabajar muchas más horas con estos, ya que acudirán a muchos más actos públicos, y prácticamente todos los días acudirán a la sede del partido o al ayuntamiento. También es posible que nos obligue a vestir de una determinada forma o a viajar. Si tienes en cuenta que vas a cobrar lo mismo que otro compañero que a las 5 de la tarde lleva a su VIP del trabajo a su casa y acaba el servicio, esto no es ninguna ventaja. También es común que estos VIPs acepten mucho peor las recomendaciones de seguridad, o no las acepten en absoluto. Estarán más acostumbrados a que actuéis de chóferes que de escoltas, lo que les parece natural ya que no tienen conocimientos de seguridad o son erróneos.
En los actos importantes suelen colocarse en lugares difíciles de defender desde el punto de vista de la seguridad, y son de los que se quedan hasta el final. En este tipo de actos es normal que haya mucha presencia policial, por ejemplo en un mitin político donde vaya un cabeza de lista como Rajoy o Zapatero. No debemos confiar en que los funcionarios hagan su trabajo, la premisa es buscar una vía de escape, o si esta no es fácil de alcanzar, un refugio donde evacuar al VIP en caso de emergencia. En todo caso, tenemos que permanecer cerca del VIP, y no perderlo de vista.
-VIPs de segunda clase:
Los más comunes. Tienen trabajos normales: tendero, cartero, abogado, albañil, etc. Solo acuden a actos políticos en muy contadas ocasiones, estando la mayor parte del tiempo en su trabajo habitual o de ocio. Es normal que la primera actividad que hagan cada día sea llevar a los niños al colegio, y después acudir al puesto de trabajo. Al mediodía vuelven a comer a casa, regresan por la tarde al trabajo, y tras este, puede que vayan con sus hijos al parque, de compras al supermercado, a realizar alguna visita, etc. Los fines de semana pueden ir a misa, de compras, a comer a casa de algún amigo o familiar, etc. Este tipo de actividades de pueden manejar con cierta facilidad y no suponen un gran peligro. Recuerda que lo realmente peligroso es acudir a actos públicos en los que los anfitriones u organizadores (VIPs de primera clase), no han preparado dispositivos de seguridad adecuados. En servicios de poco riesgo, el VIP puede prescindir del servicio los fines de semana o los domingos, con lo que dispondremos de tiempo libre sin perder dinero. Los políticos de segundo orden, como concejales de carteras de poca importancia (deportes, asuntos sociales, etc) no suelen acudir a actos importantes, y cuando lo hacen se van lo antes posible. De todas formas, no hay que perderlos de vista, ya que si ocurre algo, en la multitud no seremos capaces de localizarlo.
-Empresarios:
Los empresarios pueden ser también de “primera” o “segunda clase”, aunque predominan los primeros, ya que han de pagarse la escolta de su propio bolsillo. No suelen ser tan exigentes o difíciles de llevar que los políticos, y la principal amenaza no es el atentado sino el secuestro. Los empresarios no suelen cambiar de escolta, y si se realiza bien el trabajo, es posible firmar un contrato privado con él y permanecer en el servicio hasta “la jubilación”. El problema más común que podemos encontrar con un VIP de esta clase es una huelga o conflicto laboral de cualquier clase. Más adelante estudiaremos cómo actuar en este tipo de situaciones.
-Mujeres maltratadas:
Este tipo de servicios se diferencian de los anteriores en que Sí sabemos quién es el agresor, donde vive, qué vehículo puede utilizar, etc. Además, es un tipo de enemigo que no va a disponer de medios sofisticados, como explosivos, y es raro que disponga de armas de fuego. Tampoco suele tener entrenamiento de combate como un terrorista, ni conocimientos sobre las tácticas de estos o sobre seguridad.
Por otra parte, es un elemento con el que es más probable que tengamos que enfrentarnos abiertamente, incluso llegar a las manos, cosa que es extremadamente rara con los terroristas.
En este caso, hay que tener en cuenta que el agresor ya posee gran cantidad de información sobre la víctima, y que somos el único objetivo, por muy bien que hagamos el trabajo, no se van a ir a por otro blanco más fácil.
En la gran mayoría de los casos de maltrato ( casi la mitad), existen problemas de alcoholismo y/o drogadicción, o trastornos psicológicos, esta es la principal causa de las agresiones domésticas (Morillas). En consecuencia, es muy probable que en el momento del hipotético enfrentamiento, el agresor venga borracho o drogado. Esto le hace ser un adversario más fácil de neutralizar (tiene sus reflejos disminuidos), pero también lo hace más decidido.
Asimismo, hay que conocer a los amigos y familiares del maltratador.
Las tácticas a emplear son similares a las que usamos contra ETA: hay que tratar que no nos localicen. Si es posible, recomendar a la mujer que cambie de domicilio, mucho mejor de ciudad, y que no se lo comunique A NADIE. Si esto no puede ser, cambiar al máximo la rutina, combinada con contravigilancias discretas para detectar al maltratador si se encuentra por la zona. Este sabrá las rutinas de la mujer, por lo que es lo primero que hay que variar: sobre todo la hora de llevar a los niños al colegio y salir para la compra. Si lo vemos, el protocolo a utilizar es avisar a la mujer para que no salga de la casa y avisar a FCS. Si es factible, cambiar el número de teléfono de la mujer maltratada, y mejorar la seguridad pasiva de la casa (los accesos), para impedir que por ejemplo, sea fácil tirar la puerta abajo. Por descontado cambiar la cerradura inmediatamente.
Recomienda a la mujer que no abra la puerta a nadie si no está segura de quien es, sobre todo a horas extrañas.
La salida y entrada a la casa se hará acompañando a la mujer hasta la misma puerta, incluso esperando a que compruebe que la casa es segura.
8-Planificación previa: análisis de vulnerabilidades
Es habitual que al llegar a un servicio no tengamos información acerca del mismo, sobre todo de lo más importante: las rutinas del VIP. Por ello, nos daremos un plazo prudencial (una semana, por ejemplo), en el que confeccionaremos un cronograma: anota horarios y actividades durante estos 7 días. Transcurridos estos, compara las anotaciones para reconocer las rutinas: por ejemplo, que fue 3 días a desayunar al bar “Iruña” entre las 08:00 y las 08:15 y salió del mismo entre las 08:30 y las 08:45. Esta sería una rutina importante. Nuestro trabajo a continuación, es diseñar estrategias para eliminar estas rutinas. Recuerda que “endurecer” el blanco es inútil. Si mientras que estamos en la cafetería nos aparcan un coche bomba cerca de la puerta, no podremos evitar convertirnos en víctimas. La solución es buscar otras cafeterías en la zona y recomendar al VIP utilizarlas alternativamente. Si le explicamos la razón del cambio, no hay motivo para que se niegue. En los servicios dobles, en los que conducimos nosotros, existe la posibilidad de que el VIP lo deje a nuestra elección directamente. Esto es más normal en VIPs que sean altos cargos.
En un servicio en el que detectemos muchas rutinas (en mi último servicio eran 47), y en el que el VIP se niegue a cambiarlas, lo mejor es solicitar el cambio de servicio, ya que en estas condiciones es imposible evitar un atentado.
9-Enfoque del trabajo diario: SA,OODA
Estos dos conceptos son los más importantes en la protección, y los que se están aplicando con mayor eficacia en Irak. Los dos se refieren al manejo de la información. Si partimos de la idea de que el agresor debe disponer de información para planificar el atentado, si nosotros le negamos esa información, o la manipulamos, no podrá llegar a realizar el ataque. Recuerda que una vez que nos vemos en medio del atentado, es prácticamente imposible salir indemne.
El primero corresponde a las siglas de Situation Awareness, o Alerta Situacional. Consiste en una escala que relaciona el nivel de información que dos oponentes tienen el uno del otro, de la siguiente forma:
SA nivel 4: el enemigo sabe y yo no. Esta es la peor situación posible, ya que el terrorista sabe quién soy, por donde me muevo, mis rutinas, mis puntos débiles, etc. Sin embargo yo no los conozco a ellos, no sé cuándo se producirá el atentado, ni de qué forma, etc. Prácticamente soy un conejo caminando hacia el puesto del cazador. Sin embargo, esta es la situación mayoritaria de los escoltas en el País Vasco: se limitan a “pasearse” con el VIP, o a aplicar tácticas anticuadas mientras los informadores y los terroristas pululan a su alrededor sin que los reconozcan.
SA nivel 3: Ninguno de los dos sabemos. Este es quizás el nivel más alto al que un escolta privado puede aspirar en el trabajo cotidiano. Ya que no vamos a tener acceso a información para identificar a los terroristas, si aplicamos correctamente tácticas de engaño, al menos los terroristas tampoco tendrán la información necesaria para planear el atentado.
SA nivel 2: Los dos saben. Esta situación es típica del momento en que se desencadena un enfrentamiento abierto. No es una etapa aconsejable, ya que se supone que cualquiera puede ganar.
SA nivel 1: Yo sé y el enemigo no. Se obtiene a partir del nivel 2, degradando la SA del enemigo. Este concepto está relacionado con tener “ases en la manga”, trucos que vuelvan las tornas contra los terroristas. En esencia, reaccionar más rápidamente que ellos a los acontecimientos para desbaratar su plan.
Esto lo veremos con detalle más adelante.
El segundo concepto, el giro OODA o Regla Boyd, por su inventor, describe un enfrentamiento como una serie de fases de acción-reacción entre los oponentes. Una pelea sería una serie de giros OODA competitivos, en los que cada uno trataría de colocarse en la mejor posición posible para atacar. OODA son las siglas de Observa, Orienta, Decide y Actúa.
En un enfrentamiento, cada elemento va a seguir invariablemente estas 4 fases:
Observa: se observará a sí mismo, al oponente, al entorno (objetos que sirvan como arma, rutas de escape, lugares donde protegerse). Esto se hace con los 5 sentidos, es igual que detectemos un peligro viendo un arma, oyendo cómo se carga ese arma, oliendo el alcohol del aliento de quien tenemos delante, o sintiendo cómo nos golpean o nos cortan.
Orienta: el cerebro no puede recibir y procesar la información a la vez, por lo que ha de detener un instante la recogida de información para hacerse una imagen mental de lo que sucede.
Decide: una vez ha situado en sus posiciones a todos los elementos, el sujeto decide qué va a hacer respecto a esa situación.
Actúa: finalmente, el cerebro da una orden al cuerpo para que ejecute la acción que ha decidido hacer.
Como la acción modifica el entorno, el enemigo recibirá nueva información y realizará a su vez el ciclo completo, que se repetirá hasta que concluya el enfrentamiento.
La clave de esto es que si hemos decidido de antemano qué hacer en cada situación, iremos más rápido que el adversario en el ciclo, y le obligaremos a estar siempre a la defensiva, o a merced de nuestras acciones.
Anteriormente hice referencia a realizar la protección prescindiendo de la planificación. Lo que realmente debemos hacer es evitar las planificaciones rígidas y exhaustivas. Una de las leyes de Murphy para el combate dice que “ningún plan sobrevive al primer contacto con el enemigo”. Debemos saber cuáles son nuestras opciones, pero mantener la máxima flexibilidad.
