Artículos sobre PMCs en la prensa española

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Artículos sobre PMCs en la prensa española

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Intentemos recoger los artículos publicados en medios españoles sobre las PMCs, PSCs y PICs que reunan un mínimo de cordura, así que entrevistas tipo "Trabajaba de guardia en un supermercado, me fui a Iraq y cuando estaba en Blackwater me pagaban 1000€ al día" las justas :wink:

Empezamos...


Aparecido en Fuerza Terrestre, Octubre 2007:

La otra guerra de Iraq ¿Qué son las PMC?
“Blackwater Down”


23 de Enero de 2007. Un convoy del Departamento de Estado norteamericano espera en una de las salidas del Ministerio de Interior. Los hombres del equipo PSD de la compañía Blackwater que lo escoltan, están esperando alrededor de los coches con los motores en marcha; el Team Leader y uno de los shooter están dentro con los dos diplomáticos estadounidenses. Al llegar a la salida, y antes de exponerse al aire libre, todos los hombres comprueban las azoteas y ventanas cercanas. La amenaza de un francotirador es muy real.

Una vez que el Team Leader ha recibido el mensaje de “Clean” de todos sus hombres, saca a sus dos clientes y suben de inmediato en los vehículos; el momento más peligroso del viaje de vuelta acaba de ser dejado atrás. Pocos minutos más tarde el convoy de cuatro vehículos abandona el complejo ministerial y se interna en el tráfico de Bagdad rumbo a la embajada.

Instantes después, y atrapados entre las calles de un barrio de la zona este de Bagdad, unos cien insurgentes asaltan el convoy con fuego de AK-47 y RPG, dañando e inmovilizando a varios de los vehículos. Inmediatamente el jefe del equipo atacado pulsa el botón rojo de un dispositivo que lleva permanentemente enganchado a su cinturón, Es el conocido como “botón del pánico”. En la sede de Blackwater en la International Zone reciben el aviso de ataque.

La QRF, consistente en dos helicópteros MD-530F “Little Bird”, despega desde la LZ Washington y se dirige hacia la zona de la emboscada para dar protección al equipo, mientras otras unidades de tierra suben a sus vehículos y se dirigen hacia allí para la extracción de los clientes y del destacamento atacado.

En cuanto llegan los helicópteros varios tiradores situados en las azoteas cercanas disparan contra ellos. Uno de los “Ass Monkey” es alcanzado en la cabeza y queda colgando fuera del helicóptero, sujeto sólo por su arnés. Su compañero no puede asegurarle ya que está agotando su propia munición rápidamente. La situación les supera y deben abandonar la zona de inmediato. El segundo helicóptero se une al que ha sido alcanzado y ambos regresan a la base. Los equipos de tierra están teniendo los mismos problemas encontrándose con varias calles cortadas y sólo un grupo está consiguiendo acercarse al lugar de la emboscada.

El jefe del destacamento aéreo de Blackwater recibe a los dos helicópteros que acaban de llegar. El tirador alcanzado en la cabeza está muerto y otro de los tripulantes herido leve. Decide coger él mismo su tripulación y su helicóptero y volar de vuelta a la zona de la emboscada junto al helicóptero que ha vuelto intacto. Se ponen en contacto con el NROC de Bagdad y comunican las características del ataque y el lugar en que se ha producido. Desde el NROC les confirman la solicitud de apoyo mediante la orden “Quarterback”, indicando que una QRF del US Army se dirige también hacia allí.

El segundo vuelo hacia la emboscada dura solo tres minutos. El humo de uno de los vehículos ardiendo les facilita la orientación. De nuevo pasan solo unos instantes y reciben fuego desde varios edificios. Tras una pasada sobre la zona a toda velocidad para adquirir blancos, y una segunda para que los tiradores puedan disparar contra ellos el primer helicóptero nota la ausencia del segundo. Lo busca pero no aparece, ha sido derribado. Un momento después, él mismo es derribado y logra realizar un aterrizaje de emergencia en un patio cercano. Apaga la turbina y junto al copiloto comprueba los daños mientras sus shooters aseguran el perímetro como pueden. Apenas han vuelto a remontar el vuelo aparece un grupo de insurgentes que intenta asaltarles, los dos tiradores descargan sus armas contra ellos y los supervivientes huyen, permitiendo a los contratistas escapar de la zona.

Dejan la zona de la emboscada al mismo tiempo que un primer helicóptero Apache y los equipos de tierra de Blackwater llegan a la zona, evacuando a los diplomáticos y a su equipo de protección. Todos los hombres de Blackwater sin excepción están heridos, alguno de gravedad.

Tras cambiar tres de las palas del rotor principal en la LZ Washington con el primer helicóptero alcanzado, el único Little Bird que queda en condiciones de vuelo despega y se dirige a localizar los restos del primer aparato derribado. Les lleva veinte minutos localizarlo, tiempo en el que tanto ellos como el Apache agotan toda su munición, éste último emplea las bengalas para marcar la posición del helicóptero derribado y los hombres de Blackwater y del Army llegan hasta ellos.

Los cuerpos están fuera del helicóptero, cientos de casquillos vacíos a su alrededor, y alguno con la ropa y los enseres personales arrancados a tirones. Los insurgentes no han dejado ningún arma, uno de los cuerpos ha sido abandonado a casi veinte metros del aparato. Lo soltaron cuando vieron caer las bengalas sobre la posición.

Meten los cuerpos en bolsas para cadáveres y el Little Bird superviviente aterriza al lado. Su piloto quiere confirmar la identidad de las bajas, una de ellas su hermano pequeño. Los hombres en tierra conocen el parentesco y le dicen que vuelva al helicóptero, que ellos se encargarán de trasladar los cuerpos a la International Zone.

A las pocas horas ya circula en la red un video que muestra los cuerpos de los cuatro hombres del helicóptero derribado siendo desnudados y golpeados. El vídeo se grabó minutos antes de la llegada del Apache y el segundo Little Bird.

Hicieron falta cinco horas, pero los integrantes de una empresa privada lucharon con la misma determinación que sus compañeros del ejército regular para cumplir con la máxima de “No dejar a nadie atrás”.

Al día siguiente, los cinco hombres caídos en combate fueron honrados con los máximos honores militares. De haber sido parte de un ejército, las condecoraciones al valor y al heroísmo les habrían sido concedidas.
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¿Qué son las PMC?

Cuando alguien llega al Aeropuerto Internacional de Bagdad (BIAP, por sus siglas en inglés), es atendido por personal de mantenimiento de los aviones, vigilado por personal de seguridad, y su documentación expedida por una agencia mixta del gobierno iraquí y la autoridad militar de la División Multinacional antes de tomar uno de los vuelos locales a su destino o uno de los transportes blindados hasta la International Zone, y todo el proceso habrá sido llevado a cabo por empleados de una agencia privada.

El que la logística, la intendencia, los servicios y la administración estén en manos privadas durante operaciones de guerra y posguerra no sorprende ya a nadie, desde la guerra de Vietnam las empresas privadas como las estadounidenses Vinnel Corporation o Pacific Engineers & Architects han ido ganando un papel más y más relevante a la hora de mantener a las tropas en el campo de batalla, siendo Kósovo su consagración final como elemento indispensable para el desarrollo de las operaciones y donde nombres como Dyncorp, Halliburton o KBR empezaron a ser conocidos más allá del circuito profesional. Lo que si puede llamar más la atención es la presencia de las PMC (Private Military Companies) o PSC (Private Security Companies), uno de los aspectos más distintivos de la posguerra iraquí y afgana, donde incluso unidades militares como el US Army Corps of Engineers han subcontratado su protección a una empresa privada, en este caso concreto a la inglesa Erinys.

Las PMC actuales son las herederas de las consultoras de seguridad que surgieron tras el fin de la Guerra Fría, cuando decenas de antiguos soldados de operaciones especiales y agentes de inteligencia intentaban hacerse un hueco en el mercado privado que pudiera demandar sus servicios, principalmente por parte de aquellos países que durante el periodo anterior habían sido el campo de batalla entre Estados Unidos y la Unión Soviética. Una vez concluida la contienda entre ambas superpotencias, y con hegemonía absoluta de los estadounidenses, sus guerras dejaron de interesar a las naciones que anteriormente les habían suministrado armamento y asesores. Por ello recurrieron al mercado privado.

La referencia básica para las modernas PMC es Executive Outcomes, la empresa sudafricana formada por miembros de las unidades Recce y Koevoet del régimen del Apartheid que tras décadas de guerra no eran capaces de integrarse en la vida civil, y que encontraron que sus servicios, además de demandados, eran muy bien pagados. Actuando con la centésima parte de los recursos humanos y económicos de las fuerzas de Naciones Unidas, demostraron que la labor de un pequeño grupo de soldados profesionales, muy bien entrenados, y excelentemente dirigidos, podía cambiar el curso de una guerra. Sierra Leona, Uganda o Zambia fueron claros ejemplos de ello, donde un puñado de hombres sobre el terreno hacían frente, en ocasiones durante semanas, a millares de rebeldes y paramilitares.

La siguiente intervención notable de una PMC fue en 1995 durante la Operación Tormenta, donde supuestamente la empresa MPRI (bajo control del Departamento de Defensa) planeó y preparó la ofensiva del ejército croata sobre las zonas controladas por las fuerzas serbo-croatas, obteniendo una victoria decisiva tras solo cuatro días de combates. La existencia de una empresa como MPRI fue la que permitió al gobierno croata disponer de una capacidad de planeamiento logístico, táctico y estratégico en un tiempo record, una capacidad que hasta entonces solo se conseguía tras muchos años de dedicar enormes cantidades de recursos económicos y humanos, y por tanto imposible para aquellos nuevos estados que surgían tras la desintegración de otros mayores.
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Explosión post-Iraq

Actualmente, las PMC que operan en Iraq y en muchos otros países, se encargan de una tarea para la que las fuerzas militares de la Coalición no estaban listas cuando cayó el régimen de Saddam Hussein, la protección de las decenas de miles de civiles que trabajan para la Coalición. No había tropas suficientes para escoltar a los diplomáticos estadounidenses, ni para asegurar los polvorines abandonados, ni para proteger al personal encargado de destruirlos. Las empresas que hasta poco tiempo antes se habían limitado a dotar de servicios de escolta a empresarios que debían hacer negocios en lugares peligrosos, recibieron ofertas de miles de millones de dólares para proteger a cientos de personas y lugares, y la respuesta fue inmediata.

Después de caer Bagdad y antes incluso de que Tikrit, bastión saddamnista, fuera tomada, la empresa Blackwater USA, basada en Carolina del Norte, tenía alistados a casi dos centenares de contratistas, una docena de helicópteros y decenas de vehículos blindados para constituirse en la escolta personal de Paul Bremer III, cónsul general de Iraq al cargo de la CPA. Con un contrato de casi 500 millones de dólares al año, se les incluyó en el programa WPPS del Departamento de Estado, por el que Blackwater suministraría escoltas y protección a las delegaciones diplomáticas del Departamento de Estado en países como Iraq y Afganistán, además de adjudicarse los contratos para actuar como asesores en el entrenamiento de las fuerzas especiales de naciones aliadas de EEUU en la guerra contra el terrorismo, como es el caso de Jordania o Azerbaiyán.