Como ejemplo de todo esto analizaremos un caso práctico:
Imaginemos que escoltamos a un concejal en un pueblo de Vizcaya, de unos 5000 habitantes. Es un servicio doble en el que disponemos de un vehículo de empresa con inhibidor al que hemos acoplado una antena para aumentar la potencia. Esta antena la hemos colocado sobre el maletero. Nuestro VIP es médico en un ambulatorio y sale de su casa a las 08:00 horas todos los días. Aparca el coche en la calle y es conocido por los vecinos. El VIP acostumbra a desayunar en una cafetería cerca de su casa, o bien lo hace en otra cercana al hospital.
En el pueblo hay varios activistas que pasan información a ETA, incluso cerca de la casa del VIP vive una familia que tiene a un hijo preso, a los que hemos identificado por la bandera de Euskal Presoak que tienen en el balcón. Estos nos observan frecuentemente cuando salimos y volvemos.
Realizando un servicio “típico”, los escoltas simplemente realizarían una contravigilancia a partir de las 07:30 de la mañana, observando los bajos del coche del VIP, y bajo los asientos, así como los contenedores de basura, papeleras y demás coches estacionados en la zona. A las 08:00 horas más o menos saldría el VIP, montaría en el coche y se marcharían a la cafetería, donde uno de los escoltas entraría con él. Después, llegarían al trabajo donde entrarían 1 o los 2 con él hasta su consulta, dejando el coche estacionado en el parking del hospital. Tras el trabajo, le acompañarían hasta su casa, subiendo uno de los escoltas con él hasta el portal, y comprobando el correo del buzón.
Este servicio parece bien hecho, pero en realidad estamos en situación de SA4. Es imposible que podamos comprobar todos los coches de las calles por las que vamos a pasar en nuestro recorrido, y no podemos confiar en los inhibidores ya que no actúan en todas las frecuencias. Los terroristas conocen nuestros movimientos, ya que repetimos reiteradamente las rutinas, que son observadas por los elementos abertzales del pueblo, incluido el vecino, y posiblemente el barrendero, los tenderos de la calle, o las camareras del bar donde desayuna. Entramos al trabajo llamando la atención, por lo que en el hospital también saben que es un político “fascista”. Los escoltas de este servicio realizan un “acompañamiento”, basándose en la protección física que en realidad no existe. Cualquier día les pondrán un coche bomba o una lapa en el vehículo de escolta mientras está aparcado en el parking del hospital.
Respecto a esto, podríamos tomar las siguientes medidas:
-Recomendar al VIP que salga entre una hora antes y una hora después, quizás incluso más, dependiendo de la disposición del VIP.
-Anular las contravigilancias para evitar avisar a los malos cuando salimos.
-Recomendar que el coche propio se estacione lejos de la casa, quizás escondido en las afueras del pueblo, para evitar que lo dañen o le coloquen una lapa.
-Solicitar a la empresa el cambio frecuente del vehículo (modelo, color y matrícula).
-Localizar posibles rutas de salida y llegada de la casa, incluso a contradirección o por tramos peatonales, aunque tengamos que caminar un tramo a pié.
-Localizar varias cafeterías alternativas para desayunar, y combinarlas aleatoriamente.
-Asimismo, localizar diversas rutas de llegada al hospital, incluyendo en el vehículo, a pié, por entradas de servicio, por la cafetería, por urgencias, etc.
-Estacionar el vehículo lejos del hospital, no es necesario que entre con los dos escoltas.
-El escolta puede entrar antes y sentarse en la sala de espera de la consulta, para echar un vistazo a la zona antes de que llegue el VIP, y permanecer allí, turnándose con el compañero para controlar la situación.
-A la hora del café, uno de los escoltas se sienta en la cafetería como si fuera un comensal más. Dentro del hospital la protección se hace a gran distancia, sin perder de vista al VIP pero sin que se note que lleva escolta.
-A la salida, uno de los escoltas va a por el coche y lo tiene preparado. La salida también se hace de forma que pasemos lo más desapercibidos posible y variando al máximo las posibilidades que tengamos: se puede salir incluso andando por un parking.
Con estas sencillas medidas, sin bien no podemos evitar que nos observen, los terroristas no podrán establecer un patrón para saber cuándo y dónde atacarnos. La mayoría de las veces ni nos verán salir o entrar. El resultado es que se buscarán otro blanco más fácil y nosotros realizaremos nuestra protección sin problemas. Estaremos en un nivel de SA 3.
Como ejemplo del uso del giro OODA, tendríamos un servicio en el que no es posible aplicar las tácticas de engaño como quisiéramos, por ejemplo por ser un VIP de primera clase muy visible. El mismo caso sería el de un empresario que padece una huelga en su empresa. Aquí habríamos de administrar cuidadosamente los medios disponibles, aplicándolos según se desarrollaran los acontecimientos:
-Ocultar la existencia de un escolta o de los dos hasta que se produzcan ciertos sucesos, como las primeras amenazas o intentos de agresión.
-Utilizar vehículos de escolta a partir del momento en que los piquetes traten de impedir el acceso a la factoría.
-Introducir medidas de seguridad según los actos sean más violentos.
El efecto buscado es que frustraremos los planes de los huelguistas en el momento en que los apliquen, haciendo inútiles sus esfuerzos y “quemándolos” progresivamente. En definitiva nos saltaremos el proceso de decisión y actuaremos directamente, obligando al enemigo a reaccionar a nuestras acciones cada vez más deprisa, frustrando sus esfuerzos.
10-Contravigilancias
La contravigilancia es una parte del servicio que viene “impuesta” por el Ministerio del Interior. Se supone que siempre iniciamos el servicio con media hora de vigilancia en los alrededores de la casa del VIP, con el objetivo de buscar coches bomba o pistoleros que nos estén acechando. La realidad es que existen tantos lugares donde ocultar un explosivo que no vamos a ser capaces de localizarlo aunque estemos 3 horas comprobando la zona.Si trabajamos en una gran ciudad, la cantidad de coches que podemos encontrar en la calle es enorme, y hay que tener en cuenta que un coche bomba no se distingue en nada de uno que no lo es. Incluso un coche que haya sido robado puede que no esté denunciado aún, por lo que si llamamos a FCS nos dirán que el coche está limpio.
En la práctica, al hacer la contravigilancia estamos ALERTANDO a los malos de que en pocos minutos vamos a salir. Es muy típico ver a los escoltas uno a cada lado de la puerta del VIP, con las gafas de sol y la posición “chulesca”, y con el coche aparcado en doble fila con la antena del inhibidor sobresaliendo por el capó. Únicamente les falta un cartel que anuncie “somos escoltas”.
En mi opinión, lo mejor es no hacer la contravigilancia, o hacerla de la forma más rápida posible, dando una pasada con el coche. Después, a la hora acordada con el VIP, o bien recogerlo lo más rápidamente posible si solo hay una salida, o llevar a cabo el plan establecido para la salida, aplicando siempre cambios radicales de horarios e itinerarios.
11-Salidas y entradas de domicilio y trabajo
Como vimos con anterioridad, hay que aplicar variaciones tanto en tiempo como en espacio.
En tiempo, muchas veces no es posible hacer muchos cambios. Si el VIP tiene un horario de trabajo rígido, quizás solo podamos jugar con 15 minutos antes o después. Un trabajador a turnos nos será más beneficioso, al no saber exactamente los terroristas cual nos toca cada día. Un desempleado o autónomo será ideal, ya que podríamos aplicar variaciones más radicales, a lo mejor hasta 1 hora. Lo mismo es aplicable a una mujer maltratada o un famoso que no tiene que ir a trabajar a una hora concreta. Este es un aspecto que hay que tratar con el VIP, ya que posiblemente será el que más molestias le suponga. Si es un VIP muy amenazado es absolutamente necesario.
Respecto al espacio, nos tendremos que adaptar al entorno que encontremos. Es muy raro que un edificio tenga solo 1 entrada o 1 salida, y aunque esté situado en una calle de un solo sentido, siempre es posible ir en dirección contraria. En muchas ocasiones podremos visitar la zona antes de empezar el servicio (a lo mejor un par de días antes), y observar las posibilidades. Algunos ejemplos son:
-Salidas: en un bloque de viviendas moderno, normalmente hay un acceso principal y una salida de vehículos del parking (que también se puede usar para salir andando). Es posible que haya varios bloques juntos, y se pueda acceder a otro portal para utilizarlo alternativamente. También a otras salidas de vehículos. En muchos de estos bloques hay centros comerciales en los bajos, a los que a veces se puede acceder desde el interior y salir por una de sus salidas. En casas rurales a veces se puede salir por un lateral del jardín.
Una vez en la calle, no hay por qué subir al vehículo en la misma puerta, sino que se puede andar a pié un tramo para despistar. También se puede salvar así un tramo a contra dirección o una calle peatonal y subir en la siguiente calle, evitando así las calles más cercanas a la vivienda, que son las más peligrosas.
En casos extremos, se puede recurrir a desplazarnos en taxis, autobús, e incluso buscar viviendas alternativas (esto solo es posible en VIPs de primera clase) e ir combinándolas para despistar aún más a los terroristas.
Otra alternativa es salir desde el garaje en una moto, con el caso puesto. Normalmente, el primer día que cambiamos el coche no nos van a reconocer, por lo que también se puede utilizar esta táctica de salir directamente desde el parking.
Una vez que conocen el vehículo, podemos usarlo como señuelo: salir con él en una dirección conducido por un escolta, y salir al mismo tiempo a pié por otro sitio en dirección contraria.
En casos extremos, se puede salir incluso por las ventanas de una planta baja.
Si disponemos de una caravana formal, al VIP hay que colocarlo de forma que el enemigo no pueda adivinar en qué coche viaja la personalidad. Por ejemplo, situarlo en el primer coche o en el último. No obstante, la mejor táctica si hay mucho peligro es no usar este tipo de caravanas, o enviarla como señuelo y que el VIP viaje en un vehículo solo. Este vehículo no debe ser “típico” de un VIP, sino todo lo contrario. Si la personalidad suele usar un coche de gama alta, alquilar un utilitario o un monovolumen.
Hay que evitar esperar a los VIPs en el exterior, llamaremos mucho la atención. Lo mejor es permanecer en el interior del portal, en un bar cercano desde el que podamos controlarlo, en una parada de autobús, o en el coche, pero nunca de pié en la misma puerta. La única excepción a esto es que se trate de una amenaza NO TERRORISTA, como huelguistas por ejemplo. Ante este tipo de agresores, la disuasión puede funcionar.
12-Trayectos en vehículos
En los manuales se recomienda trazar una ruta principal y una alternativa, teniendo en cuenta la velocidad, el tráfico, los puntos débiles, etc. así como una o varias alternativas en caso de problemas. Esto es inútil, ya que no vamos a poder revisar todas la rutas, es más, en el 99,9% de las ocasiones, no vamos a saber el destino hasta poco antes de salir. Además, en la práctica vamos a disponer de tantas alternativas que no existe problema en simplemente elegir rutas al azar. En España esto es absolutamente válido. En entornos rurales, si es posible disponer de un todoterreno y usar en alguna ocasión pistas o salirnos del camino durante un trecho, sería ideal.