Mientras las unidades militares americanas, británicas, polacas, italianas y españolas se repartían Iraq en parcelas para llevar a cabo la complicada tarea de reconstrucción de las instituciones y control del territorio, las PMC se establecían en Bagdad y en Kuwait, sirviendo a las empresas logísticas de las que dependían los suministros de todas las fuerzas desplegadas en el terreno. Bien fuera en los convoyes que salían de las inmediaciones de Camp Coyote rumbo a las bases en territorio iraquí, o cubriendo la Route Irish entre el aeropuerto de Bagdad y la Zona Verde, la presencia de los coches blindados carentes de identificación, con hombres armados y sin uniformes reconocibles era constante, y un reclamo continuo para la especulación periodística y de los medios, que veían en ellos a un conglomerado de ejércitos mercenarios formado por cowboys adictos a las emociones fuertes.

La realidad es que ninguno de los ejércitos de la Coalición puso a disposición de la CPA unidades para su protección y escolta, excepto El Salvador que desplegó una unidad entrenada en Fort Bragg y Fort Benning para actuar de escoltas del embajador Phil Kosnnet, máximo representante de la CPA en la región Centro-Sur de Iraq, y del personal civil que le acompañaba, siendo todos sus integrantes condecorados por los Estados Unidos por la eficaz defensa de un convoy atacado el 5 de Marzo de 2004. Esta escolta fue aumentada por ocho hombres de Blackwater Security Consulting debido a que las condiciones de seguridad iban degradándose cada día más.

Para mediados de 2004 los contratistas empleados en tareas de seguridad representaban un pilar indispensable en el esfuerzo de la Coalición para mantener el control del terreno y la población, habían demostrado su valía con creces y demostraron que la industria de las PMC estaba allí para quedarse.
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Situación actual

La imagen actual de los equipos de contratistas es la de un equipo mixto de occidentales junto a sus contrapartes iraquíes o afganos, escoltando vehículos de transporte o personal civil, montados en sus vehículos de tipo sudafricano profusamente modificados y monitorizados en todo momento por los ROC (Reconstruction Operation Centers) que les mantienen dentro del Tapestry, la versión civil del sistema de posicionamiento y situación que equipa a todos los vehículos de la Coalición. Durante estos desplazamientos la amenaza de IEDs y emboscadas es constante, los diferentes grupos insurgentes y terroristas que operan tanto en Iraq como en Afganistán están perfectamente enterados de que compañías operan en sus zonas de actuación y bajo que contratos, por lo que pueden elegir entre atacar un convoy de Blackwater que salga de la embajada americana e intentar eliminar a un diplomático estadounidense, o emboscar un convoy de Erinys y tratar de hacerse con las armas y municiones que vayan de camino a un destacamento del Ejército Iraquí. Los contratistas son un objetivo preferente dado que una victoria sobre ellos tiene un gran valor propagandístico –basta recordar el asesinato de los cuatro hombres de Blackwater en Fallujah en 2004- por lo que estos hombres no solo han ido adaptando su armamento y sus tácticas, sino que sin dejar de actuar desde un rol puramente defensivo, han llegado a plantar cara a sus atacantes y se han impuesto en la inmensa mayoría de las ocasiones en las que se han visto obligados a enfrentarse abiertamente.

Bien sea en tareas de protección de convoyes de abastecimiento, adiestrando a las fuerzas militares y policiales, o protegiendo instalaciones gubernamentales y privadas, el papel de las PMCs es absolutamente indispensable en la actualidad, ya que no sólo libera a las unidades militares de tareas que consumirían a muchas tropas, sino que permite que personal con una altísima especialización permanezca donde más útil resulta, en el terreno.
Expats, LNs, TCNs, número y dinero

El término expat se emplea como contracción de “expatriado”, entendiendo por tal a un ciudadano que vive y trabajo en un país diferente al de su nacionalidad. Entre las empresas que trabajan en Iraq se emplea este término para referirse a los ciudadanos de países como Estados Unidos, Reino Unido, Sudáfrica, Australia, Canadá, Irlanda, Francia y similares. Habitualmente el término se emplea para describir a una persona de un país anglosajón, ya que la enorme mayoría de empresas militares privadas y de seguridad son de origen británico o estadounidense, y reclutan a sus contratistas a través de amistades o referencias personales de sus unidades militares de origen. Los expats dirigen los equipos móviles de seguridad, grupos de escolta y actúan como líderes de cada equipo.

Con el término LNs se está hablando de Local Nationals, iraquíes o afganos, según el país donde nos encontremos, contratados por las empresas para formar los equipos de seguridad. Cada empresa ajusta el número de LNs respecto a su personal expat según las especificaciones de su contrato, así un contrato para proteger a funcionarios estadounidenses tiene un bajo porcentaje de guardias locales, mientras que otro que implique la vigilancia de una instalación petrolífera incluirá un porcentaje mucho mayor. El papel de los LNs suele ser el de actuar de intérpretes o de patrullas en zonas con un nivel de seguridad aceptable, donde su conocimiento de la población es más importante que su capacidad de combate.

Los TCNs son los Third Country Nationals, ciudadanos de terceros países. Este término se aplica a ciudadanos de Nepal, Chile, Ecuador, Colombia o Fiji, por nombrar los más habituales. Mientras que en Nepal o Fiji el reclutamiento de exmilitares por parte de empresas de seguridad es habitual, e incluso existen fórmulas legales específicas que se aplican en esas naciones para llevar a cabo el reclutamiento y asegurar los pagos, el caso de Latinoamericana es más reciente. Se han dado casos de reducciones en la paga de las que se avisaban una vez en Iraq, o de jornadas de trabajo superiores a las dieciséis horas seguidas, pero en estos problemas tiene más que ver el papel de algunas empresas intermediarias que la dirección de las PMCs, ya que los intermediarios “toman” parte de la paga diaria de cada guardia y acaban actuando de forma abusiva. Algunos de estos intermediarios son incluso militares de alto rango de sus países de origen, que ponen a disposición de las empresas sus bases para llevar a cabo campañas de reclutamiento o para adiestrar a los hombres escogidos. Los TCNs se dedican principalmente a la protección de instalaciones y el control de accesos, normalmente diez de ellos (de la misma nacionalidad) dirigidos por un expat que actúa de Team Leader.

El número de civiles trabajando en Iraq para empresas dedicadas a la reconstrucción o el mantenimiento de servicios para los militares, supera ampliamente los 140.000. Sin embargo, el número de contratistas dedicados a tareas de seguridad y armados no llega a los 30.000, incluyendo tanto a expats como TCNs y LNs. El número de occidentales trabajando en seguridad oscila entre 4000 y 5000, con aproximadamente 9000 ciudadanos de terceros países y entre 12000 y 15000 LNs, tanto árabes como kurdos. La cantidad no puede ser nunca exacta ya que los contratos expiran y cambian continuamente, aparte de las rotaciones de los hombres en el terreno.

Estas cifras están muy lejos de las presentadas por los medios, que habitualmente toman la cifra completa y asumen que son 80.000 los occidentales trabajando en tareas de seguridad en Iraq.

El trabajo de estas PMCs implica en teoría el registro tanto ante el PMO (Project Management Office), y la PSCAI (Private Security Company Association of Iraq), como ante el Ministerio de Interior Iraquí, la realidad es que la extrema corrupción en el gobierno de Iraq y la lentitud de una burocracia que vive de los sobornos ha conseguido que incluso las mayores empresas estén trabajando actualmente a base de ampliaciones de sus contratos anteriores con la CPA, y prolongando los otorgados por el PMO.

La ampliación de los contratos está siempre sujeta a la competencia de otras empresas con mejores ofertas de coste-eficacia, habiéndose dado hasta ahora algunos casos llamativos, como el que una empresa inglesa –ArmorGroup- se hiciera con el contrato para la seguridad perimetral de la embajada americana en Bagdad y que su desempeño fuera tan bueno que se les haya otorgado recientemente el de la embajada de Kabul, tanto la guardia estática como el equipo de respuesta inmediata. O que la norteamericana Dyncorp perdiera la ampliación del contrato con el gobierno afgano para el adiestramiento y dirección de su departamento antinarcóticos a favor de su competidora Blackwater USA después de que la unidad entrenada por esta empresa demostrara una mejor actuación en operaciones reales.

La paga es uno de los asuntos que más controversia crea, debido principalmente a ciertos individuos buscando notoriedad que aseguraban haber cobrado hasta 1000$ diarios por trabajar en Iraq. Esas cantidades no se han llegado a pagar excepto a algunos ex –operadores de unidades Tier 1 en los primeros días tras la caída de Bagdad y por la situación excepcional que había en ese momento-, pero el incremento de hombres dispuestos a trabajar en Iraq ha provocado una bajada de los sueldos. Actualmente un expat cobra alrededor de 550$ por día en zona de operaciones, incrementándose la paga para los jefes de equipo o personal muy especializado como pilotos o analistas de inteligencia.

Se cobra por cada día en zona de operaciones, así que tras un año entero en Iraq, con rotaciones de 90 días de trabajo y 30 de descanso, un expat puede embolsarse hasta 150.000$, más la bonificación del contrato completo, totalizando casi 200.000$ al año.

Los TCNs cobran en función del nivel de vida de sus países, pero también porque no realizan trabajos fuera de las zonas consideradas seguras, asumiendo menos riesgos que los expats que viajan por las peligrosas carreteras iraquíes. Los LNs cobran aún menos, pero aún así son los empleados mejor pagados de Iraq, algo indispensable para asegurarse su lealtad en un país donde casi todo está en venta.
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Big Boys Rules

Así es el término con que los contratistas de seguridad definen el marco de actuación en que se mueven, donde la norma es sufrir un ataque en cada desplazamiento y cualquier instante en que bajen la guardia puede ser la oportunidad esperada por un conductor suicida tratando de cobrarse a los occidentales más codiciados por los insurgentes.

Cuando trasladan a un cliente de un lugar a otro, siempre se viaja en convoy por obvios motivos de seguridad, ya que necesitan cubrir tanto la cabeza y la cola del convoy, como los flancos del mismo ante cualquier ataque. Para evitar centenares de incidentes en cada trayecto, los equipos PSD establecen varias normas acerca de cómo responder ante cada situación que se puedan encontrar, dejando claro a los vehículos con que se cruzan de que son un grupo armado y capaz de defenderse.

Se suele mantener un perfil alto en los desplazamientos, es difícil hacer pasar un vehículo blindado de 12tn por un transporte civil, así que se procura llamar la atención sobre la potencia de fuego del grupo, ofreciendo siempre un blanco difícil ante cualquier posible atacante. En la parte posterior de los vehículos se colocan paneles en inglés y árabe advirtiendo de mantener una distancia de seguridad respecto al convoy, usualmente unos cien metros, que la mayoría de iraquíes procuran mantener por el riesgo de empezar una “escalada de advertencias” contra el vehículo de cola del convoy.

Si un vehículo desconocido se acerca al convoy, es responsabilidad del trunk monkey el hacerle las señales correspondientes de advertencia, de menor a mayor nivel de agresividad según la respuesta del vehículo sospechoso y si hace caso omiso a las señales:

1. Se detecta un vehículo sin identificar, los contratistas le hacen señales con el puño izquierdo levantado y le gritan para que aumente la distancia.
2. Si el vehículo continua acercándose se dispara al aire una única ráfaga.
3. Se continua con una ráfaga al suelo, seguida de una granada flash-bang.
4. Se dispara contra el bloque del motor del vehículo sospechoso, se lanza una granada de humo.
5. Si el vehículo continúa hacia el convoy se hace fuego contra el habitáculo del mismo, se lanza humo y se considera estar sufriendo un ataque.

Por desgracia esta forma de actuar ha causado varios incidentes en que simples conductores enfurecidos, con las tropas de la Coalición o con la situación en Iraq, han acabado acribillados dentro de sus coches. En la enorme mayoría de los casos una ráfaga dirigida hacia el vehículo es suficiente para que el conductor decida dejar un considerable espacio de margen al convoy.


Oficialmente, las reglas de enfrentamiento que rigen el empleo de la fuerza por parte de los contratistas se conocen como RUF (Rules for the Use of Force), siendo las usadas en la actualidad, redactadas en Junio de 2004.



Reglas para el Uso de la Fuerza por los contratistas en Iraq

NADA EN ESTAS REGLAS LIMITA SU DERECHO INHERENTE DE TOMAR LAS ACCIONES NECESARIAS PARA DEFENDERSE


1 Fuerzas de contratistas de seguridad: Cooperarán con las fuerzas de la Coalición, Multinacionales y de las Seguridad Iraquí, y cumplirán las políticas de protección en el teatro de operaciones. No evite o ignore los puestos de control de la Coalición, Multinacionales o de la Seguridad Iraquí. Si está autorizado a portar armas, no las apunte contra fuerzas de la Coalición, Multinacionales o de la Seguridad Iraquí.

2 Uso de la fuerza letal: Fuerza letal es aquella que uno razonablemente capaz de matar o herir de gravedad. Usted puede usar la FUERZA NECESARIA, hasta incluso la fuerza letal, contra personas en las siguientes circunstancias:
a. En defensa propia.
b. En defensa de las personas especificadas en su contrato.
c. Para prevenir acciones que amenacen la vida de civiles.

3 Fuerza graduada: Usted debe usar la fuerza graduada cuanto le sea posible. Las siguientes son algunas técnicas que puede emplear si su uso no le pone en peligro a usted o a otros:
a. GRITE; avisos verbales de ALTO.
b. EMPUJE; obstaculización, bloqueo físico o arrestos.
c. MUESTRE; su armamento y la determinación de llegar a emplearlo.
d. DISPARE; para eliminar la amenaza solo cuando sea necesario.

4 Si debe disparar su arma:
(1) Apunte cada disparo.
(2) Dispare teniendo en cuenta la presencia de civiles.
(3) Notifique de inmediato el incidente y solicite asistencia.

5 Civiles: Trate a los civiles con dignidad y respeto:
a. Haga el máximo esfuerzo posible en evitar bajas civiles.
b. Puede dar el alto, detener, cachear y desarmar a civiles si la situación lo requiere para su seguridad o si se especifica en su contrato.
c. Los civiles deben de ser tratados con humanidad.
d. Los civiles detenidos deben ser entregados con la máxima brevedad a las fuerzas de la Coalición, Multinacionales o de la Seguridad Iraquí.

6 Posesión y uso de armas: La posesión y el uso de armas debe de ser autorizado por el Ministerio del Interior y debe de estar especificado en su contrato.
a. Debe llevar documentación que demuestre que puede llevar armamento.
b. Debe mantener un informe sobre su manejo de armamento.
c. No debe unirse a fuerzas de la Coalición o Multinacionales en operaciones de combate excepto para defenderse a usted o a las personas especificadas en su contrato.
d. Debe seguir las reglas de manejo y empleo de armas de las fuerzas de la Coalición o Multinacionales.
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Tendencia

Actualmente, la denominada “Long War” que se lucha en los frentes de Iraq y Afganistán no tiene visos de acabar pronto. Una retirada de Iraq no se contempla hasta 2009 como fecha más cercana, y las instituciones afganas aún necesitarán varios años hasta poder ejercer un control real de su territorio y sus fuerzas armadas. Las PMC seguirán prestando sus servicios actuales de protección, adiestramiento y asesoramiento, y los complementarán con aquellos que les sean solicitados. Así mismo, los seis años de guerra contra el terrorismo ha dado lugar a un gran número de potenciales candidatos para trabajar con estas PMC, aunque el modelo de reclutamiento basado en el boca a boca y la rotación entre varias compañías parece que seguirá como hasta ahora.

Si en 2003 y 2004 las PMC comenzaron a adquirir en grandes cantidades todos los vehículos antiminas de fabricación sudafricana que pudieron, fue gracias a los contactos que tenían establecidos allí y a las alianzas con las empresas fabricantes. La gigantesca demanda de los denominados vehículos MRAP ha dejado a los Estados Unidos prácticamente como único comprador de estos blindados, por lo que varias de las compañías privadas han decidido desarrollar sus propios modelos, adaptados a sus exigencias y procedimientos operativos.

Así está no solo el Grizzly de la empresa Blackwater, diseñado como vehículo de transporte resistente a IEDs y munición hasta calibre 0.50, sino también las modificaciones sobre los modelos diseñados en Sudáfrica, a los que se les ha añadido mejores equipos de comunicaciones y varios afustes para armamento.

Algunas empresas han cerrado acuerdos con compañías logísticas para asegurarse el transporte aéreo inmediato, un servicio demandado por los clientes, mientras que otras han decidido crear sus unidades aéreas de transporte y seguridad, desde helicópteros como plataforma para francotiradores, hasta dirigibles a control remoto capaces de orbitar durante días. Otras están comprando y modificando pequeños buques para utilizarlos como transportes anfibios para operaciones en zonas costeras y en actividades contra la piratería, e incluso desarrollan sus propios programas de obtención de inteligencia o de reconstrucción y asuntos civiles, como la Fundación Aegis de Aegis Security.

La transformación de las asociaciones de empresas de seguridad en lobbys permiten a las PMC situarse siempre en ventaja a la hora de optar a nuevos contratos, y tratando de mantener una imagen lo más limpia posible ya que se trata de contratos legales y legítimos. Las PMC permiten disponer de una cantera prácticamente inagotable de hombres, recursos y soluciones que la burocracia y la propia forma de los ejércitos regulares impide tener. Son una opción poco ortodoxa, pero han demostrado, y demuestran cada día, que son una de las mejores opciones con las que contamos en el campo de batalla actual y el que vislumbramos en el futuro.
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Términos y siglas:


· PSD: Protective Security Detail
· Blackwater: PMC estadounidense fundada y dirigida por antiguos Navy SEALs
· Team Leader: Jefe de equipo
· Shooter: “Tirador”, el término que identifica al miembro de una PSD
· “Clean”: Código de radio notificando que la zona está libre de amenazas
· International Zone: Zona segura de Bagdad, conocida también como Zona Verde
· QRF: Quick Reaction Force, Fuerza de Reacción Rápida
· Little Bird: Apodo de los helicópteros MD-530 de Blackwater, a semejanza de los MH-6 del 160th SOAR.
· LZ Washington: Helipuerto de la International Zone, empleado por Blackwater y el Departamento de Estado
· Ass Monkey: Apodo de los tripulantes y tiradores de los Little Bird
· NROC: National Reconstruction Operation Center, centro de coordinación PMCs-Ejército
· “Quarterback”: Código de radio que informa de la autorización de una QRF
· Recce y Koevoet: Unidades antiguerrilla del ejército sudafricano
· MPRI: Military Profesional Resources Incorporated
· CPA: Coalition Provisional Authority
· WPPS: Worlwide Personal Protective Services
· Camp Coyote: Base estadounidense en territorio kuwaití de donde sale toda la logística para Iraq
· Route Irish: Ruta Irlandesa, une la International Zone con el Aeropuerto de Bagdad.
· Tapestry: Versión civil del sistema “Blue Tracker” de localización de vehículos
· IEDs: Improvised Explosive Device, bombas artesanales
· Expat: Expatriado, un contratista occidental
· LN: Local National, iraquí o afgano
· TCN: Third Country National, contratista no occidental
· Tier 1: Un Tier 1 es un miembro de las unidades de mayor prestigio en las fuerzas especiales americanas, SEAL, Delta o Force Recon.
· Big Boys Rules: “Las reglas de los mayores”
· Granada flash-bang: Una granada que provoca un estampido de sonido y luz, pero sin daño físico.
· Long War: “La larga guerra”, término que se emplea para definir la guerra antiterrorista a escala mundial
· MRAP: Mine Resistant Ambush Protected, vehículos especialmente diseñados y blindados para sobrevivir a las minas e IEDs
· Grizzly: Vehículo MRAP diseñado y construido por Blackwater.
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Fuerza Terrestre, Octubre 2007

Worldwide Personal Protective Service: protección para los diplomáticos

WPPS

El US Department of State es el equivalente norteamericano al Ministerio de Exteriores español. Sus funciones son representar al gobierno, el pueblo y los intereses de Estados Unidos en todo el mundo, trabajando desde las embajadas y consulados. Esta labor se lleva a menudo en lugares donde, bien por la extrema criminalidad, bien por situaciones de posguerra o estados fallidos, las condiciones de seguridad son mínimas. En esos casos su trabajo debe de ser realizado bajo especiales medidas de protección, brindada normalmente por el DSS, Diplomatic Security Service, una unidad de escoltas y seguridad dependiente directamente del Bureau of Diplomatic Security.

Las políticas de seguridad y guerra antiterrorista de EEUU a partir del 11 de Septiembre han llevado al Departamento de Estado a ampliar significativamente el número de embajadas y delegaciones diplomáticas, siendo imposible para el DSS incrementarse en número suficiente. Por ello, en 2001 se abrió a concurso el contrato Worlwide Personal Protective Specialist. Este programa procuraba el obtener el respaldo de protección y medios de seguridad necesarios para el incremento de la presencia diplomática norteamericana.

Inicialmente solo la empresa Dyncorp LLC prestaba estos servicios al DoS en apoyo a las unidades del DSS. Tras la invasión de Iraq la demanda se incrementó y se amplió el contrato a otras tres empresas en 2005, siendo entonces tres las empresas que fueron seleccionadas para prestar estos servicios. Blackwater USA, Dyncorp LLC y Triple Canopy, la última fundada en 2003. En la actualidad la mayoría de los equipos asignados al WPPS están desplegados en Bagdad y otras localizaciones de Iraq y el resto –un número significativamente menor- en Afganistán.

Cada equipo WPPS varía en número y medios, ajustándose tanto a los requerimientos del entorno (nivel de amenaza, instalaciones en la zona, presencia de fuerzas amigas,...) como a las necesidades del cliente (número de desplazamientos a la semana, duración de los mismos, visitas de autoridades nacionales y extranjeras,...). Por ello es el equipo WPPS de la embajada estadounidense en Bagdad el de mayor entidad en hombres y medios, se estima que dispone de un millar de agentes dedicados en exclusiva a la protección del embajador y los diplomáticos estadounidenses en la capital iraquí. Esos mil hombres constituyen la mayoría del personal desplegado por Blackwater en Iraq.