Como norma general hay que circular a la mayor velocidad posible. En ciudad esto es difícil, pero en pueblos a veces se puede circular a gran velocidad sin peligro. El objetivo de esto es que si nos están esperando para activar una bomba a nuestro paso, no les dará tiempo a acertar. Los terroristas colocarán bombas en zonas donde debamos pasar de forma obligada o reducir la marcha (curvas, badenes, pasos a nivel). Es imposible reconocer todo el recorrido, por lo que si no hay más remedio que pasar por allí, hazlo lo más rápidamente que puedas.
Durante la conducción, hay que llevar los seguros del coche echados, las ventanillas subidas, o bajadas solo unos centímetros de forma que nadie pueda introducir la mano por la abertura.
Elige siempre que sea posible el carril más cercano al centro de la calzada.
Evita llegar a detenerte en los semáforos: si observas al final de la calle un semáforo en rojo, reduce la velocidad de modo de darle tiempo para ponerse en verde y así no pararnos del todo. Si está en ámbar y puedes saltártelo, hazlo. Evita en lo posible ceder el paso. Si no hay más remedio que detenerse, nunca lo hagas en paralelo con el vehículo de al lado, sino de modo que tu morro quede a la altura del puesto del conductor, de este modo no estarás ventanilla con ventanilla. Deja también espacio suficiente con el coche de delante para poder escapar hacia un lado en caso necesario, ya que posiblemente el coche que te sigue se pegará demasiado y no podrás dar marcha atrás.
Si sospechas que te siguen, acelera bruscamente o reduce mucho la velocidad varias veces y observa lo que hace el otro. También puedes girar 3 veces seguidas a la derecha, girar hacia calles poco transitadas o con trayectorias absurdas, o girar 1 vez a la derecha y parar en doble fila bruscamente, a hablar por teléfono o algo similar.
Si descubres que te siguen, formas de perder al acosador serían: pon el indicador hacia un lado y gira hacia el otro, cambia de sentido saltándote la mediana, reduce la velocidad al llegar a un semáforo en ámbar y acelera en el último momento, o sáltatelo en rojo directamente. Las rotondas de las grandes ciudades son ideales ya que si el otro no está muy pegado es prácticamente imposible que nos siga, y no podrá observar por qué salida escapamos. Una vez que salgas de la rotonda, abandona la calle principal lo antes posible.
Al parar o estacionar, deja las ruedas giradas hacia fuera, y si es en batería, con el morro hacia la calzada para evitar incorporarnos marcha atrás.
Si se produce una emergencia y puedes escapar, no abandones el vehículo, úsalo como un arma y atropella a quien se te ponga por delante.
Si te ves bloqueado, en cambio, abandona el coche lo antes posible, ya que no te protegerá.
13-Trayectos a pié:
Los trayectos a pié nos ofrecen muchas más posibilidades que en un vehículo, ya que no estamos forzados a seguir una dirección determinada. En las grandes ciudades existen calles peatonales, de una sola dirección, que podemos utilizar para evitar que alguien nos siga con un vehículo. En los desplazamientos a pié es también muy fácil eliminar el peligro de los coches bomba, siempre que variemos las rutas.
Como norma general, nos colocaremos entre el VIP y la calzada, cambiándonos de posición según la dirección de la marcha. Es por esto que las formaciones de los manuales no funcionan, no podemos ponernos en el lado derecho del VIP si los coches pasan por su lado izquierdo.
Procuraremos caminar por el lado izquierdo de la calle, de modo que los vehículos nos vengan de frente y podamos controlarlos. Es mejor caminar por zonas donde existan aceras anchas o vehículos aparcados, ya que nos darán protección.
Conforme avancemos, observaremos lugares que nos sirvan de protección encaso de ataque: vehículos aparcados, maceteros, mobiliario urbano, portales, establecimientos comerciales, etc.
Si el VIP se detiene, nos pegaremos a la pared o a cualquier objeto, de modo que tengamos la espalda cubierta y nadie pueda sorprendernos.
Mientras caminemos, trataremos de controlar a las personas que se encuentren en un radio de unos 20 metros alrededor del VIP, ya que estos serán las amenazas potenciales. Dentro de esta distancia, cualquier persona que porte un arma blanca o contundente podrá alcanzar al VIP antes de que nos dé tiempo a desenfundar, y es una buena distancia de tiro si lleva un arma de fuego. No obstante, considera que un asesino tratará de acercarse por detrás o sorprenderte tras una esquina o saliendo de un portal.
Este es el motivo de que si trabajamos en un servicio doble, es mejor que el segundo escolta vaya separado del VIP para tener una mejor visión del entorno, de los que hay más allá de los 20 metros de seguridad.
¿En qué debemos fijarnos de las personas que se nos acerquen? En un clima frío es muy difícil saber si una persona va armada o no, básicamente nos fijaremos en las manos del sujeto sospechoso. Cualquier arma que vaya a utilizar la deberá llevar en las manos, por lo que si las lleva en los bolsillos o a la espalda, o cubiertos con un periódico o similar, elevaremos nuestro nivel de alerta hasta que se haya alejado de nuestra posición.
En épocas del año más calurosas, nos fijaremos en la línea de la cintura, buscando bultos de la culata del arma. Momentos importantes para fijarnos en esto es al sentarse o levantarse, o entrar o salir de un coche. El motivo es que el arma puede sobresalir por debajo de la camisa, y además, algo muy común es que si no ha elegido bien la funda, el arma se le moverá, e instintivamente la sujetará con la mano. Es muy normal ver a los escoltas “recolocarse” la pistola al levantarse de una silla o salir del coche.
Los terroristas nunca actúan solos, recuerda que si detectas a un sospechoso, seguro que habrá más en la zona. Es más, es improbable que el terrorista que te va a atacar se te acerque de frente, tratará de hacerlo por la espalda o esperarte en una esquina, un portal, aprovechar cuando estás en el coche (detenido), etc. Siempre hay que mirar hacia atrás periódicamente durante la protección dinámica.
Además de los terroristas, no hay que olvidar el riesgo que suponen otros tipos de delincuentes, perturbados, borrachos, etc. Los delincuentes comunes no saben (como los etarras o los borrokas), que el tipo bien vestido que va a sacar dinero al cajero tiene escolta, y pueden tratar de atracarle como a otra víctima cualquiera. Ante uno de estos elementos que se acerque hay que actuar con firmeza, haciéndonos visibles. Respecto a esto, decir que la única vez que tuve que enseñar el arma en el País Vasco fue ante un delincuente común (un moro).
14-En el trabajo: edificios oficiales, grandes empresas, jueces y magistrados, comerciantes o autónomos, agricultores o granjeros, desempleados
Los edificios oficiales, como Ayuntamientos, Juzgados, etc tendrán seguridad pública en la forma de policía local o autonómica o incluso Guardia Civil en la puerta. Muchos escoltas confían en esto para dejar al VIP allí y marcharse. Esto es un error, ya que estos policías no habrán controlado el despacho del VIP ni a posibles funcionarios que sean simpatizantes de ETA. Hay que entrar hasta el despacho para cerciorarnos de que todo está bien, y ser “visibles”, que vean que nos preocupamos por la seguridad del VIP. Esto llegará a oídos de los terroristas.
La policía local y la autonómica no son de fiar, no comentes con ellos aspectos relacionados con la protección. Si necesitas ayuda en algún momento, busca Policía Nacional o Guardias Civiles.
En edificios públicos es muy común que los escoltas se reúnan en las inmediaciones formando un “corrillo”, o en un bar cercano, o cerca de la zona de estacionamiento de los coches. Además de llamar la atención, es una actitud muy poco profesional. Como norma general, en las horas de trabajo evita reunirte con los demás compañeros.
Los grandes empresarios son servicios especiales en el sentido de que normalmente solo existirá un escolta y raramente coincidirás con otros compañeros, a excepción de los vigilantes de seguridad si es que los hay en la empresa. Es muy complicado pasar desapercibido, al poco de trabajar en el servicio todos los empleados conocerán de tu presencia. Esto no debe preocuparte, respecto a la protección existen dos posibilidades: la primera es que el VIP esté amenazado por ETA, en este caso es muy raro que dentro de la empresa existan elementos hostiles o informadores. La segunda es que la amenaza sea una huelga, en cuyo caso sí que tendremos que preocuparnos de las acciones de los trabajadores.
El empresario amenazado por ETA es muy similar al político que acude a un edificio oficial, nos centraremos en la posibilidad de un secuestro, haciendo hincapié en el cambio de rutinas e itinerarios. Le recomendaremos la mejora de las medidas de seguridad en su hogar, respecto a cerramientos, portero automático y si es necesario, alarmas y/o perros. Si no se dispone de estos dos últimos, unos carteles avisando de su presencia también pueden ser útiles. Daremos consejos de autoprotección a los familiares, a continuación ofrezco un modelo:
MÓDULO ESCOLTA PREPARATORIO PAIS VASCO
1-Diferencia entre escolta pública y privada
Aunque en principio los cursos de escolta se imparten con unos contenidos homogéneos tanto si se trata de funcionarios como de trabajadores de seguridad privada, la realidad es que en la práctica encontramos diferencias importantes que hacen inviable la aplicación de las mismas técnicas.
La escolta “pública”, realizada por funcionarios, se caracteriza por la gran disponibilidad de medios (personal, vehículos, información), así como de beneficiarse de la condición de agentes de la autoridad de los escoltas.
La escolta “privada” en cambio se realiza en muchas ocasiones en solitario, sin medios técnicos adecuados (coche sin blindaje, inhibidores de frecuencia anticuados o de escasa potencia, sin fuentes de información acerca de la actividad terrorista en la zona), y ante un enfrentamiento directo, el escolta privado no puede hacer prevalecer la condición de agente de la autoridad.
Por ello, la mayoría de las técnicas presentes en los manuales (avanzadas, caravanas, círculos de protección, formaciones, etc), no se pueden realizar. Mas aún, las experiencias recientes han demostrado que los conceptos clásicos acerca de la escolta (basados en la protección física y la disuasión), no son efectivos, véase el ejemplo de Irak, donde los terroristas atacan y destruyen incluso carros de combate.
Como consecuencia, en lugar de “endurecer” los objetivos, se opta por actuar con distintas técnicas de engaño para evitar que el enemigo pueda planificar el ataque, incluso que no pueda llegar a localizarnos. La premisa es “SE IMPREDECIBLE”.
-Diferencias entre escolta en País Vasco y otras zonas de España
El trabajo cotidiano en el País Vasco se diferencia de otros lugares de España como Madrid, Barcelona o la Costa del Sol, en el concepto que el VIP tiene del escolta. Es frecuente que fuera de Euskadi se conciba el escolta bien como un “gorila” o bien como un “mayordomo”. Esta situación es aceptada por muchos escoltas para mantener un puesto de trabajo en “su casa”.
No obstante, en el norte lo común es actuar únicamente como escolta (salvo contadas excepciones), es decir, es posible ejercer la profesión tal y como es, centrada en las técnicas de protección. Dada la cantidad de servicios disponibles, recomendamos evitar los servicios en los que el VIP solicite que realicemos tareas fuera de nuestras competencias, solicitando el cambio de servicio si esto ocurriera.