La última consulta del Congreso estadounidense al Congressional Research Service, cifra el número de contratistas desplegados en Iraq dentro del WPPS en un total de 1400. A este número se deben de sumar los cerca de 200 agentes del WPPS desplegados en Afganistán y aquellos a disposición del Departamento de Estado para ocasiones puntuales –como la evacuación de residentes norteamericanos de Gaza durante situaciones de riesgo extremo-. La empresa Triple Canopy emplea además otros 1220 agentes en un contrato separado para la protección de distintas instalaciones en la denominada Zona Verde.
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Empresas

Dyncorp

De las tres empresas del WPPS es la más veterana, sus orígenes se remontan a la década de los 50, cuando las entonces California Eastern Airways y Land-Air Inc obtuvieron el contrato Contract Field Teams para encargarse del mantenimiento de la flota de aviones de la USAF desplegados en ultramar.

Su papel actual como contratistas de seguridad data de 1992, cuando comenzaron las operaciones antidroga en Colombia. Dyncorp perdió varios empleados a manos de los cárteles de la droga y los grupos terroristas colombianos. Solo dos años más tarde la división de seguridad de Dyncorp se separó como un negocio aparte del resto del grupo empresarial y empezó su labor adiestrando a fuerzas policiales y militares y prestando servicios de escolta de dignatarios extranjeros.

Actualmente su papel de apoyo al Department of State se centra sobre todo en la creación y adiestramiento de unidades de policía y de escolta en países cuyas condiciones de seguridad sean mínimas. Así, dirigen una de las unidades antidroga del Ministerio del Interior Afgano. Entrenan y colaboran directamente en la protección de la Presidenta de Liberia, Ellen Johnson-Sirleaf; y recientemente se les ha adjudicado la creación de una nueva unidad de guardias de fronteras para Líbano. En Haití han sido un refuerzo indispensable para el DSS y han entrenado a la nueva policía.

Prestando servicio con el WPPS Dyncorp ha trabajado en Bosnia, Kósovo, Gaza (donde en Octubre de 2003 fueron asesinados tres de sus empleados), Haití, Afganistán e Iraq, país este último donde tiene desplegados a poco más de 120 contratistas. Presente en más de 30 países, emplea a cerca de 12000 contratistas en todo el mundo.


Blackwater

Fundada por veteranos de los SEAL en 1997, esta empresa es la más conocida de todas las PMC que operan en la actualidad.

Tras la disolución de la CPA y el establecimiento en Iraq de un embajador estadounidense, Blackwater USA (hasta entonces Blackwater Security Consulting) fue seleccionada para proteger a toda la delegación diplomática norteamericana en Bagdad. El número de hombres y vehículos supera ampliamente al de las otras PMCs a excepción de la británica Aegis.

Bajo la dirección de David Rogers, el programa WPPS de Blackwater ha sido calificado por el gobierno estadounidense como “el dinero mejor invertido de Iraq”. El coste de las operaciones de Blackwater es más elevado que el de cualquier otra empresa, debido a que apenas emplean contratistas de terceros países o iraquíes, sus equipos son mayoritariamente norteamericanos.

Además de sus equipos Personal Security Detail, Blackwater dispone de varios helicópteros preparados para actuar como QRF en cualquier momento, tanto modelos MD-530F como AB412. Así como varios equipos en diferentes vehículos blindados, denominados Tactical Support Teams, encargados de reforzar a cualquier equipo en problemas.
Sus medios incluyen todo tipo de vehículos y SUV blindados, incluyendo transportes blindados como los Saxon, Humvee o los Mamba. Blackwater siempre ha optado por mantener un perfil alto en sus movimientos (high profile motorcade), asegurándose de que el despliegue de fuerza y armamento intimide a cualquier posible atacante.

En Iraq dispone de alrededor de 1200 hombres, incluyendo las rotaciones por descanso.

Actualmente compite con la británica ArmorGroup por una ampliación del programa WPPS, consistente en el contrato para el equipo de respuesta inmediata de la embajada norteamericana en Kabul y varios equipos móviles para desplazamientos en África y Oriente Medio. Recientemente se le adjudicó un contrato a su subsidiaria de aviación, para el abastecimiento a las bases avanzadas en territorio afgano, empleando para ello su flota de C-212


Triple Canopy

La más joven de las empresas, fundada en 2003, está dirigida por antiguos operadores y mandos del 1st SFOD-D. Es la empresa de perfil más discreto y sin embargo goza de un prestigio enorme, habiéndosele adjudicado desde la protección de instalaciones gubernamentales en las ciudades más peligrosas de Iraq hasta el ejercer de PSD para algunos oficiales de alto rango estadounidenses. Este mismo prestigio fue el que le consiguió su primer contrato, cuando carecían por completo de armamento y vehículos. Su único aval eran los currículos de sus empleados, y bastaron para ganar el contrato para proteger trece instalaciones de la CPA en Iraq, demostrando con creces su valía en innumerables acciones.

Dentro del WPPS Triple Canopy ha optado por recurrir a un perfil muy discreto (low profile) empleando vehículos SUV y automóviles blindados y camuflados, tratando de no llamar la atención en sus desplazamientos. Cuenta también con los llamados Emergency Response Team que, a razón de uno por cada sede de Triple Canopy en Iraq, actúan en caso de que un equipo PSD se encuentre en una situación de peligro.

En Agosto de este año, Triple Canopy consiguió la adjudicación de otros dos contratos para tareas de seguridad en Iraq por más de 12 millones de dólares. Estos contratos los asigna el Departamento de Defensa, basándose en la recomendación concedida por el Departamento de Estado por la labor de los contratistas de Triple Canopy en la guarda de los accesos a la Zona Verde y en la protección de instalaciones y personal diplomático, función de la que se encargará a partir del próximo Enero la empresa EODT Inc. ya que Triple Canopy no solicitó la renovación del contrato para poder presentarse a la futura operación en Sudán.

Con personal en 23 países, en Iraq dispone aproximadamente de 260 contratistas trabajando para el WPPS, otros 1200 también en Iraq y alrededor de un millar más en otras localizaciones. Dirigida por Lee Van Arsdale y Greg Mulligan, es la PMC que mayor crecimiento ha experimentado desde 2005.
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Polémica

El programa WPPS no está exento de controversia. Desde acusaciones de fraude hasta enfrentamientos entre los escoltas y sus protegidos. Así, en Noviembre de 2003 la estadounidense Office of Inspector General (encargada de las auditorias a los contratos federales) encontró a Dyncorp responsable de la pérdida de 950.000$ durante la fase de establecimiento del equipo de seguridad del Presidente de Afganistán, Hamid Karzai, achacada posteriormente a errores en contabilidad. Dyncorp perdió por ello la oportunidad de presentarse a los concursos para la seguridad estática y el equipo de respuesta inmediata de la embajada de Kabul.

También en Afganistán, varios contratistas de Dyncorp fueron acusados de haber peleado con un miembro del gobierno afgano, por lo que se les requirió que se limitaran al entrenamiento de la guardia presidencial afgana en lugar de a la protección directa de Karzai.

En Iraq, Blackwater y Triple Canopy han tenido problemas por la contratación irregular de los llamados TCNs, Third Country Nationals, reclutados en Latinoamérica. El problema no pasaría de un error burocrático de no ser porque varios de los intermediarios han resultado ser oficiales de alta graduación y ministros de los países de origen de los contratistas. Blackwater ha reclutado a varios hombres de Chile y Colombia a través de empresas locales como Grupo Táctico e ID Systems, el resultado fue tan bueno que poco después absorbieron a una pequeña consultora que se dedica ahora a formar a los TCNs para actuar junto a Blackwater. Sin embargo, varios de los contratistas denunciaron prácticas abusivas contra ellos como la retención de sus pasaportes y jornadas de trabajo muy prolongadas.

Mientras, Triple Canopy contrató a Your Solutions Inc. para que estableciera un centro de entrenamiento en las proximidades de Lepaterique, en Honduras. Esta base fue utilizada en la década de los 80 para el entrenamiento de las Contras, y desde allí han salido hondureños, chilenos y nicaragüenses para trabajar en Iraq junto a los contratistas de Triple Canopy.

Esto llevó a una explosión de historias sensacionalistas en la prensa latina, que permitió destapar las prácticas abusivas no de las PMCs que los contrataban, sino de los intermediarios en sus propios países. El asunto está actualmente en los tribunales, pero el clamor popular que despertó llevó a iniciar varias acciones legales contra la contratación de TCNs, estando actualmente la ONU en conversaciones para incluir a varias naciones latinoamericanas en un programa de seguimiento contra la contratación de ciudadanos de esos países para trabajar en países en guerra.

Otro motivo de polémica es la forma de trabajo de Blackwater, el elevado perfil que mantiene hace que se hayan convertido en blanco favorito de los ataques en Bagdad, incrementándose por tanto las acciones donde se ve envuelta la empresa, por encima de los que otras con perfil más bajo, registran en su trabajo en Iraq.
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Futuro inmediato

El Department of State confía en las soluciones que ha ido encontrando durante la ejecución del contrato WPPS. La capacidad de conseguir de manera inmediata un entorno seguro para trabajar en casi cualquier lugar del mundo ha dotado por primera vez en su historia a la diplomacia estadounidense de una verdadera presencia global. Sin las limitaciones impuestas por grupos radicales o terroristas, o por la disponibilidad de medios de protección propios.

La dinámica actual militar y política implica que las operaciones de reconstrucción, desarrollo y gobierno civil, comiencen inmediatamente después de conseguida la victoria militar para poder conseguir la victoria política y social. Tanto en estos casos como en el esfuerzo por evitar que los conocidos como “estados fallidos” acaben en un escenario incontrolable, la presencia de diplomáticos y agencias civiles que traten de solventar la situación va a continuar aumentando, y los servicios de escolta proporcionados por las PMCs aumentarán con ellos.

A medida que otros escenarios interesantes para los EEUU surjan, contratos como el WPPS se repetirán en lugares como el Golfo de Guinea, México, Asia Central o el área de Darfur. En todos ellos las tres compañías del programa Worlwide Personal Protective Specialist están ya presentes.
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Fuerza Terrestre, Noviembre 2007

Domingo 16 de Septiembre, incidente en Bagdad

16 de Septiembre

A las 7:30AM empieza la jornada para varios de los contratistas que trabajan para Blackwater, deben de pasar al menos dos horas de briefings, comprobaciones de armas, vehículos y órdenes. Algunos aprovechan para utilizar el servicio de videoconferencia y hablar con sus familias en Estados Unidos, la mayoría opta por pasar estos momentos lo más relajados posible, a partir de las 9:00 los diplomáticos del Departamento de Estado empiezan a trabajar en las reuniones que tienen lugar en la “Red Zone”, fuera de la zona fortificada en la que se encuentra la embajada. Y en cuanto los convoyes que transportan a los diplomáticos salgan del recinto, pueden avisarles en cualquier momento para que acudan en su ayuda.

Uno de los equipos de respuesta de Blackwater está en la sala de reuniones, recibiendo las instrucciones de su jefe de equipo, un veterano de más de cincuenta años y que lleva en Iraq desde 2003. Como cada mañana conecta su portátil al proyector con la lista de reuniones y equipos de los que deben estar pendientes para socorrerles en caso necesario. Al acabar de repasar los datos que les proporciona el Jefe de Misión de la Embajada, se desplazan al campo de tiro a practicar. Pocas horas después tendrían que abrirse paso en un tiroteo de más de veinte minutos en el centro de Bagdad, un incidente que ha puesto a Blackwater en el centro de una polémica acerca del papel de las compañías militares privadas y de la actuación de sus equipos en un escenario tan confuso como es Bagdad.
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Cronología de los incidentes, capturas de video, fotografías aéreas y mapas

Un equipo Protective Security Detail de Blackwater, el Team 4, se encuentra en el barrio de Al Mansour sirviendo de protección a un grupo de USAID que está en una reunión en el complejo financiero de Izdihar (Prosperidad en árabe), situado entre la calle Ameerat y la avenida Al Mansour. La reunión sirvió para evaluar la eficacia del programa de microcréditos que USAID desarrollaba junto a a Izdihar, un proyecto conjunto entre el sector privado iraquí y la agencia americana, con el fin de promover la creación de empleo y negocios entre la población de Iraq.

A las 11:50:58 un coche aparcado en la calle Ameerat explota a unos veinticinco metros de la esquina con Al Mansour. En ese momento los hombres de Blackwater estaban recogiendo a los diplomáticos en la puerta del edificio cuando oyen la explosión a unos cien metros de su posición. Deciden permanecer dentro del complejo Izdihar, ya que no están seguros de que hayan sido ellos el objetivo del ataque. Llaman a la base de Blackwater en la International Zone e informan del suceso, precisando que desconocen quien ha sido el objetivo del atentado y que éste se ha producido en la esquina de Ameerat con Al Mansour, precisamente su ruta de salida del complejo Izdihar.

Las órdenes que les llegan son las de determinar otra zona de salida y esperar a que uno de los TST (Tactical Support Team) compruebe la ruta entre su posivión actual y la IZ, y les escolte de vuelta. El jefe de equipo del Team 4 decide que tomarán Ameerat en dirección sur y posiciona sus SUV en una pequeña calle de acceso perpendicular a Ameerat. Allí espera a que llegue el TST.

Exactamente a las 12:00 llega el TST 22. Compuesto por cuatro vehículos, dos Saxon y dos Mamba, se incorpora a la calle Ameerat desde el sur y comprueban el entorno inmediato al complejo Izdihar para detectar una posible emboscada. Establecen contacto visual con Team 4 y cambian de carril en la calle para enfilar de nuevo hacia el sur. Son las 12:04 cuando el Team 4 suelta granadas de humo desde su posición para esconder su salida, y un minuto después enlazan con el TST 22 que les escolta hasta la International Zone sin ningún otro contratiempo.

Mientras, el TST 23 –formado por cuatro vehículos, uno de ellos un Lenco Bearcat – que también había sido enviado a escoltar al Team 4, entra en la plaza Al Nisoor, denominada Gray 87 en los mapas que emplean en Bagdad. Allí se encuentran un atasco de varias decenas de vehículos procedentes de las avenidas Dimashq y Jinub. Debido a que tanto el Team 4 como el TST 22 ya habían vuelto a la IZ, al TST 23 solo le quedaba volver también a la base. Para ello debían girar en la rotonda de la plaza e incorporarse a Jinub en dirección sur, pero quedan atrapados en el tráfico.

Un policía iraquí intenta despejar el tráfico para que el convoy de Blackwater pueda abandonar la zona, los hombres del convoy saben que parados son un blanco fácil, por ello mantienen la seguridad del perímetro desde la torreta de los vehículos y no apartan la mirada de los vehículos que están dirigidos hacia ellos, a los que hacen indicaciones con gritos de “Go! Go!” y el puño izquierdo en alto para indicarles que mantengan la distancia.

El policía se acerca a un vehículo en concreto que parece intentar salir del atasco, los hombres de Blackwater apuntan sus armas hacia él. Todos los conductores en Bagdad evitan a sus convoyes y éste en concreto parece querer acercarse. Siguiendo sus reglas de enfrentamiento disparan al aire y lanzan granadas flash-bang para intimidarle y alejarle, pero el conductor acelera y se lanza contra ellos. Todos los hombres del convoy asumen que es un conductor suicida, está siguiendo la forma de operar de los mismos en Bagdad. Son las 12:08.

Varios de los tiradores disparan, primero contra el bloque del motor, luego contra el parabrisas, la distancia no es suficiente para que la destrucción del motor del coche le impida llegar hasta ellos, así que eliminar al conductor es la única manera de evitar que pueda activar la carga explosiva que parece lleva en el coche. Los policías iraquíes presentes en la plaza disparan contra el convoy.

El jefe de equipo pulsa el botón del pánico y se recibe en el TOC de Blackwater el aviso del ataque. El TST 22, que acaba de llegar de escoltar al Team 4, vuelve a salir para ayudar en la extracción de sus compañeros del TST 23.

Desde varios pick-up y automóviles disparan contra los contratistas, algunos de ellos son policías iraquíes. El equipo maniobra sus blindados para intentar abandonar la zona, para ello embisten a los vehículos que les cortan el paso, están equipados con arietes reforzados que les permite apartar los coches sin problemas. El tiroteo continúa y los hombres que manejan las ametralladoras superiores tienen que municionar sus ametralladoras medias, pero la violencia del combate no disminuye. Cuando van a acelerar para escapar, uno de los vehículos, el Bearcat, queda parado en medio del tiroteo. Deben bajar para enganchar las cintas del parachoques delantero con las cintas traseras del vehículo precedente. El Bearcat es el vehículo del Team Leader del TST 23 y la intensidad del enfrentamiento no aconseja abandonar el vehículo y distribuir a los hombres entre los otros tres transportes. El Team Leader organiza a su equipo y distribuye a los vehículos para que uno se coloque delante de ellos mientras los otros dos proporcionan un pasillo blindado para los hombres que bajarán a colocar las tiras de remolque.

Dos contratistas bajan del vehículo inmovilizado y lo enganchan para que puedan tirar de él y salir de la zona de emboscada. El conductor del Bearcat lo deja en punto muerto y avisa de que están preparados en cuanto sus compañeros vuelven a subir. Tras lanzar las últimas granadas de humo el TST 23 abandona la plaza Al Nisoor por la avenida Jinub.

Momentos después el TST 22 llega a la plaza incorporándose desde la autopista de Qadisiya, la conexión entre la “Ruta Irish” y el centro de Bagdad. Varios coches de la policía iraquí y tropas del Ministerio de Interior les bloquean el paso y les apuntan con sus armas. En los siguientes minutos se les unen más vehículos de la policía iraquí y los vehículos del TST 22 permanecen detenidos frente al bloqueo. Blackwater manda un Little Bird a sobrevolar la zona para evaluar la situación y dirigir a los refuerzos.

Desde el TOC, el oficial del US Army asignado como LSO con los militares contacta con las unidades militares destacadas en la zona. Se envía una QRF terrestre del Army que rodea al bloqueo de las tropas del Ministerio de Interior y la policía y les obliga a dejar salir al TST 22. A las 12:39 el equipo de Blackwater vuelve a la International Zone mientras el Little Bird se mantiene sobre la zona del ataque para observar los movimientos de las fuerzas policiales hasta que se retiran de la plaza Al Nisoor.

Todos los vehículos del TST 23 presentaban daños por fuego de armas ligeras, aunque la avería del Bearcat se considera que es producida por el fuego enemigo, su origen no está clara todavía.
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¿Cómo actúa Blackwater en estas situaciones?

Blackwater está considerada como una de las compañías militares privadas de mayor prestigio entre las existentes. Su personal procede de algunas de las mejores unidades de las fuerzas armadas estadounidenses y cuenta en ocasiones con mejores medios que su contrapartida del ejército regular. Sin embargo es cierto que en Bagdad tienen una reputación de actuar de forma muy agresiva, tanto contra los iraquíes como contra otros contratistas o las fuerzas de la Coalición.

¿Por qué actúan los equipos de Blackwater de esta manera? Debido a la especial naturaleza de sus operaciones. A diferencia de otras compañías, Blackwater se encarga de la protección de los objetivos número uno de todos los grupos insurgentes de Iraq, el personal del Department of State, y debe encargarse de mantenerlos a salvo en la ciudad más peligrosa de Iraq y manteniendo una cantidad de operaciones que supera las 1800 en lo que llevamos de 2007.

Dado el tipo de clientes que transportan, como el Embajador Ryan Crocker o personal del Departamento de Estado y de las diferentes agencias del gobierno norteamericano (USAID, CIA y OSAC, entre otras) los ataques a los que se enfrenta Blackwater no son los considerados ataques de fortuna, sino operaciones bien diseñadas por los diferentes grupos que operan en Iraq. Blackwater se ha visto en ocasiones repeliendo ataques continuos durante varios kilómetros de carretera antes de conseguir deshacerse de sus asaltantes.

En Bagdad las amenazas son muy concretas:

· Fuego de un francotirador mientras están fuera de los vehículos.
· Un coche bomba detonado a distancia o suicida.
· Emboscada de varios atacantes, tanto en movimiento como detenidos.
· Ataques con morteros y cohetes contra edificios del gobierno.

Para evitar las oportunidades de los posibles atacantes los convoyes de Blackwater actúan de forma claramente agresiva: Se saltan las indicaciones de tráfico para evitar repetir las rutas habituales, conducen variando continuamente la velocidad y el orden de los vehículos para dificultar la labor de quien vaya a detonar un explosivo a su paso, conducen por el carril contrario o por el arcén para dificultar la aproximación de un suicida,... Todo ello mientras mantienen un perfil muy elevado, mostrando siempre sus armas y apuntando a los coches con los que se cruzan, soltando humo y granadas flash-bang para alejar a los conductores, empleando sus helicópteros para colocar tiradores en los tejados si los convoyes deben atravesar un área peligrosa, incluso lanzando botellas de agua contra el capó y el parabrisas de los coches de la policía iraquí que habitualmente derrapan a su lado para provocarles.

Esto les ha granjeado una reputación en Iraq de ser demasiado agresivos, pero sin duda ha contribuido a mantener a sus clientes con vida. La calidad y contundencia de los medios de los que dispone Blackwater tiene también su importancia en ese equilibrio de efectividad-imagen en el que se desarrollan las operaciones de protección de un organismo civil. Así, el que Blackwater pueda enviar helicópteros Little Bird con tiradores de M4 y SAW o emplear su flota de blindados para efectuar transportes de clientes o reforzar unidades en problemas ha contribuido a reforzar la imagen de fuerza de Blackwater, haciendo que sea la PMC que más destaque de todas las que participan en la posguerra de Iraq.
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¿En que consisten los TST? ¿Con qué medios cuentan?

Los Tactical Support Team son las fuerzas de reacción rápida de Blackwater. A disposición del Centro de Operaciones Tácticas, estas unidades están compuestas por equipos de cuatro vehículos blindados y modificados según las necesidades de uso de la empresa. Con cuatro hombres en cada vehículo, los TST disponen de dieciséis contratistas cada uno, incluidos un conductor y un jefe de vehículo por blindado. Los otros dos contratistas se encargan de manejar las ametralladoras superiores o de realizar las tareas necesarias como controlar al cliente en el caso de una misión de transporte o de manejar los equipos de comunicaciones y mando en el caso del jefe de equipo que viaja en el Bearcat.

Para los TST Blackwater dispone de los siguientes blindados:

· Mamba Mk.2 fabricados por Alvis para el Ejército Británico y adquiridos en 2003.
· Puma, una versión modificada del Mamba Mk1 por Regis Trading International.
· Saxon de fabricación británica en la versión AT105E
· Bearcat “Law Enforcement Model” de la firma americana Lenco Industries, Inc.
· Cougar-H Security Vehicle, de la firma Force Protection Inc., Blackwater empleaba estos vehículos meses antes que el ejército estadounidense.
· Humvees con blindaje añadido en diferentes versiones.

Todos los vehículos asignados a los diferentes TST llevan instalados diferentes tipos de inhibidores, y algunos de ellos son capaces de operar como vehículos de mando y control. Se han añadido escudos blindados a las posiciones de los tiradores para permitirles hacer fuego bajo protección, y se han soldado pesados parachoques a modo de ariete para que puedan apartar los vehículos y obstáculos sin dificultad. En todos los vehículos llevan equipos médicos de mayor tamaño que los botiquines que van en los SUV, y al menos dos vehículos de cada TST llevan siempre camillas sujetas al exterior para recoger a cualquier herido.

Cada vehículo porta al menos una ametralladora M-240G, y algunos dos de ellas o alguna combinación con otro arma. Se espera que con la incorporación de los blindados Grizzly diseñados y fabricados por Blackwater se monte en ellos torres manejadas desde el interior y con una mayor variedad de armas disponibles.

En algunos de los Saxon se han visto unas cajas metalizadas sujetas al techo, estas cajas contendrían unos paneles metálicos para ensamblar conocidos como Bear Paw (garra de oso), estos paneles forman una estructura destinada a actuar como barrera frente a suicidas conduciendo coches bomba. Al chocar el coche contra la barrera ésta se clava en los bajos del mismo y lo levanta en el aire, imposibilitando que alcance su objetivo.

Además de los blindados de ruedas, los TST trabajan en estrecha colaboración con los helicópteros de Blackwater Aviation, tanto de los MD530F Little Bird, como los AB412.

El equipo personal de los hombres asignados a los TST es estándar, monos ignífugos de Nomex, rifles M4 y pistolas Glock. Todos llevan chaleco y casco balístico, los correajes pectorales suelen ser la opción mayoritaria dada su comodidad al estar dentro del vehículo.
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La versión del Ministerio de Interior y la prensa

La versión del incidente ofrecida por el Ministerio del Interior de Iraq (MoI) difiere completamente de la explicada hasta ahora. Aseguran disponer de decenas de testigos y grabaciones de video que mostrarían a los empleados de Blackwater asesinando a sangre fría y sin motivo alguno a civiles inocentes. En la fecha en que se ha escrito este artículo (25(09/200/) ninguna imagen de esa grabación ha sido emitida. No se tiene constancia más que de las declaraciones de dos heridos en el tiroteo, ambos varones de mediana edad. No se ha mostrado ninguna fotografía de mujeres, niños o ancianos muertos o heridos en el tiroteo. Y las declaraciones de los testigos simplemente no son acordes con la realidad, sirva un ejemplo:

Diario El Mundo. Miércoles 19 de Septiembre de 2007-09-25 Matanza de civiles / Hablan los testigos (por Javier Espinosa, enviado especial)
[...Hasán Yaber Salman] “Estaban en la Plaza y habían cerrado todos los accesos. Nos dijeron a gritos que nos volviéramos: ‘Go back, go back!’. “Abú Mustafá, un trabajador de 50 años que regaba las flores de la glorieta, rememoró cómo él mismo tuvo que refugiarse en la fuente vacía cuando los criminales de Blackwater abrieron fuego. “Eran cuatro vehículos que salieron de la Zona Verde, cortaron las tres calles de acceso a la plaza y empezaron a disparar. Tiraron contra un autobús de dos pisos y mataron a tres o cuatro de mis compañeros del ayuntamiento. Nadie les amenazaba. Disparaban como locos”



Las órdenes verbales para que se alejaran del convoy coinciden con el planteamiento de escalada de fuerza que ya comentamos en un artículo anterior sobre las PMC. Pero es imposible que cuatro vehículos corten los accesos a una plaza como la de Al Nisoor, que tiene un total de dieciséis carriles de entrada y salida. Tampoco es coherente el afirmar que dispararon a sangre fría y sin provocación si el propio testigo asegura que les avisaron para que se marcharan de la zona. Estos testimonios son o bien falsos, o terribles exageraciones, al igual que las declaraciones de testigos recogidas por la prensa en las que aseguraban que eran vehículos de negro cuando todos los vehículos involucrados en el tiroteo son de colores claros. No puede entenderse que estas declaraciones no sean confirmadas con una simple visita al lugar en el que tuvo lugar el enfrentamiento.

Otro ejemplo son las imágenes de un automóvil calcinado en la Plaza Al Nisoor que la mayoría de los medios aseguraron había quedado reducido a un chasis humeante por el armamento de los contratistas. La realidad es que las imágenes muestran agujeros de bala en el capó y el parabrisas, de nuevo el orden de disparo según sus reglas de uso de la fuerza, y que ningún arma de las empleadas por los vehículos del TST 23 puede lograr ese nivel de destrucción por si solas, los coches no explotan solos. De nuevo no aparece ningún vehículo “acribillado mientras huía”, así como tampoco el autobús de dos pisos que afirmaba un testigo que había sido blanco de los contratistas.

Lamentablemente la prensa occidental ha actuado como juez, parte y verdugo, decidiendo que, sin lugar a dudas, dieciséis hombres de un mismo equipo decidieron dejarse llevar por una furia asesina el mismo día, y sin contrastar sus informaciones excepto en un par de casos de la prensa especializada y la blogosfera.

Como ejemplo de la desinformación de la que han hecho gala los medios con este asunto basta con leer declaraciones como que los contratistas cobran hasta 1000€ al día, unos 1400$, más del doble de lo que realmente cobran. O que su entrenamiento y preparación es pobre, cuando no solo poseen una media de quince años en unidades de operaciones especiales, sino que su empresa cuenta con el que probablemente sea el mejor centro de entrenamiento militar del mundo.

La imagen presentada por la mayoría de los medios de comunicación es la de un grupo de mercenarios sin preparación y de gatillo fácil. La realidad es que no solo cumplen unas reglas de enfrentamiento más restrictivas que las empleadas por los militares, sino que además para poder trabajar en el contrato con el Departamento de Estado, todo su personal ha de realizar un curso de varias semanas de duración en el centro que la compañía tiene en Carolina del Norte, supervisado y dirigido por miembros del Bureau of Diplomatic Security. En este curso se hace especial hincapié en las condiciones en que podrán repeler una agresión siguiendo los mismos protocolos que el personal de seguridad diplomático. Es decir, al margen de que los contratistas y sus equipos son suministrados por una empresa privada, es el propio Departamento de Estado de Estados Unidos quien decide que reglas rigen sus actuaciones y que tareas se les asigna. Esto hace que Blackwater por una parte tenga la necesidad de utilizar unas tácticas y unos medios de un perfil muy alto, y al mismo tiempo se deba a unas reglas de enfrentamiento mucho más estrictas que los contratistas de otras empresas.

Sin embargo el asunto de esta concentración de la polémica en Blackwater no ha venido únicamente de la prensa, es muy posible que la idea de tratar de aislar a la compañía militar privada se hubiera preparado durante mucho tiempo. Paralizar a Blackwater lleva implícito paralizar a todo el Departamento de Estado en Iraq, un peligroso precedente para los futuros escenarios en los que la acción civil irá pareja a la militar desde el primer día.

El presidente de Iraq, Nouri Al-Maliki, necesitado del respaldo de los radicales chiítas para mantener su gobierno, ha tolerado un grado de infiltración tal de éstos en las fuerzas dependientes del Ministerio del Interior que todo él es actualmente una mafia legalizada, destinada a recoger fondos, armas y hombres, y canalizarlos hacia la insurgencia y las milicias chiítas. Este movimiento de las milicias chiítas no ha sido casual, explotando un nivel de corrupción tan alto no solo obtienen fondos para su causa, también socavan la confianza iraquí en las instituciones establecidas por Estados Unidos.

El CPI (Commission on Public Integrity), organismo iraquí que intenta velar por la transparencia en el gasto público y el empleo de recursos del gobierno, ha renunciado a seguir investigando al Ministerio de Interior. Sencillamente las amenazas llegaron a un punto en que los asesores norteamericanos del Embassy's Office of Accountability and Transparency se quedaban solos en las reuniones con los agentes del CPI. O estaban en sus casas amenazados de muerte, o simplemente habían aparecido asesinados, en muchos casos tras ser detenidos por la policía iraquí.

No es casualidad que la primera reacción del Ministerio del Interior tras el incidente fuera amenazar a Blackwater con retirarle la licencia para operar en Iraq. Actualmente solo hay dos empresas que están al día con las licencias iraquíes, ambas han asegurado tener que pagar más de un millón de dólares en sobornos, tasas de la licencia aparte. Cuando el Ministerio de Interior iraquí obtuvo la respuesta de que Blackwater no tenía ninguna licencia que pudieran retirarle, puesto que trabajaba bajo supervisión y dirección del Departamento de Estado, el siguiente paso fue amenazar con la expulsión de la empresa.


Actualmente las declaraciones del presidente iraquí se han suavizado mucho, y solo exige una “compensación económica a las víctimas”, que por supuesto se encargaría de administrar el Ministerio de Interior. Estamos simplemente ante un caso de chantaje, ya que un ataque de la policía iraquí hacia tropas americanas es inviable tanto por la derrota inmediata que sufrirían como por el consiguiente desmantelamiento del Ministerio del Interior, el objetivo es la compañía militar privada más conocida y polémica, con la esperanza de que prefieran pagar antes que perder un contrato o enfrentarse a una batalla contra la opinión pública.
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Consecuencias del incidente

Tras las declaraciones del presidente Al Maliki en las que anunciaba la suspensión de una licencia inexistente y la expulsión de Blackwater de Iraq, la única consecuencia real que tuvieron fue la suspensión de los desplazamientos por superficie del personal del DoS destinado en Bagdad. Mientras las agencias de prensa hacían circular rumores acerca de un “golpe definitivo a la política del uso de compañías militares privadas” los hombres de Blackwater involucrados en el incidente se limitaban a entregar sus informes al Jefe de Misión de la Embajada y al Director de Seguridad Regional, que redactaron un documento de dos páginas mostrando su versión.

Durante los días siguientes la única diferencia con la situación previa al suceso fue que el personal de aviación tenía más trabajo y el personal de seguridad más turnos de adiestramiento. Al mismo tiempo, el 18 de Septiembre, el portavoz del Departamento de Estado Sean McCormack, informaba de que el gobierno de Iraq no había procedido a notificar oficialmente ningún cargo contra Blackwater, el programa WPPS o el Departamento de Estado, así como la investigación conjunta del incidente entre el DoS y el Mando de la Fuerza Multinacional en Iraq. Al día siguiente Iraq anunciaba que se sumaría a una investigación conjunta con Estados Unidos y que el principal objetivo de la misma era precisar bajo que reglas y jurisdicción operan los contratistas, tanto los empleados por el Departamento de Estado como los empleados por el Departamento de Defensa.

El resultado más claro de toda la polémica es que tanto los Tactical Support Team como las Quick Reaction Force empleadas por Blackwater van a ser reforzadas en medios y capacidad, recientemente Blackwater hizo públicas varias ofertas de trabajo para armeros y técnicos familiarizados con armas del tipo Gatling, fabricadas por Dillon Aero. Así mismo los vehículos Grizzly han sufrido varias modificaciones respecto a sus primeras versiones, añadiendo ahora troneras de tiro y pudiendo incorporar montajes de armamento pesado.
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Fuerza Terrestre, Octubre 2008

Blackwater Aviation

Blackwater Worlwide, la compañía militar privada más conocida en la actualidad no solo presta servicios de escolta para diplomáticos en zonas de alto riesgo o equipos de instructores en programas de erradicación de narcóticos, también emplea sus propios medios aéreos en apoyo de sus contratos de seguridad e instrucción, además de en misiones hasta ahora reservadas a unidades militares, desde el apoyo logístico y el lanzamiento de cargas hasta el apoyo a unidades de operaciones especiales.

Los medios aéreos de Blackwater están concentrados en la denominada Blackwater Aviation, formada primero con la adquisición de Aviation Worlwide Services, propietaria de las aeronaves, y Presidential Airways, que opera las mismas. Otras marcas comerciales que operan dentro del conglomerado empresarial de la compañía son STI Aviation Inc., EP Aviation Llc. y Air Quest Inc.

Tras el traslado de su sede desde Melbourne en Florida, hasta Camden en Carolina del Norte, Aviation Worlwide Services/Presidential Airways la empresa ha experimentado un enorme crecimiento, debido tanto a las ampliaciones de sus contratos en vigencia como a la adjudicación de otros nuevos por parte de distintos organismos federales y gubernamentales norteamericanos.

Actualmente opera para el Departmento de Estado en Iraq y otros países donde funciona el programa Worldwide Personal Protective Service, habiendo ampliado recientemente el número de aeronaves en el país en virtud del Task Order 10, por el que la compañía ha incrementado en otros 20 helicópteros su flota en el país, pudiendo atender ahora las operaciones del Departamento de Estado en las Regional Embassy Offices (consulados) de Kirkuk y Basora.

Con el Departamento de Defensa los contratos se remontan a 2002, habiendo sido ampliados año tras año desde 2004 (o en ampliaciones mensuales durante 2005) y el último adjudicado a mediados de Enero de este mismo año, por un valor superior a los 200 millones de dólares hasta la fecha. Estos contratos incluyen tanto el apoyo en tareas de lanzamiento de cargas y personal en paracaídas en territorio afgano, como vuelos logísticos por todo Asia Central.

Otras aeronaves pertenecientes u operadas por empresas relacionadas con Blackwater aparecen en los registros de aterrizajes y despegues en aeropuertos europeos durante la investigación que se hizo de los llamados “rendition flights”, alguno de los aviones habían cambiado recientemente de dueño u operador, habiendo pertenecido anteriormente a empresas vinculadas directamente con la CIA.

Desde los aeropuertos de Bagdad, Kabul, Washington o Sevilla, hasta los aeródromos y las pistas de tierra de Ramadi, Khanabad, Bagram, o Kisumu, los diferentes medios aéreos de Blackwater están presentes día a día en los puntos más calientes del planeta.
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Little Birds

Los Little Bird son los helicópteros de la serie 500 de MD Helicopters. Equipados con una turbina Rolls Royce 250-C30 que les permite maniobrar a gran velocidad entre los edificios, los Little Bird con su característico zumbido producen el sonido más tranquilizador de Bagdad. Presentes en los equipos de escoltas de Blackwater desde el primer contrato para la protección de Paul Bremer, los MD530F se han convertido en uno de los iconos de la compañía, que los emplea tanto como fuerza de reacción rápida en apoyo de sus convoys e instalaciones, como para el despliegue preventivo de binomios de tiradores que cubrirán con antelación las zonas que se consideren más expuestas, también se emplean para evacuaciones médicas de emergencia, transporte de VIPs y como plataforma de observación.

Los integrantes de esta unidad fueron apodados Ass Monkeys por sus compañeros de los equipos de escolta, debido a que su trabajo como QRF (Quick Reaction Force – Fuerza de Reacción Rápida) les obligaba a pasar varias horas al día simplemente sentados junto a sus helicópteros esperando la orden de salir al combate. Lejos de molestarse por el apodo varios de los miembros de Blackwater estacionados en Iraq durante 2003 y 2004 llevaron el apelativo con orgullo, considerando una tradición el dedicarse a “incordiar” a los miembros de los equipos de escolta que no estuvieran trabajando, por ejemplo lanzándoles peluches de monos en actitud erótica desde los helicópteros.

La tarea de los Little Bird no depende únicamente de los pilotos, los tiradores que van con ellos tienen la designación de DDMs, Designated Defensive Marskmen, y la mayoría cuenta con experiencia como francotiradores en las fuerzas armadas estadounidenses. Su trabajo consiste no solo en proporcionar fuego de cobertura desde el helicóptero sino el actuar también como enlaces con las unidades en tierra y el establecer o reforzar perímetros de seguridad sobre posiciones estáticas a la espera de refuerzos.

Los pequeños helicópteros de Blackwater tienen un enorme historial de éxitos en los cielos de Bagdad, aunque el coste en vidas ha sido muy alto para la pequeña unidad (apenas nueve helicópteros como máximo en Iraq al mismo tiempo), que perdió a cinco de sus miembros durante el llamado “Blackwater Down” en Enero de 2007.

El primer análisis de aquella derrota fue que no podían seguir empleando los helicópteros con los mismos procedimientos que sus pilotos habían desarrollado y perfeccionado volando para el 160th SOAR, los Nightstalkers. Carentes de los avanzados equipos de electrónica y contramedidas, y teniendo que volar principalmente de día, los Little Bird se acomodaron a un rol más moderado y quizás menos excéntrico, perfeccionaron las técnicas de inserción y exfiltración de DDMs así como los procedimientos de Foot Print (pisada) y de evacuación, que tras muchos y repetidos éxitos fueron recogidos a nivel mundial durante el rescate del embajador polaco Edward Pietrzyk y de sus escoltas tras el ataque que sufrieron en el distrito de Karrada.

1. En la cultura estadounidense un “Ass Monkey” es una persona muy vaga. También se emplea referido a unos invitados indeseados a una fiesta, debido a que si aparecían los helicópteros era como resultado de estar bajo un ataque insurgente.
2. Los doce miembros de Blackwater que participaron en el rescate fueron recientemente condecorados por el embajador polaco en Iraq.


Bell 412

La incorporación más reciente al arsenal aéreo de Blackwater, los Bell 412 son también los más numerosos dentro de la flota de la empresa, que cuenta con dieciocho de estos helicópteros, aunque habitualmente siempre hay varios en Estados Unidos prestando tareas de adiestramiento de tripulaciones, incorporación de sistemas o permitiendo el desarrollo de los cursos de tiro para los futuros contratistas de la compañía.

A diferencia de sus hermanos pequeños los Bell 412 si cuentan con sistemas de autoprotección como asientos blindados para la tripulación, sistemas de bengalas, sistemas de refrigeración de la salida de gases y recientemente se les está incorporando radares meteorológicos.

Dedicados principalmente al transporte de clientes, contratistas y agentes de seguridad federales (DSS, FBI, Marshall,...) entre la Embajada de Bagdad, las Embajadas Regionales y diferentes emplazamientos donde el Departamento de Estado tiene instalaciones, los Bell 412 actúan también en tareas de “aerial scout”, una versión a mayor escala del sistema empleado por los Little Birds en Bagdad para desplegar tiradores en azoteas. En este caso los Bell 412 transportan equipos completos hasta zonas donde es preciso contar con equipos de refuerzo preposicionados, en varias ocasiones los propios helicópteros han quedado a cubierto en zonas establecidas la noche previa a una reunión o un acto oficial, estando así disponible una segunda opción de evacuación o de apoyo en fuerza.

La asignación de la Task Order 10 a Blackwater ha propiciado el despliegue de estos helicópteros, siendo un rumor (apoyado por los recientes ejercicios de calificación con armas de los agentes del Diplomatic Security Service) el que estos aparatos pronto llevarán armamento como ametralladoras Gatling y lanzagranadas


CASA C-212

Ocho son los aviones CASA C-212 que emplea Blackwater en la actualidad tras la pérdida del N960BW en Afganistán en un accidente atribuido al joyriding de los pilotos.

Volando desde el NC61 (el aeropuerto de Blackwater en Camden, Carolina del Norte) hasta el aeropuerto de Bagdad o las bases de la USAF en Asia Central, los C-212 transportan armas, suministros, personal, y en ocasiones detenidos, en apoyo de sus diferentes operaciones. Una de esas operaciones es la que mantiene a un destacamento de C-212 en el aeródromo de Bagram, trabajando en apoyo de la Combined Joint Task Force-82 en el lanzamiento de cargas en paracaídas para las diferentes bases avanzadas y para las unidades en movimiento durante las operaciones contra los talibanes.

Agregados a la 782nd Brigade Support Battalion, una pareja de C-212 realiza varios vuelos semanales para mantener abastecidas a más de veintidós posiciones norteamericanas distribuidas en una superficie cercana a los 50.000 km2. Volando a muy baja altitud para evitar el fuego antiaéreo de los talibanes, los aviones ascienden rápidamente hasta unos 50 metros de altitud para lanzar sus cargas, cambian de rumbo y vuelven a volar a la mínima altitud posible.

Las tareas que Blackwater realiza para el SOCOM permanecen obviamente clasificadas, sin embargo en el sitio web de Blackwater Worlwide puede leerse:



we currently operate CASA 212s in support of military freefall and static-line parachute operations, and cargo/personnel lift requirements for the U.S. Special Operations Command.



que junto a ciertos videos aparecidos en Internet y a demostraciones de montajes de armas en las instalaciones de Blackwater en Moyock dotan de credibilidad a los rumores existentes desde hace tiempo que dicen que Blackwater emplea sus C-212 tanto para la infiltración en paracaídas de miembros de operaciones especiales, como que dispone de un número indeterminado de aparatos modificados para actuar como cañoneros, al estilo de los AC-130 Specter, pero obviamente en un tamaño mucho más contenido y por tanto más discretos a la hora de tenerlos desplegados cerca de las zonas de operaciones, que es una de las mayores desventajas de los AC130, el que normalmente se encuentren estacionados fuera de Afganistán teniendo por tanto unos tiempos de tránsito que limitan enormemente su disponibilidad en el terreno.
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Aeronaves en OPCON

Los Blackhawks y Chinooks no son ajenos a las operaciones de Blackwater. No forman parte de su inventario ni cuentan con tripulaciones de contratistas, sin embargo se encuentran en OPCON (OPerational CONtrol) del Departamento de Estado, que lo pasa a sus Regional Security Officers, posiciones cubiertas por jefes de proyecto de Blackwater. Esto significa que en la práctica unidades militares son puestas bajo el mando de miembros de empresas privadas.

El primer caso fue el de “Butterfly”, el Blackhawk asignado a Paul Bremer en Iraq dentro de los medios destinados a la seguridad de la Autoridad Provisional de la Coalición. Con el tiempo las necesidades del Departamento de Estado aumentaron enormemente, y mientras se activaba la ya mencionada Task Order 10, el Departamento de Defensa entregó una serie de helicópteros al Departamento de Estado al que otorgó OPCON pleno sobre las operaciones de los mismos.

En Afganistán la situación se ha dado al solaparse las actividades de los Mobile Training Team desplegados por Blackwater para adiestrar y dirigir a unidades del Ministerio de Interior Afgano y la posterior implicación directa de unidades militares norteamericanas en el proceso de adiestramiento y dirección de las tropas afganas con el programa Operational Mentor and Liaison Team y actualmente los Embedded Training Team.


Otros medios aéreos

Además de sus medios propios, Blackwater emplea aeronaves de otros contratistas. En Afganistán emplea actualmente helicópteros Mi-172 de Kazan Helicopters, operados por una empresa nacional afgana que ganó el contrato ofertado por la organización norteamericana USAID.

En Iraq ha empleado helicópteros Mil Mi 8 de la empresa Skylink Aviation, siendo uno de ellos derribado el 21 de Abril de 2005 al norte de Bagdad. Murieron siete miembros de Blackwater, los tres tripulantes búlgaros del helicóptero y dos tiradores fijianos.

Otra división de Blackwater es la llamada Airships, que acaba de diseñar su primer dirigible no tripulado, pretendiendo alquilarlo al Departamento de Estado y otras agencias para emplearlo en el control de fronteras y en vigilancia perimetral.

La última novedad de Blackwater Aviation es el interés por adquirir un entrenador SuperTucano EMB-312, que presumiblemente iría a las instalaciones de la nueva Blackwater West, en la localidad de Potrero en California. La empresa manifestó además su interés por adquirir al menos una decena de aparatos, habiéndose puesto en contacto con representantes de las fuerzas aéreas de Brasil y República Dominica, ambas usuarias de los Embrear SuperTucano.

Diferentes análisis apuntan a que la intención de la compañía con semejante adquisición es el ofertar servicios de entrenamiento para países que necesiten desarrollar una aviación enfocada a tareas contrainsurgentes y de guerra contra el narcotráfico. La inmensa cantidad de dinero disponible para la conocida como Iniciativa Mérida para la lucha contra las drogas en México permite que los servicios de adiestramiento e instrucción de personal lleguen incluso a la implicación como tutores de pilotos contratados directamente por Blackwater o una de las compañías relacionadas con la misma.
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Informe recogido por el mando militar norteamericano en Iraq y remitido al Departamento de Estado



Operación de rescate por Blackwater: 22 de Octubre, 2006 – Hoy aproximadamente a las 1630 horas, los “Little Birds” de Blackwater Aviation BW 33 (Tiza #1) y BW 34 (Tiza #2) volvían de una misión cuando BW 34 observó a una unidad motorizada del US Army que había sido atacada con una carga explosiva del tipo EFP (explosive formed projectile) en las proximidades de la ruta G3.

Las tripulaciones observaron que entre los vehículos alcanzados por la EFP se encontraban numerosas bajas estadounidenses. BW 33, con los tiradores M.Y. (médico) y J.S. tomó la decisión de aterrizar en el lugar del ataque, asistir a los heridos y proporcionar evacuación médica inmediata. M.Y. descendió del helicóptero mientras J.S. proporcionaba la seguridad, asistió a los heridos y los evaluó. Tomó la decisión de de evacuar inmediatamente a los dos heridos más graves empleado al BW 33 hasta el Hospital Quirúrgico de Bagdad, situado en la International Zone. Mientras los heridos eran cargados en el helicóptero, M.Y. Permaneció tratando al resto de bajas, mientras que J.S. acompañó a los dos evacuados para mantener el tratamiento en vuelo.

Durante este tiempo, BW 34 con los tiradores E.R. y S.C., proporcionaron protección y cobertura aérea a BW 33, en prevención de una continuación de la emboscada durante el rescate de los heridos. Desde BW 34 se solicitó helicópteros medios del tipo 412, BW 126 y BW 608 respondieron a la llamada y se presentaron en la zona para asistir en la evacuación de los heridos. BW 34 permaneció todo el tiempo en la zona asegurando el terreno y protegiendo a los soldados en tierra mientras BW 33 volaba al hospital de la International Zone con la primera carga de soldados heridos.

Los tiradores del BW 126, S.A. y A.P., así como los tiradores del BW 608 L.R. (médico) y G.K. bajaron a tierra nada más llegar a la zona. Los tiradores proporcionaron un perímetro de seguridad y cargaron a los heridos en los helicópteros 412 para su transporte al hospital. L.R. se unió a M.Y. en las tareas de asistencia médica y mantuvieron el tratamiento a los heridos durante el traslado.

Durante este incidente cada uno de los individuos en la zona actuó con la única preocupación de atender a los heridos y mantener la seguridad de todos los participantes en el rescate. Su calma y su actos evitaron bajas innecesarias y salvaron la vida de cinco
soldados estadounidenses.

Obviamente no voy a quejarme de que este artículo se haya escrito hace la tira de tiempo y lo hayan publicado ahora - es obvio simplemente sabiendo que por ejemplo la Task Order 10 se ha ampliado y ya hay Bell 412 en Afganistán, o que el primer Supertucano está ya en Moyock- pero podrían haber metido información e imágenes fresquitas. De todas formas Fuerza Terrestre sigue estando muy por delante del resto de revistas especializadas en España a la hora de tratar el tema de las PMC.
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Mensaje por elder »

No sabía dónde colgarlo: Blackwater, Irak/Nayaf, coordinación, mitos.
Pero sé que a Loops le va a gustar.

En el foro FAS hemos hablado alguna vez del desastre de Nayaf, y de la información que le había llegado a los altos mandos.
En la revista Ejército (oficial del ET, así que supongo leída) el profesor de la UNED Carlos Echevarría Jesús, se despacha tan tranquilo, hablando de los inconvenientes de las PMC:
La participación de ocho empleados de Blackwater el 5 de abril de 2004 en la defensa del CG estadounidense en Nayaf, en apoyo a las fuerzas estadounidenses, pero también españolas de la cercana base Al Andalus, atacadas todas ellas por radicales shiies, y que tuvo amplia cobertura mediática, produjo a posteriorir que los responsables chíies culparan a todos, incluídos españoles, de la veintena de muertos producidos.
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Mensaje por Loopster »

Madre mía que puntería... ¿profesor universitario eh? :roll:
Fue el 4 de Abril, no el 5.

CG Estadounidense en Najaf cerca de Al Ándalus... más bien en la misma base y compartiendo el edificio.

¿Veintena de muertos? un par de centenares más bien, incluido un soldado salvadoreño de la Plus Ultra.

¿Nosotros no fuimos responsables? va a resultar que los VEC-25 echan caramelos por el cañón.
¿Tienes el mail de este tipo? :twisted:
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Mensaje por elder »

Un crack.
http://www.uned.es/dcpa/Profesores/118C ... erria.html

No cité lo de 1500$ al día y el gatillo fácil para no herir sensibilidades.
:twisted:
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Mensaje por Loopster »

¿También lo de los 1500$ y el gatillo fácil?

Vamos a ceñirnos a Blackwater.... entre 450$ y 650$ al día según si se está como protección estática o piloto de helos. Según informes oficiales del GAO, DoD y DoS, Blackwater solo ha empleado las armas en un 0,035% de sus operaciones.
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Mensaje por FlancoSur »

Aparte de suscribiéndose, ¿alguien sabe cómo o dónde comprar esa revista?
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Mensaje por Loopster »

Puedes pillarla en algunos cuarteles y bibliotecas.

Pero vamos, comparando acerca de quien tiene idea de lo que ocurre y quien solo intenta aparentarlo y queda en ridículo (cof -MADOC- cof!) uno se encuentra con cosas como esta:
La nueva lógica de la privatización militar

Cuando hace ya tiempo hablábamos de la lógica de la privatización militar se trataba de que las fuerzas armadas occidentales, que estaban preparadas para luchar en las planicies alemanas contra una invasión soviética, se encontraron con la necesidad de intervenir cada vez más con rapidez en lugares imprevistos. Parte de ese esfuerzo recayó en empresas por la flexibilidad y rapidez con la que se maneja el sector privado.

La externalización de servicios comenzó en la era Clinton, pero se trataba inevitablemente de la emergencia de nuevos actores privados en el panorama internacional. Era una cuestión de la marea histórica, donde desde los gobiernos locales a las multinacionales desarrollaban su propia agenda política internacional a espaldas de los estados. Más aún, la debilidad de los estados periféricos tras el desinterés inicial de las súper-potencias tras el fin de la Guerra Fría llevó al desplome de países como Somalia o Liberia y dejó a las empresas al cargo de su propia seguridad en lugares como Nigeria o Angola.

En el pasado III Congreso Internacional de Seguridad y Defensa en Granada surgió por dos veces el asunto de las Empresas Militares Privadas (PMC en inglés) en boca de oficiales del Ejército de Tierra que repitieron los arquetipos erróneos que usa habitualmente la prensa: Las fuerzas privadas en el terreno es un fenómeno exclusivamente estadounidense que se limita a Iraq y Afganistán, sin que se haya constatado que la privatización suponga un ahorro a la vez que genera un montón de problemas legales.

Pero fue algo más que eso. Al fin y al cabo queda mucho por escribirse sobre PMC en España. En Granada lo que sentí fue una sensación de desconexión entre lo que uno lee sobre materiales, doctrina y experiencias de los países con fuerzas combatiendo accesible gracias a Internet y lo que uno lee o escuha por aquí. Se trata de la velocidad que han adquirido los ciclos de innovación. Por ejemplo la carrera entre los insurgentes que plantan bombas y las fuerzas que los persiguen. Hay fuerzas armadas, como los canadienses, que han mostrado una buena capacidad de aprender y rectificar sobre la marcha. La experiencia y las bajas les llevó a adoptar vehículos sudafricanos a pruebas de minas, a desplegar carros de combate Leopard I y a lanzar un programa de adquisición urgente de Leopard II. No significa eso que las soluciones candadienses haya que aplicarlas al área de operaciones española en Afganistán. Pero dudo que aquí hayamos mostrado la misma capacidad de maniobra. ¿Desde cuándo se oyó hablar por primera vez de MRAPs en Iraq, cuánto tardó el debate en llegar a España, cuánto se tardó en ordenar la compra de vehículos y cuántos se han desplegado en misiones internacionales?

Podríamos seguir con esta velocidad de tortuga para aprender y cambiar. Y eso suponiendo que alguien realmente esté a la escucha de lo que pasa ahí fuera. ¿Hacemos apuestas sobre cuántos informes circulan en España sobre el programa Human Terrain System, la Task Force Paladin o el Asymmetric Warfare Group ? ¿Y hacemos una comparación entre los tiempos y costes manejados por el INTA para desarrollar el programa SIVA y los manejados por la iniciativa privada?

Podríamos también optar por salir corriendo de Afganistán, como alguno propone. O podríamos empezar a plantearnos seriamente en externalizar la formación y adiestramiento en temas puntuales como primer paso a externalizar otras cuestiones en las que está claro que el rtimo de de las nuevas guerrras nos ha superado.
http://www.guerrasposmodernas.com/2008/ ... n-militar/

Yo respondo a la apuesta que se plantea en el texto, no existe ningún informe escrito por ningún organismo militar en el que se hable del AWG, TF Paladin o TF Odin, el HTS, el JIEEDO o el COIN Center...
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