-Características del VIP en País Vasco
Respecto a esto, haremos 2 matizaciones:
Por una parte, la imagen general del VIP atemorizado por los terroristas es falsa, la mayor parte de ellos no tienen ningún miedo a un atentado. Algunos incluso aceptan la protección porque de rechazarla pierden el derecho a indemnización para sus familias si mueren. Esto se traduce en que en ocasiones es muy complicado lograr que acepten las indicaciones del personal de seguridad. Muchas veces hay que dar “una de cal y otra de arena”, evaluando el escolta las medidas mas convenientes para garantizar la seguridad y cediendo en otras para no “quemar” al protegido.
Por otra parte, dentro de la escolta política podemos encontrar personas de todo tipo y condición: ten en cuenta que cualquiera se puede presentar en una lista política, desde carteros o agricultores hasta abogados o ejecutivos de grandes empresas. Puede tratarse de un hombre de 50 años que los fines de semana va a pasear al parque o de una chica de 20 que quiere ir de botellón con los amigos. Puede que sea un beato o un putero, un ultraderechista o un gay, en general es un grupo mucho más heterogéneo que fuera de Euskadi.
Lo más normal es que no se trate de políticos liberados, sino que tengan sus profesiones, y que ocasionalmente acudan al ayuntamiento o a algún acto oficial. Es por esto que la mayoría del tiempo nuestro trabajo se realizará fuera de ambientes oficiales, lugares donde precisamente se centran los manuales de escolta.
2-Proceso hasta ocupar el puesto de trabajo
En cuanto al camino a recorrer hasta trabajar como escolta, debemos disponer de la documentación en vigor: TIP de vigilante de seguridad, TIP de escolta privado y licencia de armas C. Respecto a la licencia de armas, como es sabido los vigilantes realizan los ejercicios con revolver y escopeta, siendo preciso hacer un tiro con pistola semiautomática. En ocasiones este tiro no se realiza, pasando el escolta una clase práctica con el inspector de la empresa y presentándose al siguiente tiro programado (los escoltas han de realizar 4 al año, 2 de ellos puntuables). Caso de no pasar un tiro puntuable, hay que hacer un tiro de recuperación, y si tampoco lo superamos, se nos retirará la licencia hasta que obtengamos la puntuación mínima en el siguiente ejercicio. Por tanto podemos estar 3 meses sin trabajar por no acertar al blanco con la mitad de los disparos.
Es conveniente tener la documentación (TIPs y licencia C) en buen estado de conservación (sin doblarlos y plastificados o en una carterita la licencia –no plastificar esta última),ya que puede ser objeto de sanción por parte de la Guardia Civil. La pérdida o sustracción de esta documentación también es sancionable por el Reglamento de Seguridad Privada. Y no decir la pérdida o sustracción del arma.
Una vez dado de alta en la empresa, normalmente pasaremos directamente a trabajar de escolta. En algunos periodos en los que existían demasiadas solicitudes, algunas empresas como OMBUDS han obligado a los escoltas a trabajar de vigilantes unos meses (3 a 6) antes de asignarles un servicio. Esto se justificaba en la cantidad de desmanes que algunos escoltas cometieron, utilizando este periodo como una prueba.
También es común cubrir al principio servicios como “correturnos”, esto es , cubrir descansos o bajas de otros compañeros. Esta dinámica de trabajo no es del agrado de muchos, pero es útil para conocer los tipos de servicios y las zonas, y siempre existe la posibilidad de que nos asignen a un servicio que ya conozcamos.
En esta fase nos entregarán el arma, 25 cartuchos, en algunas empresas una funda, un teléfono (en algunas empresas se puede utilizar para todo tipo de llamadas, y en otras solo con llamadas restringidas), y si el servicio lo tiene asignado, un vehículo de alquiler. Los vehículos de alquiler son utilitarios normales, los modelos más comunes son Renault Megane, Opel Astra, Fiat Stilo, Nissan Almera, y similares. En algunos servicios asignados a alcaldes se pueden encontrar Opel Vectra, Renault Laguna e incluso Audi A4, siendo esto último extremadamente raro. Los escoltas (los servicios con vehículo son siempre dobles) son responsables del mantenimiento del coche. También es normal que nos entreguen un inhibidor de frecuencias (de mala calidad, pero que es obligatorio portar y utilizar). Es común que los escoltas adquieran de modo particular una antena para aumentar su potencia, que se instala con un chupón al capó del coche.
Los desplazamientos en el vehículo de la empresa tienen que declararse, es decir, al final del servicio, cuando nos pongamos en contacto con el CECOR tendremos que informar del total de kilómetros recorridos y del itinerario seguido. NUNCA hemos de declarar la verdad respecto al recorrido. Anotaremos los kilómetros reales en una libreta, y con la ayuda de un mapa de carreteras “cuadraremos” un recorrido ficticio con estos kilómetros. Esto es muy importante, ya que si no nos llamarán para preguntarnos por el desfase de kilómetros, siendo posible incluso que nos sancionen, o nos hagan pagar la diferencia de kilometraje.
Respecto a mentir en los recorridos, ten en cuenta que no sabes quien puede tener acceso a los partes, puede que el ertzaina o la operadora de teléfono que te atiende sea una informadora. En los servicios de Gobierno Vasco hay que entregar un parte diario donde se refleja hora a hora lo que hace el VIP. La solución es hacer un listado de bares y comercios de la zona y falsear sistemáticamente los partes, por ejemplo poner que habéis desayunado en una cafetería 10 calles más debajo de la que habéis utilizado en realidad . Nunca se van a dar cuenta y estaréis evitando que nadie sepa las actividades del VIP y por extensión, las vuestras.
En el pasado también se entregaban buscas, aunque esto ha sido sustituido por teléfonos de última generación.
A continuación nos presentarán al VIP y comenzaremos a trabajar (ver capítulos sucesivos).
Condiciones de trabajo: horarios, sueldo, trato con la empresa
Los horarios en principios no existen, se trabaja todos los días de la semana desde que el VIP sale de su casa hasta que vuelve a ella para no salir más. En algunas empresas se pactan contratos con número X de días libres al mes, esto depende de la empresa en cuestión y de la época que nos toque vivir. Respecto a los horarios, varían enormemente de unos servicios a otros, depende en gran medida de la suerte. En algún servicio podemos trabajar 2 horas y en otros 18. Además, estas horas pueden ser “reales”, es decir, pegados al VIP por la calle, o no (dejamos al VIP en su trabajo y volvemos a recogerlo por la tarde, con lo que solo trabajamos efectivamente el rato en que lo trasladamos de su casa al trabajo y vuelta), disponiendo de tiempo libre entre tanto. En algunos servicios incluso podemos irnos a casa, al gimnasio, a la compra, etc. En este sentido, los mejores servicios son los políticos de alto standing, que deben permanecer en el ayuntamiento todo el día, y los ejecutivos de empresas importantes, que tendrán un horario marcado en su oficina.
Los peores en cambio serían los autónomos, las profesiones que deban desarrollarse en la calle (carteros o comerciales, por ejemplo), las que deban realizarse de cara al público, y los desempleados (tienen horarios imprevisibles).
En relación al sueldo, es variable según la empresa. Suele rondar los 2500-3000 euros netos por 30 días trabajados, restando unos 100-120 por cada día de descanso que solicitemos. En algunas empresas, si el VIP se ausenta y nos prestamos a cubrir otro servicio, se cobra doble ese día.
Las dietas corren de cuenta del escolta. Antiguamente se cobraban aparte, así como el kilometraje. También se cobraba según las horas trabajadas, con lo que los sueldos se disparaban a 4000-6000 euros netos (años 2000-2001). Los abusos cometidos llevaron a las empresas a “cerrar el sobre”, o imponer sueldos fijos se trabajara lo que se trabajara, que es el sistema que rige en la actualidad. Del sueldo hay que descontar el alojamiento. Lo más aconsejable es compartir piso con otros compañeros, o incluso buscar pensiones en las que únicamente se alojan escoltas (por ejemplo, en Barañain existe una que nos da pensión completa, lavado de ropa y planchado por 600 euros al mes).
Las fechas de cobro suelen ser entre el 1 y el 5 de cada mes, sin problemas a este respecto.
Importante: el primer mes solo cobramos el sueldo base, unos 1300 euros, por lo que tendremos que llevar un fondo para subsistir los dos primeros meses.En Seguriber entregaban 1000 euros de anticipo como ayuda para este periodo, que se descontaban en la liquidación al abandonar la empresa.
Es de destacar que una vez hayamos obtenido experiencia en el País Vasco, es posible encontrar trabajos en otras zonas con sueldos de hasta 6000 euros al mes, incluso mayores.
El trato con la empresa es en ocasiones difícil, peor cuanto mayor es la empresa, pero en esto no difiere de cualquier otra actividad. Lo mejor es centrarnos en nuestros objetivos y no hacer mucho caso de lo que nos venga de la empresa que nos contrate.
En referencia a las huelgas, no suelen ser permitidas por el Ministerio, aplicando un “abandono de servicio” como si fueramos funcionarios, con la correspondiente sanción muy grave.
3-Equipo básico: lo que proporciona la empresa y lo que debemos llevar nosotros
Como hemos visto, gran parte del material necesario nos lo proporcionará la empresa, no obstante hay otros elementos fundamentales que tendremos que comprar de nuestro bolsillo:
-Funda de pistola y de cargador: en algunas empresas no nos los darán. Es recomendable una funda de cuero o kydex (tipo Fobus o “israelita”). No recomiendo las de cordura, ni las sobaqueras ni riñoneras de ningún tipo. Las fundas de cordura se deforman muy rápido, las sobaqueras son muy incómodas y en la mayoría de los casos se “ve” el arma, y las riñoneras van anunciando a gritos “soy escolta y aquí llevo el arma”.
-Linterna: es absolutamente imprescindible, ya que sin ella no podremos ver los bajos del coche o su interior, e incluso el interior de los buzones. También es útil para defendernos deslumbrando a un posible agresor. Recomiendo comprar una de la mejor calidad, como la Streamlight nightfighter. Hay que llevar baterías de repuesto.
-Munición: en la empresa nos entregarán 25 cartuchos, por lo que no podremos llenar a tope los 2 cargadores de 15 que vienen con el arma, así que es buena idea llevar una caja para disponer de algunos más. La mejor munición para defensa es la de punta hueca, pero podemos tener problemas legales. Ante la duda llevar blindada de una buena marca (no santa barbara). Es más importante que la munición esté en buen estado y sea de buena calidad, que el tipo de punta que monte. Ten en cuenta que algunas empresas como SECURITAS hacen inspecciones para comprobar que solo llevamos 25 cartuchos, y en ocasiones también las han hecho la Guardia Civil
-Mapas de País Vasco y Navarra: en muchas ocasiones tendremos que acudir a pueblos que no conocemos, y es bueno disponer de mapas o un GPS.
-Aunque el chaleco antibalas es muy recomendable en cualquier servicio de seguridad, no es algo a lo que debamos dar prioridad en condiciones normales, ya que en la actualidad los tiroteos entre etarras y agentes de seguridad son extremadamente raros.
-Algunos compañeros han comprado walkie talkies para comunicarse entre ellos y con el VIP con muy buen resultado, aunque no es un elemento imprescindible, que podemos suplir con el móvil.
-Pequeña libreta y boli: absolutamente imprescindible. Buena idea llevarlos en una bolsa de zip-lock para evitar que se mojen.
-Dinero: es bueno llevar algo de dinero en efectivo, ya que puede que no encontremos oficinas de nuestro banco en según que pueblos.
-Teléfono móvil: aunque prácticamente todas las empresas entregan móviles, es una buena idea llevar uno propio de una compañía que sea fiable (con cobertura).
-Documentación: en el pasado era muy frecuente ver placas similares a las de la policía para portar el carnet profesional. La utilidad de estas se basaba en la opción de utilizarlas como engaño frente a los borrokas. Agredir a un policía constituye delito de atentado, cosa que no sucede en el caso de un escolta privado. Ante una situación de peligro, dando un “placazo”, el escolta podía disuadir al agresor o agresores. Otra opción era a la hora de entrar en un edificio o acceder a un acto público, agilizando la identificación ante los agentes que estuvieran a la entrada, y confundiendo una vez más a los posibles observadores que hubiese en la zona. El problema es que algunos escoltas empezaron a utilizar estas placas para hacerse pasar por funcionarios con el objetivo de acceder a discotecas, párkings, etc. de forma gratuita, lo que ocasionó una oleada de inspecciones y sanciones a sus portadores.
Como souvenir no niego el derecho de quien quiera adquirir una a hacerlo, pero desaconsejo totalmente el portarlas de servicio y mucho menos utilizarlas para identificarse.
En la mayoría de las ocasiones es también imprescindible el cargador de móvil para el coche.
4-Cualidades del escolta: puntos a evitar
El trabajo de escolta es muy sencillo y no se nos va a pedir que seamos “rambos”. Lo que sí se nos va a tener en cuenta es una buena presencia y educación. El tipo de vestimenta es normal, no se viste de traje y corbata salvo MUY CONTADAS OCASIONES. En mi caso en 3 años solo lo hice 2 veces.
Vestidos de traje únicamente lograremos atraer la atención. Lo mismo se aplica a las gafas de sol cuando no hace sol, y los chalecos “de pescador” o de “aventura” , las riñoneras israelíes, los “pinganillos”, y los pins de asociaciones de escoltas o de escuelas de entrenamiento en la solapa.
Por supuesto, ser puntuales y no beber alcohol durante el servicio, ni ir de juerga el día anterior. Es lamentable la imagen de un escolta durmiendo la mona en el coche en la puerta del trabajo del VIP o del ayuntamiento (esto ha sucedido en realidad).
En general, procurar vestir de forma lo más similar posible al VIP, e ir aseado y afeitado.
Preparación previa
Existe el mito fomentado por algunos centros de formación, de que son necesarias ciertas habilidades para el trabajo como las artes marciales, la conducción evasiva, el protocolo, los primeros auxilios, etc. La realidad es que muchos de estos conocimientos no son en absoluto prácticos, y estaremos tirando nuestro tiempo y dinero.
La conducción evasiva tipo “californias”, “vueltas cortas”, etc no se realizan en la práctica nunca. Lo que SI es imprescindible es saber conducir con seguridad, con nieve o hielo, de forma que no tengamos accidentes, así como saber mantener correctamente el coche, cambiar ruedas, etc. Los inviernos en el norte son invariablemente muy crudos, y en algunos servicios hay que conducir hasta 500km diarios. De hecho, todos los años muere algún escolta en accidentes de tráfico.
La defensa personal está bien, pero a puñetazos no defenderemos al VIP, ya que cuando vengan a por nosotros serán quizás 10 contra 1. De todos modos, es bueno tener una buena forma física, una buena presencia.
Los cursos de primeros auxilios pueden sernos útiles en caso de una emergencia general del VIP: un accidente, una caída, un ataque de ansiedad, etc. Es conveniente tener un buen botiquín en el coche.
Los cursos de protocolo tampoco son útiles, normalmente no vamos a asistir a actos donde debamos comportarnos de determinada manera. Pienso que todos tenemos un mínimo de educación para comportarnos en un lugar público, en la mesa, etc. En general, es aplicable lo que comenté anteriormente acerca de ir aseado, afeitado, y NO BEBER. Los peinados extravagantes, tatuajes, piercings, etc tampoco son recomendables si vamos con un VIP de primera categoría.
Por último, con referencia al tiro, sí es imprescindible haber tirado algo, con el objetivo de pasar los exámenes para la licencia C y para las tiradas periódicas. Recordemos que no hacerlo supone pasar una temporada sin trabajar.
Los cursos de protección en Israel y similares, no suelen ser necesarios para obtener un puesto en el norte, es un tipo de formación que las empresas españolas no valoran. Por otra parte, las academias que ofrecen este tipo de cursos en muchas ocasiones no ofrecen una formación de calidad. En la actualidad los mejores centros de formación se encuentran en Estados Unidos (Blackwater por ejemplo), aunque repito, no son unos cursos adecuados en relación al coste-beneficio.
5-Apoyo empresa y FCS. Fuentes de información.
La información que obtenemos de la empresa y de las FCS es mínima, por no decir que es inexistente. Las FCS suelen ser bastante desconfiadas con la información que dan a los escoltas privados.
Sin embargo, en general podemos obtener la colaboración de FCS si tenemos un problema, por ejemplo si vemos un vehículo sospechoso, o alguna persona extraña por los alrededores. Es común que se solicite a la policía la identificación de personas, ya que los escoltas privados NO PUEDEN IDENTIFICAR a personas en la vía pública. Tampoco se puede detener salvo fuera de los casos permitidos por la ley para los ciudadanos en general, es decir, delito flagrante, huida de centro de detención o durante su traslado al mismo.
Las mejores fuentes de información de que disponemos serán el propio VIP y algún vecino en quien podamos confiar, así como los compañeros que lleven tiempo en la zona. Principalmente se trata de identificar a cuantos “borrokas” podamos, familiares de terroristas, simpatizantes, etc.
Normalmente, las casas de los familiares de presos tienen un cartel de “euskal presoak” en la terraza, con lo que son rápidamente localizables.
También es aconsejable localizar la herriko taberna del pueblo (bar abertzale), para evitar pasar por sus inmediaciones con el VIP, así como las sedes de partidos radicales (ANV, HZ, PCTV, Batzarre, etc.).
En general lo mejor es desconfiar de todo el mundo, sin importar sexo o edad. Los informadores pueden tener cualquier apariencia, ser cuponeros, niños, jubilados, etc.
6-presentación al VIP. Trato con el VIP
La presentación al VIP suele ser en su domicilio a última hora de la noche. En ocasiones esto no es posible y se acuerda por teléfono para el día siguiente. Se hace una llamada o se envía un mensaje al VIP para avisarle de que estamos esperándole y cómo vamos vestidos o donde estamos situados. Como en la actualidad muchos servicios son dobles, evitamos este problema ya que el compañero suele ser antiguo en el servicio.
El trato con el VIP debe ser lo más lejano posible. Generalmente tomar confianzas trae malas consecuencias a largo plazo. Puede que el VIP termine pidiéndonos que le hagamos “recados”, o que nos amenace con “putearnos” cuando tratemos de que cumpla las recomendaciones de seguridad. La mayoría de los escoltas que se toman confianzas con el VIP son malos escoltas, que pretenden que el protegido les “tape” los defectos a cambio de que no les presione con las medidas de seguridad.
Si acostumbramos al VIP a hacer un servicio relajado, el día que tratemos de endurecerlo se negará, y nosotros daremos una imagen de poca profesionalidad “¿por qué no me aconsejabas esto antes?”.
Además, por muy bien que nos llevemos con el VIP, no olvidemos que ellos NO NOS QUIEREN, preferirían cualquier opción antes de llevar a una persona al lado que les coarta la libertad. Por tanto, no esperes que cuando se plantee una tregua o una reducción de seguridad, o incluso que el VIP deje de ser cargo público, haga ningún movimiento para mantener el servicio para que tu no pierdas tu puesto de trabajo.
El trato con la familia del VIP y sus compañeros de trabajo (a no ser que sean borrokas, claro), suele ser bueno.
En la primera toma de contacto con el VIP hay que anotar cuidadosamente el nombre del mismo, de sus familiares, la dirección exacta de la calle, su teléfono móvil, la matrícula y modelo del coche, y la hora a la que quiere que le recojamos al día siguiente.
Por supuesto, evitar entablar relaciones de otro tipo con el VIP o sus familiares. Es normal en casos de VIPs femeninos y escoltas masculinos que se acaben “enrrollando”, dándose el caso de separaciones, divorcios, etc. Normalmente el escolta es el perjudicado, en los casos que conozco, la empresa les despidió para evitar mala imagen.
7-Tipos de servicio: simple /doble, urbano, rural, VIP 1º clase, 2º clase, empresario
En el País Vasco podemos encontrar los siguientes tipos de servicios:
-Servicio simple:
Se realiza con el vehículo del VIP, él conduce y el escolta va en el asiento del conductor. Cuando el VIP permanece en el trabajo, es normal que el escolta se haga cargo del vehículo. Hay que ser muy cuidadosos con los vehículos particulares de los VIPs, es decir, no tener accidentes con ellos. En este tipo de servicio la premisa es pegarse al VIP lo máximo posible, y aplicar las técnicas de engaño sistemáticamente.
-Servicio doble:
La idea que se suele dar de los servicios dobles en los cursos de escolta es aplicar una célula o cápsula en base a estos dos escoltas. De hecho, uno de los escoltas ha de actuar como conductor y el otros de acompañante. Sin embargo, el disponer de otro escolta ofrece posibilidades en otros sentidos. Que estemos los dos pegados al VIP no ofrece necesariamente mejor seguridad. Además, tendremos a los dos miembros del servicio identificados. En un pueblo pequeño, es imposible que no nos identifiquen, pero en una ciudad como Pamplona o San Sebastián, si el segundo escolta se mantiene un poco alejado, es fácil que pase desapercibido. Esto nos da una gran ventaja la hora de detectar a posibles agresores, realizar avanzadas, etc. Por ejemplo, el segundo escolta puede ir a una cafetería a la que vamos a acudir a desayunar y sentarse allí como si fuera un cliente más. Al llegar el VIP con el otro escolta, los mismos ni se fijan ni comunican con el otro compañero para no delatarle. Si ocurre algo, este segundo escolta sorprenderá a los agresores con su actuación, lo que puede ser la salvación en una situación de peligro. Ni que decir tiene que este escolta encubierto ha de vestir de forma que no atraiga la atención, no parecer un escolta.
-Servicio urbano:
En ciudad la protección es muy sencilla, ya que las posibilidades son infinitas. En un enfoque tradicional de la protección, sería el entorno más complicado, ya que nos obligaría a realizar una requisa enorme y una planificación exhaustiva de rutas principales y alternativas, etc. Sin embargo, lo mismo se puede aplicar al comando terrorista que pretende atentar contra nosotros. La realidad es que tratar de controlar una zona urbana es imposible, incluso teniendo a nuestra disposición gran cantidad de personal. Si pensamos que solo estaremos nosotros o a lo sumo un compañero más, la tarea resulta impracticable. La solución es no realizar planificación ni requisas de ningún tipo, y actuar de forma caótica en nuestros desplazamientos. Un análisis de la zona donde nos movamos revelará multitud de calles y rutas por las que transitar, incluyendo las calles a contradirección o pequeños tramos peatonales. Una vez que conozcamos el área, solo habremos de usar las rutas aleatoriamente, decidiendo sobre la marcha cual tomar. En este tipo de servicios el momento más peligroso suele ser la llegada al trabajo. En capítulos sucesivos veremos cómo realizar las salidas y llegadas con seguridad.
-Servicio rural:
En los pueblos pequeños es prácticamente imposible pasar desapercibido, nos detectarán nada más llegar, y es inútil tratar de pasar desapercibidos. La ventaja que ofrece estas zonas es que tenemos mucha más libertad para aplicar las técnicas de protección. En la mayoría de estos pueblos no existe si quiera policía local, y vosotros seréis las únicas personas armadas “de los buenos”. En algunos pueblos la situación es más propia del oeste americano que de la actualidad.
Aquí la premisa es actuar de forma mucho más agresiva con los cambios de rutinas, y aprovechar al máximo las infracciones de tráfico, como circular a gran velocidad o contra dirección. Más adelante describiremos casos prácticos en estos escenarios. Aquí hay que tener en cuenta que los terroristas también tienen mucha más libertad para actuar, por lo que debemos aplicar las técnicas correctas.
-VIP de primera clase:
Los VIPs de “primera clase”, es decir, altos cargos políticos, jueces y grandes empresarios, no son comunes, ya que la mayoría tienen escolta pública (policías, ertzaina, forales, etc). No obstante es posible que nos asignen a algún alcalde de pueblo, tenientes de alcalde, jueces, presidentes de juventudes de los respectivos partidos, etc. Estos VIPs son poco aconsejables, a pesar de que algunos compañeros presuman de ir con ellos. La realidad es que se suele trabajar muchas más horas con estos, ya que acudirán a muchos más actos públicos, y prácticamente todos los días acudirán a la sede del partido o al ayuntamiento. También es posible que nos obligue a vestir de una determinada forma o a viajar. Si tienes en cuenta que vas a cobrar lo mismo que otro compañero que a las 5 de la tarde lleva a su VIP del trabajo a su casa y acaba el servicio, esto no es ninguna ventaja. También es común que estos VIPs acepten mucho peor las recomendaciones de seguridad, o no las acepten en absoluto. Estarán más acostumbrados a que actuéis de chóferes que de escoltas, lo que les parece natural ya que no tienen conocimientos de seguridad o son erróneos.
En los actos importantes suelen colocarse en lugares difíciles de defender desde el punto de vista de la seguridad, y son de los que se quedan hasta el final. En este tipo de actos es normal que haya mucha presencia policial, por ejemplo en un mitin político donde vaya un cabeza de lista como Rajoy o Zapatero. No debemos confiar en que los funcionarios hagan su trabajo, la premisa es buscar una vía de escape, o si esta no es fácil de alcanzar, un refugio donde evacuar al VIP en caso de emergencia. En todo caso, tenemos que permanecer cerca del VIP, y no perderlo de vista.
-VIPs de segunda clase:
Los más comunes. Tienen trabajos normales: tendero, cartero, abogado, albañil, etc. Solo acuden a actos políticos en muy contadas ocasiones, estando la mayor parte del tiempo en su trabajo habitual o de ocio. Es normal que la primera actividad que hagan cada día sea llevar a los niños al colegio, y después acudir al puesto de trabajo. Al mediodía vuelven a comer a casa, regresan por la tarde al trabajo, y tras este, puede que vayan con sus hijos al parque, de compras al supermercado, a realizar alguna visita, etc. Los fines de semana pueden ir a misa, de compras, a comer a casa de algún amigo o familiar, etc. Este tipo de actividades de pueden manejar con cierta facilidad y no suponen un gran peligro. Recuerda que lo realmente peligroso es acudir a actos públicos en los que los anfitriones u organizadores (VIPs de primera clase), no han preparado dispositivos de seguridad adecuados. En servicios de poco riesgo, el VIP puede prescindir del servicio los fines de semana o los domingos, con lo que dispondremos de tiempo libre sin perder dinero. Los políticos de segundo orden, como concejales de carteras de poca importancia (deportes, asuntos sociales, etc) no suelen acudir a actos importantes, y cuando lo hacen se van lo antes posible. De todas formas, no hay que perderlos de vista, ya que si ocurre algo, en la multitud no seremos capaces de localizarlo.
-Empresarios:
Los empresarios pueden ser también de “primera” o “segunda clase”, aunque predominan los primeros, ya que han de pagarse la escolta de su propio bolsillo. No suelen ser tan exigentes o difíciles de llevar que los políticos, y la principal amenaza no es el atentado sino el secuestro. Los empresarios no suelen cambiar de escolta, y si se realiza bien el trabajo, es posible firmar un contrato privado con él y permanecer en el servicio hasta “la jubilación”. El problema más común que podemos encontrar con un VIP de esta clase es una huelga o conflicto laboral de cualquier clase. Más adelante estudiaremos cómo actuar en este tipo de situaciones.
-Mujeres maltratadas:
Este tipo de servicios se diferencian de los anteriores en que Sí sabemos quién es el agresor, donde vive, qué vehículo puede utilizar, etc. Además, es un tipo de enemigo que no va a disponer de medios sofisticados, como explosivos, y es raro que disponga de armas de fuego. Tampoco suele tener entrenamiento de combate como un terrorista, ni conocimientos sobre las tácticas de estos o sobre seguridad.
Por otra parte, es un elemento con el que es más probable que tengamos que enfrentarnos abiertamente, incluso llegar a las manos, cosa que es extremadamente rara con los terroristas.
En este caso, hay que tener en cuenta que el agresor ya posee gran cantidad de información sobre la víctima, y que somos el único objetivo, por muy bien que hagamos el trabajo, no se van a ir a por otro blanco más fácil.
En la gran mayoría de los casos de maltrato ( casi la mitad), existen problemas de alcoholismo y/o drogadicción, o trastornos psicológicos, esta es la principal causa de las agresiones domésticas (Morillas). En consecuencia, es muy probable que en el momento del hipotético enfrentamiento, el agresor venga borracho o drogado. Esto le hace ser un adversario más fácil de neutralizar (tiene sus reflejos disminuidos), pero también lo hace más decidido.
Asimismo, hay que conocer a los amigos y familiares del maltratador.
Las tácticas a emplear son similares a las que usamos contra ETA: hay que tratar que no nos localicen. Si es posible, recomendar a la mujer que cambie de domicilio, mucho mejor de ciudad, y que no se lo comunique A NADIE. Si esto no puede ser, cambiar al máximo la rutina, combinada con contravigilancias discretas para detectar al maltratador si se encuentra por la zona. Este sabrá las rutinas de la mujer, por lo que es lo primero que hay que variar: sobre todo la hora de llevar a los niños al colegio y salir para la compra. Si lo vemos, el protocolo a utilizar es avisar a la mujer para que no salga de la casa y avisar a FCS. Si es factible, cambiar el número de teléfono de la mujer maltratada, y mejorar la seguridad pasiva de la casa (los accesos), para impedir que por ejemplo, sea fácil tirar la puerta abajo. Por descontado cambiar la cerradura inmediatamente.
Recomienda a la mujer que no abra la puerta a nadie si no está segura de quien es, sobre todo a horas extrañas.
La salida y entrada a la casa se hará acompañando a la mujer hasta la misma puerta, incluso esperando a que compruebe que la casa es segura.
8-Planificación previa: análisis de vulnerabilidades
Es habitual que al llegar a un servicio no tengamos información acerca del mismo, sobre todo de lo más importante: las rutinas del VIP. Por ello, nos daremos un plazo prudencial (una semana, por ejemplo), en el que confeccionaremos un cronograma: anota horarios y actividades durante estos 7 días. Transcurridos estos, compara las anotaciones para reconocer las rutinas: por ejemplo, que fue 3 días a desayunar al bar “Iruña” entre las 08:00 y las 08:15 y salió del mismo entre las 08:30 y las 08:45. Esta sería una rutina importante. Nuestro trabajo a continuación, es diseñar estrategias para eliminar estas rutinas. Recuerda que “endurecer” el blanco es inútil. Si mientras que estamos en la cafetería nos aparcan un coche bomba cerca de la puerta, no podremos evitar convertirnos en víctimas. La solución es buscar otras cafeterías en la zona y recomendar al VIP utilizarlas alternativamente. Si le explicamos la razón del cambio, no hay motivo para que se niegue. En los servicios dobles, en los que conducimos nosotros, existe la posibilidad de que el VIP lo deje a nuestra elección directamente. Esto es más normal en VIPs que sean altos cargos.
En un servicio en el que detectemos muchas rutinas (en mi último servicio eran 47), y en el que el VIP se niegue a cambiarlas, lo mejor es solicitar el cambio de servicio, ya que en estas condiciones es imposible evitar un atentado.
9-Enfoque del trabajo diario: SA,OODA
Estos dos conceptos son los más importantes en la protección, y los que se están aplicando con mayor eficacia en Irak. Los dos se refieren al manejo de la información. Si partimos de la idea de que el agresor debe disponer de información para planificar el atentado, si nosotros le negamos esa información, o la manipulamos, no podrá llegar a realizar el ataque. Recuerda que una vez que nos vemos en medio del atentado, es prácticamente imposible salir indemne.
El primero corresponde a las siglas de Situation Awareness, o Alerta Situacional. Consiste en una escala que relaciona el nivel de información que dos oponentes tienen el uno del otro, de la siguiente forma:
SA nivel 4: el enemigo sabe y yo no. Esta es la peor situación posible, ya que el terrorista sabe quién soy, por donde me muevo, mis rutinas, mis puntos débiles, etc. Sin embargo yo no los conozco a ellos, no sé cuándo se producirá el atentado, ni de qué forma, etc. Prácticamente soy un conejo caminando hacia el puesto del cazador. Sin embargo, esta es la situación mayoritaria de los escoltas en el País Vasco: se limitan a “pasearse” con el VIP, o a aplicar tácticas anticuadas mientras los informadores y los terroristas pululan a su alrededor sin que los reconozcan.
SA nivel 3: Ninguno de los dos sabemos. Este es quizás el nivel más alto al que un escolta privado puede aspirar en el trabajo cotidiano. Ya que no vamos a tener acceso a información para identificar a los terroristas, si aplicamos correctamente tácticas de engaño, al menos los terroristas tampoco tendrán la información necesaria para planear el atentado.
SA nivel 2: Los dos saben. Esta situación es típica del momento en que se desencadena un enfrentamiento abierto. No es una etapa aconsejable, ya que se supone que cualquiera puede ganar.
SA nivel 1: Yo sé y el enemigo no. Se obtiene a partir del nivel 2, degradando la SA del enemigo. Este concepto está relacionado con tener “ases en la manga”, trucos que vuelvan las tornas contra los terroristas. En esencia, reaccionar más rápidamente que ellos a los acontecimientos para desbaratar su plan.
Esto lo veremos con detalle más adelante.
El segundo concepto, el giro OODA o Regla Boyd, por su inventor, describe un enfrentamiento como una serie de fases de acción-reacción entre los oponentes. Una pelea sería una serie de giros OODA competitivos, en los que cada uno trataría de colocarse en la mejor posición posible para atacar. OODA son las siglas de Observa, Orienta, Decide y Actúa.
En un enfrentamiento, cada elemento va a seguir invariablemente estas 4 fases:
Observa: se observará a sí mismo, al oponente, al entorno (objetos que sirvan como arma, rutas de escape, lugares donde protegerse). Esto se hace con los 5 sentidos, es igual que detectemos un peligro viendo un arma, oyendo cómo se carga ese arma, oliendo el alcohol del aliento de quien tenemos delante, o sintiendo cómo nos golpean o nos cortan.
Orienta: el cerebro no puede recibir y procesar la información a la vez, por lo que ha de detener un instante la recogida de información para hacerse una imagen mental de lo que sucede.
Decide: una vez ha situado en sus posiciones a todos los elementos, el sujeto decide qué va a hacer respecto a esa situación.
Actúa: finalmente, el cerebro da una orden al cuerpo para que ejecute la acción que ha decidido hacer.
Como la acción modifica el entorno, el enemigo recibirá nueva información y realizará a su vez el ciclo completo, que se repetirá hasta que concluya el enfrentamiento.
La clave de esto es que si hemos decidido de antemano qué hacer en cada situación, iremos más rápido que el adversario en el ciclo, y le obligaremos a estar siempre a la defensiva, o a merced de nuestras acciones.
Anteriormente hice referencia a realizar la protección prescindiendo de la planificación. Lo que realmente debemos hacer es evitar las planificaciones rígidas y exhaustivas. Una de las leyes de Murphy para el combate dice que “ningún plan sobrevive al primer contacto con el enemigo”. Debemos saber cuáles son nuestras opciones, pero mantener la máxima flexibilidad.
Como ejemplo de todo esto analizaremos un caso práctico:
Imaginemos que escoltamos a un concejal en un pueblo de Vizcaya, de unos 5000 habitantes. Es un servicio doble en el que disponemos de un vehículo de empresa con inhibidor al que hemos acoplado una antena para aumentar la potencia. Esta antena la hemos colocado sobre el maletero. Nuestro VIP es médico en un ambulatorio y sale de su casa a las 08:00 horas todos los días. Aparca el coche en la calle y es conocido por los vecinos. El VIP acostumbra a desayunar en una cafetería cerca de su casa, o bien lo hace en otra cercana al hospital.
En el pueblo hay varios activistas que pasan información a ETA, incluso cerca de la casa del VIP vive una familia que tiene a un hijo preso, a los que hemos identificado por la bandera de Euskal Presoak que tienen en el balcón. Estos nos observan frecuentemente cuando salimos y volvemos.
Realizando un servicio “típico”, los escoltas simplemente realizarían una contravigilancia a partir de las 07:30 de la mañana, observando los bajos del coche del VIP, y bajo los asientos, así como los contenedores de basura, papeleras y demás coches estacionados en la zona. A las 08:00 horas más o menos saldría el VIP, montaría en el coche y se marcharían a la cafetería, donde uno de los escoltas entraría con él. Después, llegarían al trabajo donde entrarían 1 o los 2 con él hasta su consulta, dejando el coche estacionado en el parking del hospital. Tras el trabajo, le acompañarían hasta su casa, subiendo uno de los escoltas con él hasta el portal, y comprobando el correo del buzón.
Este servicio parece bien hecho, pero en realidad estamos en situación de SA4. Es imposible que podamos comprobar todos los coches de las calles por las que vamos a pasar en nuestro recorrido, y no podemos confiar en los inhibidores ya que no actúan en todas las frecuencias. Los terroristas conocen nuestros movimientos, ya que repetimos reiteradamente las rutinas, que son observadas por los elementos abertzales del pueblo, incluido el vecino, y posiblemente el barrendero, los tenderos de la calle, o las camareras del bar donde desayuna. Entramos al trabajo llamando la atención, por lo que en el hospital también saben que es un político “fascista”. Los escoltas de este servicio realizan un “acompañamiento”, basándose en la protección física que en realidad no existe. Cualquier día les pondrán un coche bomba o una lapa en el vehículo de escolta mientras está aparcado en el parking del hospital.
Respecto a esto, podríamos tomar las siguientes medidas:
-Recomendar al VIP que salga entre una hora antes y una hora después, quizás incluso más, dependiendo de la disposición del VIP.
-Anular las contravigilancias para evitar avisar a los malos cuando salimos.
-Recomendar que el coche propio se estacione lejos de la casa, quizás escondido en las afueras del pueblo, para evitar que lo dañen o le coloquen una lapa.
-Solicitar a la empresa el cambio frecuente del vehículo (modelo, color y matrícula).
-Localizar posibles rutas de salida y llegada de la casa, incluso a contradirección o por tramos peatonales, aunque tengamos que caminar un tramo a pié.
-Localizar varias cafeterías alternativas para desayunar, y combinarlas aleatoriamente.
-Asimismo, localizar diversas rutas de llegada al hospital, incluyendo en el vehículo, a pié, por entradas de servicio, por la cafetería, por urgencias, etc.
-Estacionar el vehículo lejos del hospital, no es necesario que entre con los dos escoltas.
-El escolta puede entrar antes y sentarse en la sala de espera de la consulta, para echar un vistazo a la zona antes de que llegue el VIP, y permanecer allí, turnándose con el compañero para controlar la situación.
-A la hora del café, uno de los escoltas se sienta en la cafetería como si fuera un comensal más. Dentro del hospital la protección se hace a gran distancia, sin perder de vista al VIP pero sin que se note que lleva escolta.
-A la salida, uno de los escoltas va a por el coche y lo tiene preparado. La salida también se hace de forma que pasemos lo más desapercibidos posible y variando al máximo las posibilidades que tengamos: se puede salir incluso andando por un parking.
Con estas sencillas medidas, sin bien no podemos evitar que nos observen, los terroristas no podrán establecer un patrón para saber cuándo y dónde atacarnos. La mayoría de las veces ni nos verán salir o entrar. El resultado es que se buscarán otro blanco más fácil y nosotros realizaremos nuestra protección sin problemas. Estaremos en un nivel de SA 3.
Como ejemplo del uso del giro OODA, tendríamos un servicio en el que no es posible aplicar las tácticas de engaño como quisiéramos, por ejemplo por ser un VIP de primera clase muy visible. El mismo caso sería el de un empresario que padece una huelga en su empresa. Aquí habríamos de administrar cuidadosamente los medios disponibles, aplicándolos según se desarrollaran los acontecimientos:
-Ocultar la existencia de un escolta o de los dos hasta que se produzcan ciertos sucesos, como las primeras amenazas o intentos de agresión.
-Utilizar vehículos de escolta a partir del momento en que los piquetes traten de impedir el acceso a la factoría.
-Introducir medidas de seguridad según los actos sean más violentos.
El efecto buscado es que frustraremos los planes de los huelguistas en el momento en que los apliquen, haciendo inútiles sus esfuerzos y “quemándolos” progresivamente. En definitiva nos saltaremos el proceso de decisión y actuaremos directamente, obligando al enemigo a reaccionar a nuestras acciones cada vez más deprisa, frustrando sus esfuerzos.
10-Contravigilancias
La contravigilancia es una parte del servicio que viene “impuesta” por el Ministerio del Interior. Se supone que siempre iniciamos el servicio con media hora de vigilancia en los alrededores de la casa del VIP, con el objetivo de buscar coches bomba o pistoleros que nos estén acechando. La realidad es que existen tantos lugares donde ocultar un explosivo que no vamos a ser capaces de localizarlo aunque estemos 3 horas comprobando la zona.Si trabajamos en una gran ciudad, la cantidad de coches que podemos encontrar en la calle es enorme, y hay que tener en cuenta que un coche bomba no se distingue en nada de uno que no lo es. Incluso un coche que haya sido robado puede que no esté denunciado aún, por lo que si llamamos a FCS nos dirán que el coche está limpio.
En la práctica, al hacer la contravigilancia estamos ALERTANDO a los malos de que en pocos minutos vamos a salir. Es muy típico ver a los escoltas uno a cada lado de la puerta del VIP, con las gafas de sol y la posición “chulesca”, y con el coche aparcado en doble fila con la antena del inhibidor sobresaliendo por el capó. Únicamente les falta un cartel que anuncie “somos escoltas”.
En mi opinión, lo mejor es no hacer la contravigilancia, o hacerla de la forma más rápida posible, dando una pasada con el coche. Después, a la hora acordada con el VIP, o bien recogerlo lo más rápidamente posible si solo hay una salida, o llevar a cabo el plan establecido para la salida, aplicando siempre cambios radicales de horarios e itinerarios.
11-Salidas y entradas de domicilio y trabajo
Como vimos con anterioridad, hay que aplicar variaciones tanto en tiempo como en espacio.
En tiempo, muchas veces no es posible hacer muchos cambios. Si el VIP tiene un horario de trabajo rígido, quizás solo podamos jugar con 15 minutos antes o después. Un trabajador a turnos nos será más beneficioso, al no saber exactamente los terroristas cual nos toca cada día. Un desempleado o autónomo será ideal, ya que podríamos aplicar variaciones más radicales, a lo mejor hasta 1 hora. Lo mismo es aplicable a una mujer maltratada o un famoso que no tiene que ir a trabajar a una hora concreta. Este es un aspecto que hay que tratar con el VIP, ya que posiblemente será el que más molestias le suponga. Si es un VIP muy amenazado es absolutamente necesario.
Respecto al espacio, nos tendremos que adaptar al entorno que encontremos. Es muy raro que un edificio tenga solo 1 entrada o 1 salida, y aunque esté situado en una calle de un solo sentido, siempre es posible ir en dirección contraria. En muchas ocasiones podremos visitar la zona antes de empezar el servicio (a lo mejor un par de días antes), y observar las posibilidades. Algunos ejemplos son:
-Salidas: en un bloque de viviendas moderno, normalmente hay un acceso principal y una salida de vehículos del parking (que también se puede usar para salir andando). Es posible que haya varios bloques juntos, y se pueda acceder a otro portal para utilizarlo alternativamente. También a otras salidas de vehículos. En muchos de estos bloques hay centros comerciales en los bajos, a los que a veces se puede acceder desde el interior y salir por una de sus salidas. En casas rurales a veces se puede salir por un lateral del jardín.
Una vez en la calle, no hay por qué subir al vehículo en la misma puerta, sino que se puede andar a pié un tramo para despistar. También se puede salvar así un tramo a contra dirección o una calle peatonal y subir en la siguiente calle, evitando así las calles más cercanas a la vivienda, que son las más peligrosas.
En casos extremos, se puede recurrir a desplazarnos en taxis, autobús, e incluso buscar viviendas alternativas (esto solo es posible en VIPs de primera clase) e ir combinándolas para despistar aún más a los terroristas.
Otra alternativa es salir desde el garaje en una moto, con el caso puesto. Normalmente, el primer día que cambiamos el coche no nos van a reconocer, por lo que también se puede utilizar esta táctica de salir directamente desde el parking.
Una vez que conocen el vehículo, podemos usarlo como señuelo: salir con él en una dirección conducido por un escolta, y salir al mismo tiempo a pié por otro sitio en dirección contraria.
En casos extremos, se puede salir incluso por las ventanas de una planta baja.
Si disponemos de una caravana formal, al VIP hay que colocarlo de forma que el enemigo no pueda adivinar en qué coche viaja la personalidad. Por ejemplo, situarlo en el primer coche o en el último. No obstante, la mejor táctica si hay mucho peligro es no usar este tipo de caravanas, o enviarla como señuelo y que el VIP viaje en un vehículo solo. Este vehículo no debe ser “típico” de un VIP, sino todo lo contrario. Si la personalidad suele usar un coche de gama alta, alquilar un utilitario o un monovolumen.
Hay que evitar esperar a los VIPs en el exterior, llamaremos mucho la atención. Lo mejor es permanecer en el interior del portal, en un bar cercano desde el que podamos controlarlo, en una parada de autobús, o en el coche, pero nunca de pié en la misma puerta. La única excepción a esto es que se trate de una amenaza NO TERRORISTA, como huelguistas por ejemplo. Ante este tipo de agresores, la disuasión puede funcionar.
12-Trayectos en vehículos
En los manuales se recomienda trazar una ruta principal y una alternativa, teniendo en cuenta la velocidad, el tráfico, los puntos débiles, etc. así como una o varias alternativas en caso de problemas. Esto es inútil, ya que no vamos a poder revisar todas la rutas, es más, en el 99,9% de las ocasiones, no vamos a saber el destino hasta poco antes de salir. Además, en la práctica vamos a disponer de tantas alternativas que no existe problema en simplemente elegir rutas al azar. En España esto es absolutamente válido. En entornos rurales, si es posible disponer de un todoterreno y usar en alguna ocasión pistas o salirnos del camino durante un trecho, sería ideal.
Como norma general hay que circular a la mayor velocidad posible. En ciudad esto es difícil, pero en pueblos a veces se puede circular a gran velocidad sin peligro. El objetivo de esto es que si nos están esperando para activar una bomba a nuestro paso, no les dará tiempo a acertar. Los terroristas colocarán bombas en zonas donde debamos pasar de forma obligada o reducir la marcha (curvas, badenes, pasos a nivel). Es imposible reconocer todo el recorrido, por lo que si no hay más remedio que pasar por allí, hazlo lo más rápidamente que puedas.
Durante la conducción, hay que llevar los seguros del coche echados, las ventanillas subidas, o bajadas solo unos centímetros de forma que nadie pueda introducir la mano por la abertura.
Elige siempre que sea posible el carril más cercano al centro de la calzada.
Evita llegar a detenerte en los semáforos: si observas al final de la calle un semáforo en rojo, reduce la velocidad de modo de darle tiempo para ponerse en verde y así no pararnos del todo. Si está en ámbar y puedes saltártelo, hazlo. Evita en lo posible ceder el paso. Si no hay más remedio que detenerse, nunca lo hagas en paralelo con el vehículo de al lado, sino de modo que tu morro quede a la altura del puesto del conductor, de este modo no estarás ventanilla con ventanilla. Deja también espacio suficiente con el coche de delante para poder escapar hacia un lado en caso necesario, ya que posiblemente el coche que te sigue se pegará demasiado y no podrás dar marcha atrás.
Si sospechas que te siguen, acelera bruscamente o reduce mucho la velocidad varias veces y observa lo que hace el otro. También puedes girar 3 veces seguidas a la derecha, girar hacia calles poco transitadas o con trayectorias absurdas, o girar 1 vez a la derecha y parar en doble fila bruscamente, a hablar por teléfono o algo similar.
Si descubres que te siguen, formas de perder al acosador serían: pon el indicador hacia un lado y gira hacia el otro, cambia de sentido saltándote la mediana, reduce la velocidad al llegar a un semáforo en ámbar y acelera en el último momento, o sáltatelo en rojo directamente. Las rotondas de las grandes ciudades son ideales ya que si el otro no está muy pegado es prácticamente imposible que nos siga, y no podrá observar por qué salida escapamos. Una vez que salgas de la rotonda, abandona la calle principal lo antes posible.
Al parar o estacionar, deja las ruedas giradas hacia fuera, y si es en batería, con el morro hacia la calzada para evitar incorporarnos marcha atrás.
Si se produce una emergencia y puedes escapar, no abandones el vehículo, úsalo como un arma y atropella a quien se te ponga por delante.
Si te ves bloqueado, en cambio, abandona el coche lo antes posible, ya que no te protegerá.
13-Trayectos a pié:
Los trayectos a pié nos ofrecen muchas más posibilidades que en un vehículo, ya que no estamos forzados a seguir una dirección determinada. En las grandes ciudades existen calles peatonales, de una sola dirección, que podemos utilizar para evitar que alguien nos siga con un vehículo. En los desplazamientos a pié es también muy fácil eliminar el peligro de los coches bomba, siempre que variemos las rutas.
Como norma general, nos colocaremos entre el VIP y la calzada, cambiándonos de posición según la dirección de la marcha. Es por esto que las formaciones de los manuales no funcionan, no podemos ponernos en el lado derecho del VIP si los coches pasan por su lado izquierdo.
Procuraremos caminar por el lado izquierdo de la calle, de modo que los vehículos nos vengan de frente y podamos controlarlos. Es mejor caminar por zonas donde existan aceras anchas o vehículos aparcados, ya que nos darán protección.
Conforme avancemos, observaremos lugares que nos sirvan de protección encaso de ataque: vehículos aparcados, maceteros, mobiliario urbano, portales, establecimientos comerciales, etc.
Si el VIP se detiene, nos pegaremos a la pared o a cualquier objeto, de modo que tengamos la espalda cubierta y nadie pueda sorprendernos.
Mientras caminemos, trataremos de controlar a las personas que se encuentren en un radio de unos 20 metros alrededor del VIP, ya que estos serán las amenazas potenciales. Dentro de esta distancia, cualquier persona que porte un arma blanca o contundente podrá alcanzar al VIP antes de que nos dé tiempo a desenfundar, y es una buena distancia de tiro si lleva un arma de fuego. No obstante, considera que un asesino tratará de acercarse por detrás o sorprenderte tras una esquina o saliendo de un portal.
Este es el motivo de que si trabajamos en un servicio doble, es mejor que el segundo escolta vaya separado del VIP para tener una mejor visión del entorno, de los que hay más allá de los 20 metros de seguridad.
¿En qué debemos fijarnos de las personas que se nos acerquen? En un clima frío es muy difícil saber si una persona va armada o no, básicamente nos fijaremos en las manos del sujeto sospechoso. Cualquier arma que vaya a utilizar la deberá llevar en las manos, por lo que si las lleva en los bolsillos o a la espalda, o cubiertos con un periódico o similar, elevaremos nuestro nivel de alerta hasta que se haya alejado de nuestra posición.
En épocas del año más calurosas, nos fijaremos en la línea de la cintura, buscando bultos de la culata del arma. Momentos importantes para fijarnos en esto es al sentarse o levantarse, o entrar o salir de un coche. El motivo es que el arma puede sobresalir por debajo de la camisa, y además, algo muy común es que si no ha elegido bien la funda, el arma se le moverá, e instintivamente la sujetará con la mano. Es muy normal ver a los escoltas “recolocarse” la pistola al levantarse de una silla o salir del coche.
Los terroristas nunca actúan solos, recuerda que si detectas a un sospechoso, seguro que habrá más en la zona. Es más, es improbable que el terrorista que te va a atacar se te acerque de frente, tratará de hacerlo por la espalda o esperarte en una esquina, un portal, aprovechar cuando estás en el coche (detenido), etc. Siempre hay que mirar hacia atrás periódicamente durante la protección dinámica.
Además de los terroristas, no hay que olvidar el riesgo que suponen otros tipos de delincuentes, perturbados, borrachos, etc. Los delincuentes comunes no saben (como los etarras o los borrokas), que el tipo bien vestido que va a sacar dinero al cajero tiene escolta, y pueden tratar de atracarle como a otra víctima cualquiera. Ante uno de estos elementos que se acerque hay que actuar con firmeza, haciéndonos visibles. Respecto a esto, decir que la única vez que tuve que enseñar el arma en el País Vasco fue ante un delincuente común (un moro).
14-En el trabajo: edificios oficiales, grandes empresas, jueces y magistrados, comerciantes o autónomos, agricultores o granjeros, desempleados
Los edificios oficiales, como Ayuntamientos, Juzgados, etc tendrán seguridad pública en la forma de policía local o autonómica o incluso Guardia Civil en la puerta. Muchos escoltas confían en esto para dejar al VIP allí y marcharse. Esto es un error, ya que estos policías no habrán controlado el despacho del VIP ni a posibles funcionarios que sean simpatizantes de ETA. Hay que entrar hasta el despacho para cerciorarnos de que todo está bien, y ser “visibles”, que vean que nos preocupamos por la seguridad del VIP. Esto llegará a oídos de los terroristas.
La policía local y la autonómica no son de fiar, no comentes con ellos aspectos relacionados con la protección. Si necesitas ayuda en algún momento, busca Policía Nacional o Guardias Civiles.
En edificios públicos es muy común que los escoltas se reúnan en las inmediaciones formando un “corrillo”, o en un bar cercano, o cerca de la zona de estacionamiento de los coches. Además de llamar la atención, es una actitud muy poco profesional. Como norma general, en las horas de trabajo evita reunirte con los demás compañeros.
Los grandes empresarios son servicios especiales en el sentido de que normalmente solo existirá un escolta y raramente coincidirás con otros compañeros, a excepción de los vigilantes de seguridad si es que los hay en la empresa. Es muy complicado pasar desapercibido, al poco de trabajar en el servicio todos los empleados conocerán de tu presencia. Esto no debe preocuparte, respecto a la protección existen dos posibilidades: la primera es que el VIP esté amenazado por ETA, en este caso es muy raro que dentro de la empresa existan elementos hostiles o informadores. La segunda es que la amenaza sea una huelga, en cuyo caso sí que tendremos que preocuparnos de las acciones de los trabajadores.
El empresario amenazado por ETA es muy similar al político que acude a un edificio oficial, nos centraremos en la posibilidad de un secuestro, haciendo hincapié en el cambio de rutinas e itinerarios. Le recomendaremos la mejora de las medidas de seguridad en su hogar, respecto a cerramientos, portero automático y si es necesario, alarmas y/o perros. Si no se dispone de estos dos últimos, unos carteles avisando de su presencia también pueden ser útiles. Daremos consejos de autoprotección a los familiares, a continuación ofrezco un modelo: