De KAS a Alsasua

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De KAS a Alsasua

Mensaje por Navarro »

Este post es para poner las distintas alternativas y propuestas que ETA ha hecho a los gobiernos de España desde 1976 que presentan la primera Alternativa Kas, hasta este mes de noviembre que presentan la de Alsasua.

Si a los administradores no les importa, quizás sería interesante dejar este post como informativo, sin contestar con mensajes y para seguir poniendo en el futuro otras propuestas que haga el mundo del MLNV.

Alternativa KAS
En julio de 1976, pocos meses después de la muerte de Franco, la izquierda abertzale se dotó de un programa político de mínimos para acceder a la nueva situación que se avecinaba. El programa fue diseñado desde KAS y redactado en su primera edición por ETApm. A este borrador, EHAS (precursor de HASI) le hizo algunas anotaciones, siendo como resultado el primer texto que se conoció como Alternativa KAS. En un principio mostraron su acuerdo, con alguna matización, ETAm, ETApm, LAIA, EHAS, LAK y LAB. Más tarde se sumaría EIA, el partido surgido de la VII Asamblea de los polimilis. Fue precisamente la divergencia sobre el apoyo a la alternativa KAS la que provocó la escisión en el seno de LAIA, con dos corrientes que, manteniendo el nombre del Partido, se definieron con el «bai» o el «ez», en función de su acuerdo o no con la alternativa.

La alternativa KAS fue presentada en Pamplona el 30 de agosto de 1976. Los milis, que entonces impulsaban su publicidad, consideraban que «la alternativa KAS debería considerarse como una base democrática mínima suficiente como para, sin abandonar las tareas de organización y armamento populares, cesar en nuestra actividad armada, manteniéndonos en esta postura en tanto no haya un intento, por parte del imperialismo español o fuerza política española o de la burguesía vasca, de imponer su razón ó expresión de sus intereses por las armas. La necesidad de este programa mínimo obedece a la comprobación táctica de que nuestro pueblo, como conjunto social, no está, a corto plazo, dispuesto a afrontar las tareas de la lucha armada».

En su redacción, el texto quedó de la siguiente manera:
1º Establecimiento de libertades democráticas.
2º Amnistía.
3º Adopción de medidas destinadas a mejorar las condiciones de vida de las masas populares y en particular de la clase obrera.
4º Disolución de los cuerpos represivos.
5º Reconocimiento de la Soberanía Nacional de Euskadi, lo que conlleva el derecho del pueblo vasco a disponer con entera libertad de su destino nacional y la creación de un Estado propio.
6º Establecimiento inmediato y a título provisional de un Estatuto de Autonomía que surta efecto en Araba, Gipuzkoa, Nafarroa y Bizkaia.
7º Constitución, en el marco de tal Estatuto, de un Gobierno Provisional de Euskadi».

En los meses siguientes los grupos de KAS promovieron una intensa campaña para el conocimiento de la Alternativa. El propio Argala señaló en una entrevista concedida poco antes de su muerte que «la alternativa de KAS constituye la base indispensable para hablar de una normalización de la vida de Euskadi, para pensar en un camino menos violento de continuación de la vida política hacia la constitución de una Euskadi independiente, socialista, reunificada y euskaldun. Mientras que los objetivos de la alternativa KAS no se consigan el pueblo vasco estará atado, las vías institucionales no le servirán para gran cosa, y la lucha armada será una necesidad».
A principios de 1978, ETAm realizaba una actualización de la alternativa KAS, después de constatar que el texto original contenía algunos elementos reivindicativos que no se ajustaban a la coyuntura. Ahora, en enero de 1978, la organización armada pensaba que debería presentar un programa transitorio, orientado hacia la consecución de libertades democráticas y que su consecución fuera la base mínima para el alto el fuego.

El 30 de enero de 1978 ETAm aprovechaba la reivindicación de un ataque contra las dependencias del Gobierno Civil de Bizkaia para dar a conocer la actualización de la alternativa KAS, tal y como quedaba después del debate que se había producido en su seno en torno a ella:
1. Amnistía Total.
2. Legalización de todos los partidos políticos, incluidos los independentistas sin necesidad de rebajar sus estatutos.
3. Expulsión de Euskadi de la Guardia Civil, Policía Armada y Cuerpo General de Policía.
4. Adopción de medidas para mejorar las condiciones de vida y trabajo de las masas populares y especialmente de la clase obrera. Satisfacción de sus aspiraciones sociales y económicas inmediatas expresadas por sus organismos representativos.
5. Estatuto de Autonomía que cuando menos abarque los siguientes requisitos:
5.1. Reconocimiento de la Soberanía nacional de Euskadi. Derecho de autodeterminación, incluido el derecho a la creación de un estado propio.
5.2. El euskara lengua oficial, prioritaria de Euskadi.
5.3. Las fuerzas de defensa ciudadana que sustituyan a las actuales represivas serán creadas por el Gobierno vasco y dependientes únicamente de él.
5.4. Las fuerzas armadas acuarteladas en Euskadi, estarán bajo control del Gobierno Vasco.
5. 5. El pueblo vasco poseerá poderes suficientes como para dotarse de las estructuras económicas, sociales y políticas que considere más convenientes para su progreso y bienestar, así como para realizar cualquier transformación autónoma de las mismas».

Con respecto al programa anterior fueron cuatro las innovaciones más importantes. La primera de ellas la retirada de la exigencia de un Gobierno Provisional. La segunda fue el cambio que se introdujo en el término «disolución» que pasaba a contemplarse como «retirada» de las fuerzas represivas. Como tercera novedad notable se señalaba la inclusión de un apartado sobre las medidas de mejora para las clases obrera y demás capas populares. Y la cuarta innovación fue la que a largo plazo ofrecía más juego político: el reconocimiento del derecho de autodeterminación.

En los años siguientes, la alternativa KAS se convirtió en el eje de la izquierda abertzale, tanto es así que ella fue el origen y la cohesión para el nacimiento de Herri Batasuna. También fue la condición que ETA puso para abandonar la lucha armada: «No podrá existir un alto el fuego hasta que no sea reconocida la alternativa KAS ya que sólo entonces el pueblo vasco alcanzará verdaderamente la libertad». En los contactos que hubo posteriormente, previos a las Conversaciones de Argel, la Alternativa KAS se conformó como el eje de discusión. Grupos como el PSOE y el PNV diseñaron diversos textos que, en su esencia, pretendían modificar o dulcificar los contenidos de la Alternativa.

En las Conversaciones de Argel en 1989 entre ETA y el Gobierno español, la interlocución vasca preparó un extenso trabajo sobre la inclusión de los puntos de la alternativa en el ordenamiento jurídico español. Pero el fracaso de las Conversaciones dio al traste con las posibilidades de su plasmación.
Última edición por Navarro el 24 Nov 2009 13:17, editado 1 vez en total.
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Mensaje por Navarro »

En 1995, los diversos grupos que componen el conjunto de la izquierda abertzale, iniciaron un debate sobre la readecuación de la Alternativa KAS, al igual que sucediera en 1978 y sobre la base de los cambios que se habían producido en el contexto político y social vasco.

Los primeros apuntes del debate apuntaban a que la Alternativa se debería conformar en base a dos grandes bloques, el primero de ellos destinado a su contraste con el Estado español y el segundo, como acuerdo entre las fuerzas vascas. Para el primero de los puntos, la nueva alternativa debería incluir el reconocimiento de Euskal Herria, en especial del Derecho de Autodeterminación y su territorialidad, así como la apertura de un proceso democrático en Hegoalde del que se garantizasen sus resultados. En el segundo de los apartados, las fuerzas vascas ahondarían en la euskaldunización, el papel de la Ertzaintza, la educación, las libertades democráticas, etc. Las condiciones mínimas para estos dos procesos llevarían implícita la amnistía total, la marcha de Hegoalde de las Fuerzas Armadas españolas y el alto el fuego de ETA.

Alternativa Democrática 1995
La propuesta básica para la negociación política que surge de la actualización de la "Alternativa KAS", la "Alternativa Democrática para Euskal Herria", tiene dos marcos de negociación diferentes: uno entre ETA y el Estado español; y otro que corresponde a todos los ciudadanos vascos, por medio de un proceso democrático sin límites, con la capacidad de elegir entre todas las opciones.
El objetivo de la negociación política entre ETA y el Estado español es lograr el reconocimiento de Euskal Herria, imprescindible para que este proceso sea realmente democrático. Las últimas decisiones, sin embargo, sólo le corresponden, de forma indelegable, a la sociedad vasca.
Esta propuesta para la negociación política que presenta ETA para superar el actual carácter de la confrontación entre Euskal Herria y el Estado español es un instrumento a disposición de la sociedad vasca.
En la medida en que haya condiciones nuevas y medios democráticos, ETA adecuará su actividad a la nueva situación del conflicto, sin abandonar sus objetivos políticos últimos, la independencia de Euskal Herria y la lucha a favor de una sociedad basada en la justicia social.
En la medida en que se pacte y desarrolle esta propuesta se conseguirá superar el conflicto armado entre Euskal Herria y el Estado español.
A pactar entre ETA y el Estado español:
Si el Estado español aceptase las cuestiones planteadas, para que se inicie en Euskal Herria un proceso democrático, ETA anunciaría un alto el fuego.
El reconocimiento de Euskal Herria. El reconocimiento del derecho de autodeterminación y la unidad territorial.
• El derecho de autodeterminación no es una posición política, sino un derecho democrático que nos corresponde como pueblo. Aunque la decisión sobre cuándo, cómo y para qué se desarrolla ese derecho corresponde a los ciudadanos vascos, hay que asegurar el reconocimiento del derecho, porque es imprescindible para que Euskal Herria decida su futuro con total libertad.
• El reconocimiento de Euskal Herria exige superar la actual división territorial, aceptando la unidad territorial y levantando las fronteras institucionales. Cómo se concreta la unidad territorial, cómo se estructura Euskal Herria... será la decisión soberana de Euskal Herria.

El respeto del resultado del proceso democrático que se abrirá en Euskal Herria
• No se le pueden poner límites a la palabra del pueblo. Por lo tanto, el Estado español debe aceptar que respetará el desarrollo de ese proceso democrático y sus resultados, sean los que sean.
• La condición mínima para canalizar ese proceso democrático es que todos los ciudadanos puedan participar en él sin presión alguna. Por lo tanto, para ese proceso democrático es imprescindible una amnistía general, posibilitando la excarcelación de todos los presos y el regreso de todos los huídos.
• Es igualmente imprescindible arbitrar medidas para que las Fuerzas Armadas españolas no influyan en ese proceso.
A debatir y pactar entre los ciudadanos vascos:
• En el proceso democrático que hay que extender para decidir las cuestiones que sólo competen a los ciudadanos vascos tienen que participar sindicatos, asociaciones, movimientos sociales, partidos, instituciones y, en definitiva, toda la sociedad, definiendo las opciones y los marcos de discusión y acuerdo adecuados para ello.
• A lo largo de ese proceso, tendrían que concretarse, como mínimo, estos temas: el desarrollo del derecho de autodeterminación (formulación, metodología, opciones, plazos...; la formulación y el proceso de construcción de la unidad territorial; las relaciones entre toda Euskal Herria; las competencias de la nueva organización institucional que se va a pactar, sin ningún tipo de límite preconcebido; la planificación socio-económica; la desmilitarización, y la composición y carácter de las fuerzas policiales); los derechos educativos; las libertades democráticas...
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Mensaje por Navarro »

Propuesta de Lizarra-Garazi de 1998
Factores propiciadores del acuerdo de paz en Irlanda (del Norte)
1.- Todos los implicados en el conflicto han aceptado el origen y la naturaleza política del mismo y, consecuentemente, que también su resolución debe ser política.

2.- El Gobierno británico y el IRA fueron conscientes de que ni el uno ni el otro iban a ser el vencedor militar y, en consecuencia, aceptaron que el conflicto -en caso de dejarlo tal como estaba- podía prolongarse durante mucho tiempo.

3.- Gracias a la reflexión de todos los protagonistas del conflicto, el enfrentamiento cedió su puesto al trabajo en común (al principio entre próximos pero diferentes, más tarde entre contrarios y por fin entre enemigos), siempre con la pretensión de no excluir a nadie de estas relaciones.

4.- De entre la variedad de reflexiones realizadas se destacaría como especialmente relevante la concepción, ya antigua, del movimiento republicano de construir y apostar por un modelo de solución al conflicto que comprendiera y respetara a todas las tradiciones existentes en la Isla.
Ello contribuyó a reducir los factores de resistencia de los partidarios de diálogos exclusivos o de políticas aislacionistas.

5.- Lentamente, el diálogo y la distensión surgidos de esta red de relaciones se hicieron con el protagonismo y la prioridad que hasta entonces habían tenido el uso de la fuerza violenta y la política aislacionista. Desde ambos lados se dieron gestos de distensión sin que se exigieran inexcusablemente condiciones previas para el inicio del diálogo.

6.- El reconocimiento del derecho de autodeterminación al conjunto de los ciudadanos de Irlanda ha traído consigo una profundización en la democracia tanto en lo concerniente al contenido (creando nuevas fórmulas de soberanía) como en lo que respecta al método (dando a los ciudadanos la última palabra). Estas características políticas que se contienen en el acuerdo de paz comprenden una concepción de la negociación realizada, no con la idea de ganar sino de resolver el conflicto, incluyendo a todas las tradiciones existentes en la isla y situando los proyectos políticos en igualdad de condiciones cara a su consecución, sin otro límite que la mayoría democrática de respaldo.

7.- La presencia de algunos factores internacionales jugó un papel significativo: La apuesta firme y participación directa del Gobierno y presidente de los EE.UU en la resolución del conflicto; la buena acogida dispensada por diferentes Instituciones de la Unión Europea (de la que son exponentes las sustanciosas ayudas económicas prometidas), el apoyo político mostrado y el asesoramiento ofrecido por el Gobierno y presidente de Sudáfrica a lo largo de todo el proceso.

Potencial aplicación para Euskal Herria
A tenor de las características con las que se ha producido el proceso y el acuerdo de Paz en Irlanda, estimamos que el conflicto que afecta a Euskal Herria puede encontrar vías de resolución si se atiende a las pautas de comportamiento y actuación siguientes:
IDENTIFICACIÓN
El contencioso vasco es un conflicto histórico de origen y naturaleza política en el que se ven implicados el Estado español y el Estado francés. Su resolución debe ser necesariamente política.
Siendo distintas las concepciones que existen sobre la raíz y permanencia del conflicto, expresadas en la territorialidad, el sujeto de decisión y la soberanía política, éstos se constituyen en el núcleo de cuestiones fundamentales a resolver.

MÉTODO
La resolución política sólo puede plasmarse a través de un proceso de diálogo y negociación abierto sin exclusiones respecto a los agentes implicados y con la intervención de la sociedad vasca en su conjunto.

PROCESO
Fase preliminar
El proceso de diálogo y negociación puede propiciarse con conversaciones multilaterales que no exijan condiciones previas infranqueables para los agentes implicados, a fin de que el diálogo pueda propiciarse.

Fase resolutoria
El proceso de negociación y resolución propiamente dicho, que lleva implícitos la voluntad y el compromiso de abordar las causas del conflicto, se realizaría en unas condiciones de ausencia permanente de todas las expresiones de violencia del conflicto.

CARÁCTER DE LA NEGOCIACIÓN
La negociación deber ser global en el sentido de abordar y dar respuestas a todas las cuestiones que constituyen el conflicto, así como a las que son consecuencia de éste. No hay agendas limitadas.
En este sentido, la negociación no debe ser concebida como un proceso de ganancias particularizadas sino para resolver el conflicto.

CLAVES DE RESOLUCIÓN
Ello conlleva que una negociación resolutiva no comporte imposiciones específicas, respete la pluralidad de la sociedad vasca, sitúe todos los proyectos en igualdad de condiciones de consecución, profundice la democracia en el sentido de depositar en los ciudadanos de Euskal Herria la última palabra respecto a la conformación de su futuro y se respete la decisión por parte de los Estados implicados. Euskal Herria debe tener la palabra y la decisión.

ESCENARIO RESULTANTE
El acuerdo de resolución no contendrá escenarios cerrados y de carácter definitivo, sino que posibilitará marcos abiertos donde puedan tener cabida nuevas fórmulas que den respuesta a la tradición y aspiraciones de soberanía de las ciudadanas y ciudadanos de Euskal Herria.
HB, PNV, EA, IU, BATZARRE ZUTIK, ELA, LAB, EHNE, ESK-CUIS, STEE-EILAS, EZKER
SINDIKALA, HIRU, GOGOA, AMNISTIAREN ALDEKO BATZORDEAK, SENIDEAK,
BAKEA ORAIN, ELKARRI, EGIZAN, HERRIA 2000 ELIZA, CERNIKA BATZORDEA,
AUTO- DETERMINAZIOREN BILTZARRAK.
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Anoeta 2004
Propuesta de Anoeta
Este documento político quiere trasladar a la opinión pública los análisis y conclusiones a las que ha llegado BATASUNA, en un momento especialmente importante para el presente y el futuro de nuestro pueblo.
No se puede entender este momento sin entender lo ocurrido en los últimos 25 años. Es por ello que este documento hace un recorrido de todo este periodo, a la vez que aporta unas conclusiones sobre la situación actual.
Del análisis realizado, BATASUNA como expresión pública y plural de la izquierda abertzale, ha fijado una prioridad política para el presente inmediato: la construcción de un proceso de paz que supere definitivamente el escenario de enfrentamiento político y armado en nuestro pueblo.
BATASUNA asume, en consecuencia, su condición de agente comprometido en la búsqueda y consolidación del proceso que conduzca definitivamente a un escenario justo de paz estable y duradera para Euskal Herria.

1.- BALANCE POLITICO (1977-2004)
1.1. Negación, imposición, división
Euskal Herria ha sido a lo largo de su historia un pueblo negado y dividido en diferentes ámbitos políticos y administrativos.
Desde La Revolución francesa la ciudadanía de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa ha reivindicado una estructura institucional propia para los tres territorios, pero todo este tiempo el Estado jacobino ha respondido con la negación y el desprecio.
En los otros cuatro territorios, los herederos del franquismo pusieron en marcha la transición para seguir haciendo lo mismo que con Franco, a través de la Constitución y el marco autonómico. La Constitución española se puso en marcha contra la voluntad de nuestro pueblo; el Amejoramiento no se votó en Nafarroa; y el Estatuto arrancó con un apoyo mínimo y desde la amenaza de ‘esto o nada’.
La izquierda abertzale planteó un “no” rotundo a la imposición, porque a la postre se seguía negando y dividiendo a nuestro pueblo. Se adoptó la decisión de trabajar y luchar en el día a día, a pesar de que los demás agentes pronosticaban su final político.
Los primeros años de la reforma franquista fueron muy duros. A pesar de ello, la izquierda abertzale fue capaz de luchar y poner en marcha una estrategia que pretendia encarrilar la resolución democrática del conflicto, a través de la Alternativa KAS. El punto culminante de la Alternativa KAS fueron las negociaciones de Argel.

1.2.- La crisis del año 1992. Agotamiento de la estrategia de negociación
Hace diez años, la izquierda abertzale atravesaba un periodo de crisis provocada, fundamentalmente, por el bloqueo de su estrategia de negociación con el Estado español. La ruptura de las negociaciones de Argel dio paso a un periodo de confusión que fue aprovechado por el Estado para plantear todo tipo de maniobras que, bajo el manto de intentos negociadores, sólo buscaban hacer posible la escisión y la derrota política y policial de la izquierda abertzale.
Hace diez años, el Estado español, gestionado por el PSOE, contaba con el aval, la colaboración y el consejo del Gobierno autonómico liderado por Ardanza que, tras la fachada del Pacto de Ajuria-Enea, consolidaba el colchón y la cobertura político social que el Estado necesitaba para su contraofensiva policial.
Así se inauguró la etapa de la dispersión de los presos y las presas, el acoso permanente a Herri Batasuna, su apartheid en los medios de comunicación, la operación de Bidart… Todo valía para acabar con la izquierda abertzale.

1.3.- La reordenación estratégica de la izquierda abertzale. Las decisiones básicas (1994)
Los estrategas del Estado español y sus colaboradores de Sabin Etxea y Ajuria Enea no contaban con la capacidad de reordenación táctico-estratégica de la izquierda abertzale.
En aquella época de incertidumbre e incremento despiadado de la represión, la izquierda abertzale, en su conjunto, fue capaz de tomarse el tiempo necesario para debatir, discutir y acordar una renovación en profundidad de su estrategia política.
Conscientes de las dificultades, pero en la confianza de haber sembrado con honestidad y seriedad en amplias bases populares del pueblo vasco un proyecto independentista de izquierdas, se adecuo la estrategia a la nueva realidad existente en Euskal Herria y en los estados español y francés.
Aquella reordenación se fundamentó en tres grandes decisiones:
a.- Frente a una estrategia sustentada en la partición (primero Hego Euskal Herria y después Ipar Euskal Herria), se hizo una apuesta clara por erigir otra estrategia de carácter nacional que tuviera en cuenta las diferentes realidades de nuestro pueblo.
Como fruto de aquella decisión, el conjunto de la izquierda abertzale y sus diferentes organizaciones se convirtieron, con el tiempo, en organizaciones de carácter nacional con la extensión práctica de su estructura militante al conjunto de territorios de Euskal Herria.
b.- Frente a la estrategia que aguardaba al día ‘D’ posterior a la negociación entre ETA y el
Estado español, que cambiaría la realidad de manera radical, se planteó una estrategia de construcción permanente de Euskal Herria. Una estrategia de construcción nacional, un trabajo militante diario en los vectores estratégicos de nuestra nación, que debía permitir, por un lado, aliviar los efectos demoledores de la política de los Estados (desindustrialización, euskara, educación...), y por otro lado, hacer nítidos en nuestro pueblo los límites jurídicos y políticos del marco autonomista.
La superación de dicho marco no era un capricho político, ni una cuestión meramente macropolítica, estaba en juego la supervivencia misma de Euskal Herria en esa apuesta.
El euskara, la economía, el sistema educativo, los medios de comunicación… necesitaban un nuevo marco político. La apuesta era hacer ver a los amplios sectores populares que trabajaban en esos campos la necesidad de un marco que superara la partición y la falta de soberanía. Esta era la única manera de garantizar la propia subsistencia como comunidad nacional culturalmente diferenciada.
c.- De una estrategia meramente negociadora se dio paso a una estrategia de construcción nacional, se pasó de la Alternativa KAS a la Alternativa Democrática, en la que se apuntaba la necesidad de un proceso democrático nacional abierto a todos los sectores políticos, sociales y culturales de nuestro pueblo, y se renovaba también el modelo negociador.
Este proceso debería determinar y encauzar las aspiraciones de nuestro pueblo, al que correspondía hablar como tal con los estados español y francés, de nación a nación, de soberanía a soberanía.
El papel de los Estados se limitaba a la aceptación y al respeto de lo que el pueblo vasco decidiera en un proceso pacífico y democrático. Sin embargo, el Estado español optó por criminalizar la propuesta de paz que suponía la Alternativa Democrática y, no contento con ello, encarceló a toda la Mesa Nacional de Herri Batasuna. En ningún caso conseguirían alterar las importantes decisiones mencionadas anteriormente y que tanto fruto han dado con el paso de los años.

1.4.- 1998: Agotamiento del autonomismo. Logro de la estrategia renovada
El proceso de Lizarra-Garazi no fue otra cosa que el intento de poner en marcha ese proceso democrático por el que se apostó en la Alternativa Democrática.
Aquel proceso produjo unos efectos políticos de calado estratégico. Enterró definitivamente la partición y el autonomismo como alternativas para la superación de los problemas políticos, económicos o culturales.
Demostró que la labor realizada en el área de la construcción nacional y social había articulado una masa critica popular en el sindicalismo (colaboración ELA-LAB), en el euskara (dinamismo de Kontseilua, Bai Euskarari), en la educación (Euskal Unibertsitatea), o en el deporte (ESAIT y la lucha por las selecciones nacionales).
Visualizó, como nunca antes, el mapa de Euskal Herria, sus siete territorios. La creación de Udalbiltza fue el elemento político más importante en esa dirección.
Materializo la potencialidad de una interlocución con los Estados de carácter nacional y democrático. Las y los componentes de la mesa de Lizarra-Garazi debían ser los depositarios de los intereses nacionales y populares, en la búsqueda de un proceso de negociación con los Estados, sobre la premisa del respeto a la palabra y la decisión de Euskal Herria. En definitiva, contribuyó a sostener y consolidar la reordenación de la estrategia en los parámetros decididos en 1994.
En el aspecto negativo cabe subrayar que, pese a ostentar tanto PNV como EA la responsabilidad máxima del fin de la tregua, la izquierda abertzale pagó cara la nueva situación y, a los pobres resultados de las autonómicas del 2001, hay que sumarle el fin del proceso de Batasuna con la escisión de Aralar y la no incorporación del conjunto de AB. La izquierda abertzale entró en una crisis importante y su capacidad política para incidir en el escenario político se redujo por un tiempo.

1.5.- La respuesta del estado español: la represión y la ilegalización
El proceso de 1998 hizo saltar todas las alarmas, si bien con diferente intensidad, de los Estados español y francés.
El Estado español fue consciente desde el inicio de que aquel proceso visualizaba definitivamente la derrota del diseño pactado en la transición y ponía en serio riesgo su proyecto llamado España.
Una vez más, volvía a ser central en el debate político cultural del Estado la gran pregunta que se viene repitiendo a lo largo de los dos últimos siglos en la vida política española: ¿Qué es España?
Són precisamente la aceleración de la crisis del marco político actual y, paradójicamente la débil situación de la izquierda abertzale tras las ruptura del Acuerdo de Lizarra-Garazi, las que llevaron al Estado español a apretar el acelerador, ilegalizando a las organizaciones de la izquierda abertzale e instalando un auténtico estado de excepción y apartheid político para miles de personas en Euskal Herria.
Los dos años transcurridos desde la ilegalización permiten decir con claridad, y a pesar de todas las dificultades que el apartheid político plantea, que la izquierda abertzale ha derrotado esta estrategia y ha sabido seguir adelante, apostando por la construcción nacional, por el desarrollo de Udalbiltza, estructurándose a nivel nacional, haciendo frente a la ilegalización y, también, a los cantos de sirena creados por los autonomistas en torno al plan Ibarretxe.
Es precisamente el PNV el que aprovecha este momento para presentar el plan Ibarretxe como mecanismo que aborte el debate abierto en el conjunto del país sobre el marco, y además sirva para desgastar a una Batasuna en plena ilegalización.
El PNV es consciente de que 25 años más tarde no puede seguir reivindicando y vanagloriándose del Estatuto, y es por ello que presenta un nuevo plato estatutario, en este caso aderezado con un preámbulo que recoge, en general, las reivindicaciones básicas de la izquierda abertzale: Euskal Herria, autodeterminación y consulta popular.

1.6.- La respuesta del Estado francés: el desprecio
La apuesta de construir una estrategia nacional coincide con el inicio de un dinamismo ç político y social en Ipar Euskal Herria desconocido hasta aquellas fechas.
La reivindicación de un Departamento propio, la oficialidad del euskara, la universidad y la Cámara Agraria han permitido poner en entredicho el actual estatus político en Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa.
La necesidad de una estructura institucional propia así como la necesaria vinculación de cualquier proyecto de futuro con el conjunto de Euskal Herria, se van abriendo paso con fuerza.
Es por ello que el Estado francés ha dejado de ser un mero cooperador de la política represiva del Gobierno Español para convertirse en un agente activo en la represión del pueblo vasco en su conjunto.
El desprecio a la voluntad de los vascos y vascas, la mofa permanente a sus reivindicaciones es la seña de identidad de la política del Estado francés con respecto a Euskal Herria.

2.- ANALISIS DE LA SITUACION ACTUAL: TIEMPO PARA EL CAMBIO POLITICO
La coyuntura actual en Euskal Herria viene determinada por estos tres factores clave:
2.1.- Crisis de los actuales status políticos en el conjunto de Euskal Herria
Esta crisis ha originado, con distinta intensidad, el agotamiento de los actuales modelos de
Estado, tanto en el caso del modelo español como en el del francés. Hoy, en el Estado español, el debate se centra en la reforma constitucional y en el modelo de Estado autonómico futuro. Sólo hay una razón fundamental para entender la apertura de este debate: la derrota del modelo de transición y la apertura de un proceso de recuperación de la palabra por parte de Euskal Herria. Se podrán aducir otras razones, desde la europea a la sucesión monárquica, pero estas sólo son cortinas de humo que tratan de generar la falsa impresión de que dicho debate es una prolongación natural del debate constitucional de 1978.
La gran victoria política del conjunto de la izquierda abertzale y del pueblo vasco debe ser ocultada, manipulada, porque sienta un precedente peligroso para los poderes fácticos y los gestores del Estado.
En consecuencia, el Estado español tratará de que dicha reforma se haga con el menor coste posible para su proyecto, objetivo que no alcanzará si la izquierda abertzale es capaz de perseverar en nuestra estrategia, planteando con claridad que la resolución del conflicto sólo se podrá edificar desde el principio del reconocimiento del derecho de autodeterminación para el pueblo vasco.
Respecto al Estado francés, es indudable que el debate y posterior proceso de descentaralizaciones, los acuerdos de Matignon respecto a Córcega, así como el sinfín de reivindicaciones y referendos que se están dando en torno a las antiguas colonias, han abierto también un debate sobre el marco político en el conjunto del Estado, aunque en menor medida que en caso español. En todo caso, la reclamación de un cambio político es, hoy por hoy, mayoritaria también en los territorios bajo dominio del Estado francés.
2.2.- Debate sobre el futuro de Euskal Herria: Proliferación de propuestas
Partiendo de la base de que no sólo el Estado sino el conjunto de fuerzas políticas son conscientes de la inevitabilidad del cambio en el estatus político, asistimos a una especie de subasta de marcos y propuestas para superar el actual marco político.
Frente a una etapa histórica anterior en la que sólo la izquierda abertzale planteaba la necesidad de cambiar radicalmente el marco político, hoy quienes esgrimían con orgullo y prepotencia la bandera del Estatuto y la partición se apresuran a adecuarse a la nueva situación creada por la lucha de la izquierda abertzale.
Pero por encima de otras consideraciones, en cuanto a los contenidos de cada propuesta, lo sustancial es comprobar que ya ni siquiera el PSOE es capaz de defender el actual estatus tal y como esta diseñado en la actualidad. O que ni siquiera quienes se sienten arte y parte de la República francesa pueden hoy defender la prepotencia de un Estado ante las reivindicaciones que se realizan desde Euskal Herria.
Sólo este último dato debería de permitir a la izquierda abertzale ver el alcance de su victoria política.
2.3.- La consulta popular eje del debate político
La asunción cada vez más mayoritaria de la consulta popular como instrumento para legitimar los marcos políticos actuales o de futuro, resulta un factor clave. Una reivindicación histórica permanente de la izquierda abertzale que se abre paso en el debate político, constituyendo la piedra angular para el futuro político inmediato de Euskal Herria, tal como se constata por las diferentes propuestas presentadas.
Es el pueblo vasco, y sólo el pueblo vasco, quien debe determinar su presente y su futuro mediante la consulta directa a sus ciudadanos y ciudadanas.

3.- LA PAZ ES AHORA LA PRIORIDAD
La actual situación política (crisis de los estatus políticos, nuevas propuestas, consulta popular) ha creado condiciones favorables para el inicio de un proceso de superación del conflicto en nuestro pueblo.
La apuesta por un proceso de superación del conflicto cuenta de antemano, además, con una ventaja innegable: cualquier intento en esta dirección cuenta con el respaldo abrumador de nuestro pueblo.
Las direcciones de los partidos pueden poner todos los obstáculos en este proceso, pero quienes nos votan (a todas las formaciones, sin excepción) apuestan de manera abrumadora por un proceso que conduzca a la solución y a la paz.
Siendo esto así, es responsabilidad política de la izquierda abertzale, aquí y ahora, sacar el conflicto de las calles y llevarlo a la mesa de negociación y dialogo.
Para que esto sea así, debe existir el compromiso de todas las partes para superar todos los obstáculos que impidan dicho objetivo. BATASUNA reitera aquí ese compromiso, y por lo tanto, utilizará todos sus medios para que todos los obstáculos sean superados.
Los viejos estatus políticos han demostrado sobrada capacidad para regenerar el conflicto y sobrada insuficiencia para resolverlo. Por el contrario, un nuevo estatus fundamentado en el acuerdo y el reconocimiento de todos los derechos traerá el cambio político y la paz consigo.
Es por ello que se debe dejar de lado las recetas del pasado para buscar nuevas fórmulas. Y a la hora de ensayar nuevas fórmulas, el diálogo es la herramienta válida.
El acuerdo basado en el diálogo entre todos los agentes traerá un nuevo estatus político. Para que dicho acuerdo sea eficaz es inevitable consultar a la ciudadanía vasca. Y todas las partes deberán garantizar que los resultados de la consulta serán respetadas.
BATASUNA quiere mostrar su plena disposición a participar en dicho proceso, entendiendo que como tal proceso de negociación y dialogo, exigirá por parte de todos la flexibilidad suficiente para hacer las concesiones necesarias para alcanzar un acuerdo satisfactorio.

4.- LAS BASES PARA LA RESOLUCION DEL CONFLICTO: EL DIALOGO Y EL ACUERDO
4.1.- Superar el conflicto requiere de un proceso de diálogo
BATASUNA contempla la resolución del conflicto político como un proceso. No es posible resolver un conflicto que dura siglos de un día para otro; y no hay atajos. Construir la paz exige un proceso, global y multilateral, desarrollado con seriedad, sin prisas y sobre bases sólidas.
4.2.- Objetivo del proceso de dialogo
El objetivo final de este proceso de superación del conflicto político y armado debe ser la construcción y puesta en marcha, de manera acordada, de un escenario que posibilite el transito hacia un nuevo marco político donde se garanticen todos los derechos al conjunto del pueblo vasco.

5.- LOS COMPROMISOS DE BATASUNA DE CARA A UN PROCESO DE DIALOGO PARA LA RESOLUCION DEL CONFLICTO
BATASUNA considera que el proceso de superación del conflicto exige la puesta en marcha de un proceso de diálogo político multilateral. El diálogo tiene que venir acompañado de una serie de compromisos que garanticen la voluntad clara e inequivoca de todas las partes.
BATASUNA asume y emplaza a compartir los siguientes compromisos:
1.- Compromiso para ir a las raíces del conflicto con el objetivo de buscar una salida democrática.
2.- Todos y todas las ciudadanas vascas tienen derecho a ser consultadas. En consecuencia, los estatus políticos actuales y de futuro necesitan del refrendo de la ciudadanía. Compromiso para respetar la decisión de los ciudadanos vascos y vascas.
3.- Compromiso de que dicha consulta se hará en condiciones pacíficas y democráticas, comprometiéndonos para ello a tomar las medidas necesarias.
4.- Compromiso de que el acuerdo tendrá en cuenta tanto la historia como la actual realidad de Euskal Herria. El acuerdo debe contar con la adhesion y el respeto de las distintas sensibilidades existentes en el pueblo vasco.
5.- Compromiso para dirimir las diferencias durante el proceso de manera pacífica y democrática.
6.- Compromiso de que la utilización de vías exclusivamente políticas y democráticas permitirá la materialización, sin límites ni restricciones, de todos los proyectos políticos.
7.- Compromiso de que en el acuerdo se recogerán y regularán los derechos recogidos tanto en La Declaración Universal de los Derechos Humanos, como en los Pactos por los Derechos Económicos, Civiles y Políticos de la ONU.

6.- EL PROCESO PARA LA RESOLUCION BASADO EN DOS ACUERDOS
BATASUNA considera que debe haber dos espacios diferenciados para el diálogo y el acuerdo:
6.1. Acuerdo entre los agentes de Euskal Herria
Contenidos del acuerdo entre los agentes políticos, sociales y sindicales:
-Deben acordar, partiendo de nuestra actual realidad, el tránsito político hacia un nuevo escenario en el que el pueblo vasco pueda, en condiciones democráticas, decidir cualquier estatus político o institucional para nuestro pueblo.
-El acuerdo debe ser refrendado, inevitablemente, por la ciudadanía de Euskal Herria.
-Los firmantes de este acuerdo deberán, además, constituir la interlocución democrática de nuestro pueblo, abriendo un proceso de dialogo y negociación con los Estados para hacer respetar los contenidos del acuerdo.
6.2.-Acuerdo entre ETA y los estados español y francés
Contenidos del acuerdo entre ETA y los Estados español y francés:
- Desmilitarización del conflicto.
-Presos, deportados y refugiados.
-Víctimas.
Batasuna, a 14 de noviembre de 2004
Última edición por Navarro el 24 Nov 2009 13:19, editado 2 veces en total.
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Re: De KAS a Alsasua

Mensaje por Navarro »

En este acuerdo Batasuna quiso introducir unos cambios que no fueron aceptados por los demás integrantes de la mesa de negociación y los pongo en el siguiente post.
Loyola 2006
La sociedad vasca vive un momento de esperanza, un momento histórico, porque por fin podemos alcanzar la paz y la libertad, sentando las bases de un escenario político compartido que busque la cohesión de la ciudadanía vasca.

Los partidos políticos tenemos que estar a la altura de las circunstancias para poder poner fin a un periodo de nuestra historia reciente caracterizado por el enfrentamiento y el sufrimiento. En este sentido, las tradiciones políticas que firmamos este Acuerdo-Marco hemos hecho un esfuerzo sincero para avanzar en el diálogo y un acuerdo para toda la ciudadanía. Un acuerdo incluyente entre las diferentes sensibilidades políticas del país para asentar la convivencia democrática y dotarnos de un nuevo marco jurídico político ampliamente compartido que nos garantice un escenario de estabilidad, y de debate político, en el que todos los proyectos democráticos puedan ser defendidos y, en su caso, materializados. Todo ello desde el principio de respeto a la voluntad democrática de la sociedad vasca, a la pluralidad política, a los principios democráticos y a los procedimientos y normas vigentes. El Acuerdo-Marco que hemos alcanzado necesita, evidentemente, ser compartido, desarrollado y enriquecido con el resto de partidos políticos, tramitado en las instituciones competentes y aprobado por la ciudadanía vasca.

El diálogo que nos comprometemos a impulsar parte de la premisa de que todos asumimos los principios democráticos, el respeto y compromiso activo con los derechos humanos y con las reglas de juego democráticas para hacer política. El diálogo resolutivo, el que permite alcanzar acuerdos y desarrollarlos, se llevará a cabo en ausencia de todo tipo de violencia o coacción.

Este Acuerdo-Marco se concreta en los apartados siguientes:
1. Bases políticas del futuro acuerdo.
2. Esquema general del proceso democrático de diálogo multilateral.
3. Protocolo para la gestión del Acuerdo-Marco.

1. BASES POLÍTICAS DEL FUTURO ACUERDO.
1.1. Sobre el carácter y la identidad nacional del Pueblo Vasco.
El acuerdo resultante reconocerá la identidad nacional del Pueblo Vasco. Dicho reconocimiento recoge así el sentimiento de pertenencia a una nación ampliamente compartido en la sociedad vasca.

Reconociendo que los partidos mantenemos diferencias sustanciales en torno a la presente y futura configuración del Pueblo Vasco, aceptamos que existe una realidad conformada por vínculos sociales, lingüísticos, históricos, económicos y culturales llamada Euskal Herría que se constata en los territorios de Araba, Nafarroa, Bizkaia y Gipuzkoa en el Estado Español, y Lapurdi, Zuberoa y Baxe Nafarroa en el Estado Francés.

Se entiende que esta realidad está configurada en el momento actual en dos ámbitos administrativos, políticos e institucionales con personalidad propia, Comunidad Autónoma Vasca y Comunidad Foral de Navarra, y también los territorios vascos incluidos en el departamento de los Pirineos Atlánticos.

1.2. Sobre los mecanismos que permitan a la ciudadanía vasca adoptar libre y democráticamente decisiones en torno a su futuro político e institucional.
Nos comprometemos a defender que las decisiones que sobre su futuro político adopte libre y democráticamente la ciudadanía vasca sean respetadas por las instituciones del Estado.

Dichas decisiones se adoptarán en ausencia de cualquier tipo de violencia y coacción, siguiendo las normas y procedimientos legales, y respetando los métodos democráticos y los derechos y libertades de la ciudadanía.

Entendemos que dichos procedimientos legales se refieren a los vigentes en cada momento, pudiendo ser modificados en el futuro para que no sea una limitación a la voluntad popular, sino una garantía de su ejercicio.

1.3. Sobre las garantías y el respeto a todos los derechos para toda la ciudadanía vasca.
Nos comprometemos a que el acuerdo resultante garantizará para toda la ciudadanía todos los derechos reconocidos en el ordenamiento jurídico internacional, tales como la Carta de las Naciones Unidas, la Declaración Universal de Derechos Humanos, el Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, la Declaración Universal de los Derechos Lingüísticos y el Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales. Asimismo, en el futuro ordenamiento jurídico se definirán y garantizarán, de forma acordada, los derechos que pudieran derivarse de la condición nacional del pueblo vasco.

Nos comprometemos a defender que el euskera constituye un patrimonio común de todos/as los/as ciudadanos/as del pueblo vasco, que su conocimiento y uso es un derecho de todos, y deber de las administraciones públicas garantizar las condiciones que posibiliten el ejercicio de dicho derecho en igualdad, especialmente en todo lo referido al sistema educativo y a los medios de difusión cultural. En este sentido, será reconocido legalmente y utilizado como lengua oficial (al igual que el castellano) en los cuatro territorios de la Comunidad Vasca y de la Comunidad Foral Navarra, desarrollándose una política activa y progresista tendente al objetivo de la total normalización lingüística.

Nos comprometemos a establecer las medidas jurídicas y normativas que garanticen la igualdad de condiciones y oportunidades a mujeres y hombres en el acceso y ejercicio real de todos los derechos.

1.4. Sobre la articulación institucional.
a) Partiendo de la actual realidad jurídico-política, plasmada en la existencia de dos ámbitos institucionales diferenciados (Comunidad Autónoma del País Vasco y Comunidad Foral de Navarra), nos comprometemos a promover la creación de un órgano institucional común para los cuatro territorios comprendidos en dichos ámbitos.

Este órgano institucional tendrá las atribuciones ejecutivas y de propuesta legislativa en el marco competencial que se acuerde, de conformidad con el ordenamiento jurídico. Dichas atribuciones serán objeto de negociación durante el transcurso del diálogo multipartito.

Estas atribuciones tendrán que contar con la adhesión y el respeto de la voluntad democrática de la ciudadanía en cada ámbito territorial. El modelo institucional resultante podrá modificarse en un futuro respetando la voluntad popular y en el marco de los procedimientos legales vigentes en cada momento.

b) Atendiendo a la actual realidad institucional y desde la aceptación de la voluntad popular, nos comprometemos a respetar el derecho de los representantes democráticamente elegidos en cualquier ámbito institucional, a crear, impulsar, desarrollar y financiar instituciones del conjunto de los territorios y ámbitos administrativos de Euskal Herria.

Nos comprometemos a que el acuerdo resultante dentro del marco de la Unión Europea y el respeto de las legislaciones de los Estados correspondientes, contemple la creación de una eurorregión vasca u otras estructuras institucionales que la evolución del Tratado de la Unión Europea vaya posibilitando. Asimismo, nos comprometemos a promover acuerdos y políticas transfronterizas para abordar y financiar en su caso políticas comunes y favorecer iniciativas sociales en los ámbitos económico, cultural, medioambiental……….

1.5. Sobre la incorporación de los acuerdos al marco jurídico y refrendo popular.
Nos comprometemos a la aplicación de los acuerdos, su defensa e implementación en todos los ámbitos institucionales en que tengamos representación.

Así, los acuerdos que se alcancen fruto del diálogo político se trasladarán a las instituciones competentes para su desarrollo e incorporación al ordenamiento jurídico.

En última instancia, tras los procesos de negociación, pacto y tramitación en las instituciones competentes, los acuerdos serán sometidos a la decisión de la ciudadanía a través de referéndum.

2. ESQUEMA GENERAL DEL PROCESO DEMOCRÁTICO DE DIÁLOGO MULTILATERAL.
Este apartado corresponde a la necesidad de acordar todos los aspectos y elementos políticos y técnicos necesarios para visualizar y operativizar el proceso de diálogo propuesto. En este sentido acordamos:

2.1. Los partidos que apoyamos este acuerdo establecemos tres escenarios de diálogo. El primero lo constituimos los partidos firmantes de este acuerdo; el segundo estará constituido por todos los partidos políticos con representación estable y contrastada que estén dispuestos a participar en el diálogo incluyente y a participar en las mesas de partidos, y el tercero, el correspondiente a la negociación e implementación en las instituciones competentes para su incorporación al marco jurídico.

Será la ciudadanía, en última instancia, quien ratificará el acuerdo a través de referéndum.

En todo caso, aunque se pongan en marcha otros ámbitos de diálogo, esta comisión negociadora continuará reuniéndose para avanzar en el desarrollo de este Acuerdo-Marco, trasladando el acuerdo futuro si lo hubiere a las mesas de partidos previstas, para cuando se constituyan las mismas.

Una delegación del PSN-PSOE se incorporará a los trabajos de esta Comisión a partir de enero de 2007.

2.2. Nos comprometemos a celebrar una Conferencia por la Paz, el Diálogo y el acuerdo, que se convocará para el día 2 de diciembre (de 2006) en Donostia, por Eusko Ikaskuntza, cuya convocatoria se efectuará públicamente a primeros de noviembre (de 2006), en la que participarán, por invitación, personas representativas de partidos políticos, de organizaciones sindicales, patronales, sociales, de la universidad, foros por la paz y personalidades relevantes. Todas ellas avalarían con su presencia una declaración pública. La relación de asistentes, así como todos los aspectos de funcionamiento, presidencia, etc, será pactada con anterioridad. La declaración final acordada previamente será leída por los organizadores en euskara, castellano, francés e inglés.

2.3. A partir de la celebración de la Conferencia por la Paz, el Diálogo y el Acuerdo, la presidencia de la misma, y con expreso mandato de la conferencia, iniciará una dinámica de contactos con los partidos políticos al objeto de avanzar un acuerdo sobre:
a) procedimiento y metodología de las mesas de partidos.
b) agenda y bases políticas a abordar en las mesas de partidos.

De la actividad de la presidencia de la conferencia durante este tiempo se pactará la política de comunicación, que posteriormente tendrá que llevar adelante dicha presidencia hasta que finalice su actividad.

Esta presidencia estará compuesta por tres o cuatro miembros de Eusko Ikaskuntza que serán pactados por los partidos firmantes de este acuerdo.

2.4. Aunque el núcleo central del diálogo multilateral corresponde a los partidos políticos, ello no obsta para la implicación en el proceso (en los términos en que se acuerden) de cuantos agentes y movimientos sociales así lo deseen. Asimismo, en aras a impulsar una participación igualitaria entre hombres y mujeres en el proceso de implicación social, se adoptarán medidas específicas dirigidas a la mujer para favorecer su participación activa.

2.5. A partir del mes de enero (de 2007) se activarán espacios de encuentro entre representantes de partidos políticos en los diversos ámbitos territoriales para contribuir al trabajo de la mesa de la conferencia recogido en el apartado 2.3.

2.6. En el mes de junio (de 2007) se celebrará la segunda parte de la conferencia para dar cuenta de los trabajos asumidos por la presidencia. Mediante una declaración se constatará que hay bases suficientes para la constitución de las mesas de partidos en los distintos ámbitos territoriales, haciendo un llamamiento a los partidos para que las constituyan lo antes posible. Asimismo, se apelará a la sociedad a que apoye y participe en el proceso de diálogo mediante los cauces que se establezcan para cada mesa.

Previamente a la constitución de las mesas, la representación de los partidos políticos que la vayan a integrar se reunirá con el máximo representante institucional de cada uno de los ámbitos territoriales (en la CAV el lehendakari y en la CFN el presidente del gobierno foral) al objeto de dar cuenta del proceso de diálogo político que se iniciará en julio (2007) con la constitución de las mesas de partidos.

2.7. Las mesas de partido se constituirán en julio (2007) y en ellas podrán participar los partidos con representación institucional suficiente que así lo deseen.

2.8. Una vez constituidas las mesas se entrará en la fase resolutiva del diálogo, para que en ausencia de todo tipo de violencia acordemos un calendario para las siguientes fases del proceso, que se desarrollarán y materializarán preferentemente y prioritariamente durante los años 2007 y 2008.

Una vez alcanzados los acuerdos de las mesas se harán públicos (de la manera que acordemos) y los partidos firmantes, según lo previsto en el punto 1.5, nos comprometemos a promover.

a) la tramitación y aprobación en los parlamentos de la CAV y CFN.
b) la tramitación y aprobación en las Cortes Generales.
c) el refrendo popular por medio de referéndum.
d) la constitución del órgano institucional común.

2.9. Las mesas de partidos estarán compuestas por delegaciones de los diversos partidos, de uno a tres, estables en número y pudiendo ser variables en las personas, respetando el principio de paridad entre hombres y mujeres.

La presidencia estará compuesta por una terna de un/una presidente/a y dos vicepresidencias, cuya fórmula de designación será objeto de acuerdo entre los partidos firmantes.

Los acuerdos se tratarán de adoptar por unanimidad. Cuando no sea posible, se concretará el mínimo necesario que garantice durante todo el proceso de diálogo la aplicación del principio de “consenso suficiente”, debiendo contar, en todo caso, con el apoyo de las grandes tradiciones políticas del país.

La presidencia de las mesas garantizará, mediante las reuniones de todos sus miembros que a tal efecto acuerden, la información y coordinación de ambas mesas durante el proceso.

Una vez alcanzados los acuerdos finales se procederá a su comunicación al conjunto de la sociedad, mediante una fórmula acorde con la trascendencia de los mismos.

Asimismo, los acuerdos serán presentados, en una reunión al efecto, al máximo representante institucional de cada uno de los ámbitos territoriales.

3. PROTOCOLO PARA LA GESTIÓN DEL ACUERDO MARCO.
Del acuerdo marco suscrito por EAJ-PNV, PSE-EE-PSOE, PSN-PSOE e izquierda abertzale, solo existirá un ejemplar. Dicho acuerdo marco será depositado en el Vaticano de manera oficial.

Si en el transcurso del proceso de diálogo que se abriera tras el acuerdo marco, cualquiera de las partes entendiera que se incumple el acuerdo de forma flagrante, pedirá la convocatoria de una reunión para tratar de superar la situación creada.
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Re: De KAS a Alsasua

Mensaje por Navarro »

El artículo 1.2 quedaría así.
1.2. Sobre los mecanismos que permitan a la ciudadanía vasca adoptar libre y democráticamente decisiones en torno a su futuro político e institucional.

El ordenamiento jurídico-político resultante para los territorios de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nagarroa reconocerá y regulará los mecanismos jurídicos y políticos que permitan a la ciudadanía de los cuatro territorios adoptar decisiones en torno a su futuro político e institucional. Dichas decisiones se tomarán teniendo como único límite la voluntad popular.

La utilización de dichos mecanismos permitirá a la ciudadanía de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa establecer libremente su condición política proveyendo asimismo su desarrollo económico, social y cultural.

Asimismo, nos comprometemos a defender que las decisiones que sobre su futuro político e institucional adopte libre y democráticamente la ciudadanía vasca serán respetadas por las instituciones del Estado.

Dichas decisiones se adoptarán, en ausencia de cualquier tipo de violencia y coacción, siguiendo las normas y procedimientos legales, y repetando los métodos democráticos y los derechos y libertades de la ciudadanía.

El acuerdo resultante garantizará que todos los proyectos políticos (autonomista, federalista o independentista) puedan ser no sólo defendidos en condiciones de igualdad de oportunidades y ausencia de toda forma de coacción o injerencia, sino que además puedan ser materializados si ése es el deseo mayoritario de la ciudadanía vasca expresado a través de los procedimientos legales.

Entendemos que dichos procedimientos legales se refieren a los vigentes en cada momento, pudiendo ser modificados en el futuro, para que no sea una limitación a la voluntad popular si no garantía de su ejercicio.
Artículo 1.4 a
1.4. Sobre la articulación institucional.
a) Partiendo de la actual realidad jurídico-política, plasmada en la existencia de dos ámbitos institucionales diferenciados (Comunidad Autónoma del País Vasco y Comunidad Foral de Navarra), nos comprometemos a promover la creación de un órgano institucional común para los cuatro territorios comprendidos en dichos ámbitos.

Este órgano institucional tendrá las atribuciones ejecutivas y de propuesta legislativa en el marco competencial que se acuerde, de conformidad con el ordenamiento jurídico. Dichas atribuciones serán objeto de negociación durante el transcurso del diálogo multipartito.

Este Órgano Institucional elaborará un Estatuto de Autonomía para los territorios de Araba, Gipuzkoa, Bizkaia y Nafarroa en un plazo no superior a dos años desde su constitución. Dicho Estatuto deberá de ser refrendado por la mayoría de la ciudadanía de cada ámbito.

Asi mismo, dicho Órgano Institucional garantizará y regulará, entre otros, la gestión de los derechos que pudieran derivarse de la condición nacional del Pueblo Vasco, así como de los mecanismos que dispondrá la ciudadanía de los cuatro territorios para determinar su futuro político e institucional.

Estas atribuciones tendrán que contar con la adhesión y el respeto de la voluntad democrática de la ciudadanía en cada ámbito territorial. El modelo institucional resultante podrá modificarse en un futuro respetando la voluntad popular y en el marco de los procedimientos legales vigentes en cada momento.
Artículo 2.8
2.8. Una vez constituidas las mesas se entrará en la fase resolutiva del diálogo, para que en ausencia de todo tipo de violencia acordemos un calendario para las siguientes fases del proceso, que se desarrollarán y materializarán preferentemente y prioritariamente durante los años 2007 y 2008.

Una vez alcanzados los acuerdos de las mesas se harán públicos (de la manera que acordemos) y los partidos firmantes, según lo previsto en el punto 1.5, nos comprometemos a promover.

Los partidos políticos firmantes de este Acuerdo-Marco nos comprometemos a impulsar una dinámica de desarrollo del proceso de diálogo y negociación en las Mesas, para alcanzar el Acuerdo y hacerlo público en un plazo no superior a 6 meses (diciembre de 2007).

Antes de hacer público el Acuerdo político, se establecerá de manera secreta o discreta un canal de comunicación entre los firmantes con el Gobierno Español a fin de establecer de manera acordada los mecanismos que permitan el trámite institucional del mismo sin modificaciones.

Una vez hecho público el Acuerdo, los partidos firmantes, según lo previsto en el punto 1.5, nos comprometemos a desarrollar el proceso de implementación y refrendo mediante los pasos y calendario aproximado siguientes:


-La tramitación y aprobación en los parlamentos de la CAV y CFN.
-La tramitación y aprobación en las Cortes Generales.
-El refrendo popular por medio de referéndum en el último trimestre de 2008, teniendo en presente que previamente deberá haberse dado tramitación y aprobación en los Parlamentos de la CAV y CFN y en las Cortes Generales.
-La constitución del órgano institucional común.
-La elaboración de un nuevo estatuto para los cuatro territorios.
-Su tramitación y aprobación en las instituciones competentes.
-Refrendo popular (con mayoría en cada ámbito) a través de referéndum
Artículo 2.9
2.9. Las mesas de partidos estarán compuestas por delegaciones de los diversos partidos, de uno a tres, estables en número y pudiendo ser variables en las personas, respetando el principio de paridad entre hombres y mujeres.

La presidencia estará compuesta por una terna de un/una presidente/a y dos vicepresidencias, cuya fórmula de designación será objeto de acuerdo entre los partidos firmantes.

Los acuerdos se tratarán de adoptar por unanimidad. Cuando no sea posible, se concretará el mínimo necesario que garantice durante todo el proceso de diálogo la aplicación del principio de “consenso suficiente”, debiendo contar, en todo caso, con el apoyo de las grandes tradiciones políticas del país.

La presidencia de las mesas garantizará, mediante las reuniones de todos sus miembros que a tal efecto acuerden, la información y coordinación de ambas mesas durante el proceso.

Una vez alcanzados los acuerdos finales se procederá a su comunicación al conjunto de la sociedad, mediante una fórmula acorde con la trascendencia de los mismos. Así, teniendo en cuenta que el Acuerdo final supone la superación definitiva del conflicto político, los partidos participantes en el diálogo político lo comunicarán de manera conjunta a la opinión pública de los cuatro territorios.

Asimismo, los acuerdos serán presentados, en una reunión al efecto, al máximo representante institucional de cada uno de los ámbitos territoriales.
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Re: De KAS a Alsasua

Mensaje por Navarro »

Anaitasuna 2007
Por una nueva Euskal Herria
Las soluciones de hoy, oportunidades para mañana
1.-Tiempo para la solución.
Tomando Euskal Herria en toda su extensión, el conjunto de la ciudadanía que habitamos en sus territorios tenemos razones y motivos para buscar la solución del conflicto, trabajando a favor de un marco democrático. Sin retrotraernos demasiado en el tiempo y haciendo un repaso a las últimas décadas el resultado es evidente: la estrategia de negación de nuestro Pueblo y la división territorial impuesta a la fuerza por los Estados español y francés son el origen del conflicto que padecemos en todos los territorios de Euskal Herria.
Por ello, tenemos todo por ganar. Las mujeres y hombres que vivimos en Euskal Herria tenemos la oportunidad de ganar la democracia, ganar la paz y ganar una nueva Euskal Herria.
Es tarea de toda la ciudadanía organizar el marco democrático para Euskal Herria; basado en el derecho a decidir y teniendo en cuenta la historia y las características de todos los territorios.
Es el momento para abrir el camino a un futuro democrático. Es el momento de vertebrar Euskal Herria en su totalidad como un espacio democrático. Los dos Estados tienen el deber y la responsabilidad de posibilitar ese cambio. Eso sí, la última palabra corresponde al conjunto de la ciudadanía vasca.

Treinta años haciendo camino.
En los últimos treinta años, la Izquierda Abertzale ha planteado una y otra vez ofertas políticas para solucionar el conflicto político:
-En 1976, definió un programa democrático de mínimos a través de la proclamación de la Alternativa KAS.
-Dos años después, en 1978, adecuó dicha Alternativa definiendo los cinco puntos fundamentales que posibilitaran la consecución de un marco democrático: Amnistía, legalización de todos los partidos políticos, retirada de Euskal Herria de la Guardia Civil y Policía Nacional, mejora de las condiciones de vida de la clase trabajadora, y Estatuto de Autonomía que incluyese los cuatro territorios de Hego Euskal Herria y garantizara el Derecho de Autodeterminación.
-En 1979 propuso las bases para crear la Asamblea Nacional de Euskal Herria.
-En 1990, tras el fallido proceso de negociación de Argel, redactó un Estatuto Nacional de Autonomía que tenía con base el Derecho de Autodeterminación y la unidad territorial.
-En 1994, en Ipar Euskal Herria se presentó una propuesta de Autonomía, que además de identificar las raíces del conflicto político proponía un modelo de autonomía con amplias competencias y capacidades que posibilitara el cambio hacia la soberanía.
-En 1995, después de un duro periodo de represión por parte de los dos estados, presentó la Alternativa Democrática. A pesar de estar inmersos en una situación de gran dureza, la Izquierda Abertzale ofertó una propuesta democrática y participativa a la sociedad vasca.
-En 1998, la Izquierda Abertzale impulsó y participó activamente en la iniciativa de Lizarra-Garazi.
-Con todos estos antecedentes llegamos a 2004 y en Anoeta presentamos la Alternativa para la Solución Democrática.

En los últimos treinta años la Izquierda Abertzale ha realizado un largo recorrido lleno de propuestas y esfuerzos en pos de la solución y la paz. A pesar de las dificultades, el objetivo ha sido siempre aprender de las experiencias vividas, corregir fallos cometidos y acercarnos al momento en el que se consiga finalmente un marco democrático para Euskal Herria. Sin embargo, no ha sido la postura de los dos Estados, no por lo menos hasta el día de hoy. Ambos han mantenido de forma permanente una estrategia de negación, y de sometimiento contra nuestro Pueblo.

Situación actual
En Euskal Herria, por encima de las actitudes y estrategias ya mencionadas, de imposición y de marcos agotados, la necesidad imperiosa de cambio ha cuajado en la ciudadanía. En ese sentido, la reivindicación de un nuevo marco democrático basado en el respeto a la palabra y a la decisión de la ciudadanía vasca cuenta con un respaldo social mayoritario.
Por ello, el diálogo, acuerdo, respeto a la palabra y a la decisión de la ciudadanía y como consecuencia de todo ello, paz en toda Euskal Herria: esa es la prioridad de la Izquierda Abertzale. Tomando la propuesta de Anoeta y profundizando en la misma, es factible hacer realidad un marco democrático en la presente coyuntura y situar a Euskal Herria en su conjunto en un nuevo escenario político. Para ello, todos y todas debemos mostrar voluntad democrática en pos del diálogo y responsabilidad histórica en pos del acuerdo.

En las dos propuestas que la Izquierda Abertzale acaba de presentar en enero y febrero, partimos de la realidad concreta que viven los territorios vascos para definir el camino con el que el conjunto de Euskal Herria sea una nación democrática y en paz. Hemos comenzado ya a andar ese camino. Así las cosas, la Izquierda Abertzale ofrece a Euskal Herria una propuesta histórica para solucionar el conflicto y conseguir definitivamente la paz.

En ese camino, el primer paso firme lo dimos el 27 de enero en Uztaritz, con la presentación de la “Propuesta Político Institucional para Ipar Euskal Herria”. En ella, hemos situado al Estado francés ante su responsabilidad actual: aceptar una autonomía basada en el derecho a decidir de Ipar Euskal Herria.

Así, hemos trasladado al Estado francés un planteamiento claro: debe tomar esta propuesta como una oportunidad para no convertirse en el único Estado de Europa que no ve a Euskal Herria como una realidad. Los tiempos del modelo jacobino han quedado ya obsoletos. ¿Quién no quiere escuchar el euskara a estas alturas? ¿Quién no quiere ver las ikastolas? ¿Quién va a negar en la Europa del siglo XXI que el Pays Basque es Euskal Herria? Los tiempos actuales exigen que Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa se unan con un modelo propio de autonomía, para que sus habitantes puedan disponer de las competencias necesarias para organizar su vida política y social y garantizar su futuro. Eso es lo que exige, también, la propia evolución de Europa.

El segundo paso en firme de la Izquierda Abertzale llegó el 7 de febrero, cuando a su Comisión Negociadora presentó una propuesta concreta tanto al Estado español como a todos los agentes políticos, quienes deberán debatir, acordar y materializar el Acuerdo Político que supere el conflicto: una Autonomía para Hego Euskal Herria basada en el derecho a decidir.

De esas propuestas nace el llamamiento explícito que realiza la Izquierda Abertzale tanto al Estado español como al francés para pasar de la fase de negación de Euskal Herria y de conflicto político, a otra nueva de diálogo, acuerdo, solución, democracia y paz.

Las consecuencias del conflicto que mantienen los dos estados con Euskal Herria son bien conocidas. En los últimos doscientos años, todas las generaciones de vascas y vascos han padecido de manera directa las consecuencias del mismo. Hoy en día siguen siendo bien visibles esas consecuencias: se nos sigue negando la posibilidad de organizar nuestro futuro de manera libre y democrática. Las cárceles de los dos estados están llenas de presas y presos políticos, los macro-sumarios inundan los tribunales, y nuestra lengua y cultura siguen siendo marginadas. Por tanto, las consecuencias más dolorosas del enfrentamiento se mantienen y por parte de ambos estados n se ofrece otra perspectiva diferente a la del mantenimiento y extensión en el tiempo del conflicto, cuyas consecuencias salpican ya a la misma Unión Europea.

Desde su propia realidad institucional y política, al Estado español y francés les ha llegado la hora de adoptar posturas democráticas en relación de Euskal Herria: en lugar de la actual división impuesta, solución democrática basada en la libre decisión de la ciudadanía. En lugar del apartheid y la exclusión actual, respeto y posibilidad de ejecución de todas las opiniones y proyectos políticos. Un marco democrático en contraposición a la situación actual del conflicto.

La Izquierda Abertzale exige tanto al Estado español como al francés unas reglas de juego democráticas, ya que está en juego el futuro de nuestro Pueblo y de la ciudadanía. Una Euskal Herria en democracia y paz dejará de ser un sueño si aunamos nuestras fuerzas en torno al diálogo y el acuerdo político.

2.-Es el momento de definir el marco democrático
Nuestro objetivo principal es construir un marco democrático del que surja el escenario que posibilite la materialización democrática de todos los proyectos políticos. Un escenario que abra las puertas de par en par a todos los que soñamos con un Estado Vasco independiente como consecuencia de la libre adhesión de la ciudadanía.

Somos un Pueblo europeo, y dentro del proceso de construcción que vive actualmente Europa, debemos definir nuestra arquitectura democrática aprovechando el derecho y la posibilidad que tiene Euskal Herria para un desarrollo democrático.

Las vascas y vascos de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa, Nafarroa Garaia, Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, debemos construir una casa común para poder vivir en libertad y paz en la Europa del siglo XXI.

Euskal Herria, nación: sujeto de derechos.
La estructuración democrática nacional que proponemos se debe realizar en democracia, y se sustenta en un primer cimiento básico: reconocer la existencia de Euskal Herria.
Nuestro Pueblo y nuestra nación está formada por siete territorios, y quienes vivimos en ellos, en base a nuestra libre voluntad y decisión, tenernos derecho a dotar a esta nación de instituciones propias, y así poder tomar decisiones relacionadas con nuestra vida cultural, económica, social y lingüística. Tenemos el derecho de dirigirnos a Europa y al mundo en nombre de una nación libre.

En Euskal Herria, desde nuestra condición de ciudadanos-as vascos-as, nadie nos podrá negar nuestro derecho a conocer, vivir y comunicarnos oficialmente en euskera, nadie nos podrá negar nuestro derecho a crear y organizar un sistema educativo y universitario basado en nuestra cultura y abierto al resto de culturas del mundo; nadie nos podrá negar nuestro derecho a organizar nuestra vida en común en los distintos ámbitos y a ser representados como Pueblo.

Cuando hablamos de un marco que garantice los derechos de toda la ciudadanía vasca, para que dicho marco sea democrático deberá superar la actual realidad de desigualdad entre hombres y mujeres, y garantizar el ejercicio de derechos y la igualdad de oportunidades.

Sobre la institucionalización nacional de Euskal Herria.
Reivindicamos el derecho básico a crear y desarrollar en toda Euskal Herria nuestras propias instituciones. Por encima de fronteras impuestas, tenemos el derecho a dar pasos en la institucionalización de Euskal Herria a través de una estructura política e institucional de carácter nacional.

Además del reconocimiento como Pueblo, reivindicamos que se garantice la posibilidad de estructurar institucionalmente la vida política y jurídica de los siete territorios vascos, la capacidad de dotarse de las competencias necesarias, y la de superar institucionalmente la división territorial impuesta por los dos Estados.

Articulación política e institucional de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia.
Con el objetivo de construir un marco democrático para los territorios de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia, proponemos una Autonomía basada en el derecho a decidir de la ciudadanía de los cuatro territorios.

Atendiendo a sus contenidos, nuestra propuesta recoge los siguientes puntos:
-Se constituirá en términos jurídicos como una Autonomía.
-Depositaría en la ciudadanía de los cuatro territorios la capacidad de decidir libremente su futuro político e institucional, quedando así garantizado que todos los proyectos políticos (incluido el independentista), puedan ser no sólo defendidos sino materializados, si ese es el deseo mayoritario de la ciudadanía expresado en términos pacíficos y democráticos.
-Teniendo en cuenta la identidad histórica y el carácter de Nafarroa Garaia, este territorio tendría un estatus propio.

La elaboración y definición del citado marco político se realizaría siguiendo los siguientes criterios:
-Mediante un Acuerdo Político entre los agentes políticos, sindicales y sociales de Euskal Herria.
-Acuerdo que partiendo de la actual realidad política e institucional (que no es consecuencia de la voluntad democrática de la ciudadanía), posibilite un nuevo marco político para los territorios de Araba, Bizkaia, Gipuzkoa y Nafarroa Garaia.
-Rechazando los viejos esquemas anexionistas, integracionistas o particionistas, y planteando la relación de los territorios vasco-navarros en términos de respeto y suma de voluntades democráticas.
-Necesitando obligatoriamente para su entrada en vigor de la aprobación mayoritaria de la ciudadanía tanto de la Comunidad Autónoma Vasca como de la Comunidad Foral de Navarra.

Sobre la articulación política e institucional de Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa.
Proponemos una Autonomía para Lapurdi, Nafarroa Beherea y Zuberoa, basada en el reconocimiento institucional de los tres territorios y que garantice la defensa y la materialización de todas las opciones políticas. Se trata de un marco que debe plasmar la capacidad de decisión de toda la ciudadanía.

Atendiendo a sus contenidos, nuestra propuesta recoge los siguientes puntos:
-Reivindicamos que el Estado Francés reconozca definitivamente a Euskal Herria, y posibilite un marco político e institucional para los tres territorios.
-Se constituiría en términos jurídicos como una Autonomía. Depositaría la capacidad de decisión en manos de la ciudadanía vasca, y por tanto, abriría la puerta al desarrollo de nuestro proyecto político.
-Para la aprobación y el desarrollo de este nuevo marco es imprescindible que sea apoyado por la mayoría de la ciudadanía.
-Igualmente, para poder garantizar la supervivencia de nuestro Pueblo, lengua y cultura de los tres territorios, es necesario que se dote a este marco autonómico de las competencias necesarias para ello.

Municipios e institucionalización nacional.
Para la Izquierda Abertzale la labor de los Ayuntamientos tiene una gran importancia, ya que se trata del marco institucional más cercano a la ciudadanía. A su vez, la dinámica municipal posibilita la articulación de nuestra nación, partiendo de cada Ayuntamiento hasta llegar y conformar la institución que agrupe a todos los municipios y electos del conjunto de Euskal Herria: Udalbiltza.

3.-Es tiempo para el acuerdo y el compromiso.
Estamos ante la oportunidad de abrir las puertas al marco democrático, al compromiso y al acuerdo. Necesitamos compromisos para conseguir un marco democrático integral, abierto, pacífico y garante de derechos. Ese marco debe posibilitar que todas las opciones políticas e ideológicas puedan ser manifestadas y desarrolladas en igualdad de condiciones.

Desde la situación actual, desde la realidad que vivimos, debemos labrar el camino que posibilite ese nuevo marco democrático: ésa es precisamente la esencia de la propuesta que está presentando la Izquierda Abertzale. Es una transición realizable y una oportunidad real que se presenta a Euskal Herria, al Estado Español y al Estado Francés. Es una opción que dejamos en mano de toda la ciudadanía vasca. Eso sí, para que pueda realizarse los dos estados deberán mostrar voluntad democrática para aceptar de una vez por todas la existencia de Euskal Herria e igualmente deberán respetar las decisiones democráticas de la ciudadanía vasca.
Por nuestra parte, creemos firmemente que los verdaderos artífices del marco democrático que debemos construir somos todos y cada uno de los ciudadanos y los agentes políticos, sindicales y sociales. Los instrumentos necesarios indispensables para esa tarea histórica son el diálogo y el acuerdo. Sin ningún lugar a dudas, en caso de alcanzar la libertad y la paz será como consecuencia del trabajo común de toda la sociedad.

El nuevo marco democrático que planteamos también nos presenta una oportunidad para responder de la manera más adecuada a los problemas principales que nos deparará el futuro. Es una oportunidad para avanzar hacia una sociedad justa e igualitaria, para levar a cabo una articulación territorial adecuada, para hacer frente a los problemas que se nos plantean a nivel europeo y mundial en este mundo globalizado que vivimos. Así, podemos abrir las puertas a un modelo de sociedad diferente, justo, solidario y renovador, que es precisamente el modelo por el que apuesta la Izquierda Abertzale de cara al futuro.

Lo dijimos en Anoeta y nuevamente nos reafirmamos: la Izquierda Abertzale se presenta con las manos tendidas a la solución, al diálogo y al acuerdo. Les ofrecemos el mismo mensaje tanto al Estado Español como al francés: apostar de una vez por todas por la solución y por la paz, respetar a Euskal Herria y la decisión democrática de su ciudadanía.

También tenemos las manos tendidas y un mensaje claro para todas las formaciones políticas de Euskal Herria: Abordemos entre todos y todas, ahora, el acuerdo para la solución. Pongámonos de acuerdo para implantar un nuevo marco democrático en Euskal Herria.

Por últimos, hacemos un llamamiento a toda la ciudadanía de Euskal Herria para ganar a través del compromiso un futuro en democracia y en paz. En definitiva, un llamamiento a aunar fuerza en pos de un marco democrático para Euskal Herria.

La Izquierda Abertzale tiene las manos tendidas, y está preparada para el acuerdo y los compromisos.

En Euskal Herria, 3 de marzo de 2007
El sabio no dice lo que sabe y el necio no sabe lo que dice.
No puede morir esclavo quien ha combatido largo tiempo por la libertad.
E=extorsionadores T=terroristas A=asesinos.
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Navarro
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Re: De KAS a Alsasua

Mensaje por Navarro »

Alsasua 2009
Propuesta de Alsasua 14 de noviembre de 2009

DECLARACIÓN DE VOLUNTAD DE LA IZQUIERDA ABERTZALE
Un primer paso para el proceso democrático: principios y voluntad de la izquierda abertzale

Somos independentistas, hombres y mujeres de diversas generaciones que hemos trabajado y trabajamos por construir y desarrollar un proyecto de liberación nacional y social. Nuestro objetivo es la constitución de un Estado propio, al considerar que es la única forma de garantizar totalmente la supervivencia y el desarrollo pleno del Pueblo Vasco, en armonía y solidaridad con el resto de pueblos de Europa y del mundo. Es nuestro legítimo proyecto político, que pretendemos alcanzar gracias a la adhesión mayoritaria de la sociedad vasca.
El actual ordenamiento jurídico-político, que divide nuestro territorio y limita los derechos de sus ciudadanos y ciudadanas, se ha confirmado como un escenario que perpetúa el conflicto político y armado. No permite que la ciudadanía vasca pueda decidir sin cortapisas su propio futuro.
En ese contexto, se ha prolongado mucho más allá de lo que nadie debiera desear la situación de violencia y enfrentamiento armado, con los costes humanos y políticos que todos y todas conocemos. Es nuestra prioridad superar este escenario.
Estas últimas tres décadas de conflicto dejan sentada otra conclusión: somos un movimiento político al que el tiempo ha dado la razón. Así lo demuestran, desde aquella inicial exigencia de ruptura democrática respecto al régimen franquista, el «no» del Pueblo Vasco a la Constitución española, a la OTAN o a la central nuclear de Lemoiz. Así lo demuestra nuestro esfuerzo para evitar que la trampa del estatutismo se consolidara. Así lo demuestra nuestra frontal oposición al capitalismo salvaje.
No ha sido sólo en el terreno de la oposición y la protesta donde los y las independentistas hemos ganado batallas políticas e ideológicas. Las propuestas de solución y futuro realizadas por la izquierda abertzale han prendido en amplias capas de la sociedad, en ocasiones de forma mayoritaria. Las iniciativas para una solución negociada, los diseños para alcanzar un marco democrático o las dinámicas de construcción nacional, han posibilitado indudables avances en el proceso político vasco.
Estos últimos años se ha avanzado en ciertas cuestiones que han hecho no sólo deseable sino también posible materializar positivamente para toda la ciudadanía un cambio de ciclo; en el debate político abierto en la última década -que ha situado perfectamente los nudos a desatar para encontrar una solución-; en el trabajo y lucha incansables de miles de personas y sectores sociales que han permitido llegar hasta el umbral del deseado cambio político real; así como en la necesidad de dejar atrás las consecuencias perniciosas de este conflicto. Un cambio de ciclo que sustituya el enfrentamiento armado, el bloqueo y la falta de expectativa por el diálogo, el acuerdo y una solución justa estable y duradera para el país.
Con aciertos y errores hemos traído el proceso de liberación a la fase del cambio político. Ahora se trata de hacer ese cambio irreversible. Materializar el cambio exige también cambios en nosotros y nosotras mismas. Era necesaria una profunda reflexión y autocrítica, y la estamos haciendo.
La izquierda abertzale tiene bien presente que no se trata de conocer o esperar a lo que el resto de agentes están dispuestos a hacer, sino aquello que nosotros y nosotras debemos y tenemos que hacer. La nueva fase necesita de nuevas estrategias, de nuevas políticas de alianzas y de nuevos instrumentos.
Partiendo de que los objetivos a alcanzar en la nueva fase son el reconocimiento nacional de Euskal Herria y el reconocimiento del derecho de autodeterminación, para llegar al cambio se hace indispensable una creciente acumulación de fuerzas y llevar la confrontación con los estados al terreno donde éste es más débil, que no es otro que el político. Por ello, la lucha de masas, institucional e ideológica, el cambio en la relación de fuerzas y la búsqueda de apoyo en el concierto internacional deberán ser pilares fundamentales de la nueva estrategia.
El instrumento básico para la nueva fase política es el Proceso Democrático y su puesta en marcha, una decisión unilateral de la Izquierda Abertzale. Para su desarrollo se buscarán acuerdos bilaterales o multilaterales; con los agentes políticos vascos, con la comunidad internacional y con los estados para la superación del conflicto. En definitiva, el Proceso Democrático es la apuesta estratégica de la izquierda abertzale para ganar el cambio político y social.
Todas estas consideraciones están siendo comúnmente compartidas en la Izquierda Abertzale en el marco del debate que se está desarrollando en su seno con responsabilidad. Asimismo, a través de ese debate, se pretende afianzar como propios para toda su base militante y social los siguientes principios, que deseamos compartir ahora con la ciudadanía vasca, agentes políticos, sindicales y sociales del país así como con la Comunidad Internacional:
1. La voluntad popular expresada por vías pacíficas y democráticas, se constituye en la única referencia del proceso democrático de solución, tanto para confiar en su puesta en marcha y su óptimo desarrollo así como para alcanzar los acuerdos que deberá refrendar la propia ciudadanía. La Izquierda abertzale, como debieran hacer el resto de agentes, se compromete solemnemente a respetar en cada fase del proceso las decisiones que libre, pacífica y democráticamente vayan adoptando los ciudadanos y ciudadanas vascas.
2. El ordenamiento jurídico-político resultante en cada momento debe ser consecuencia de la voluntad popular y garante de derechos para el conjunto de los ciudadanos y ciudadanas. Los marcos legales vigentes en cada momento, no pueden ser obstáculo o freno a la voluntad popular libre y democráticamente expresada, sino garantes de su ejercicio.
3. Los acuerdos a alcanzar en el desarrollo del proceso democrático deberán respetar y regular los derechos reconocidos tanto en la Declaración Universal de los Derechos Humanos como en el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, así como demás normativa internacional concerniente a los Derechos Humanos, sean estos individuales o colectivos, entre ellos la Carta de Derechos de las Mujeres.
4. El diálogo político inclusivo y en igualdad de condiciones se constituye en la principal herramienta para alcanzar acuerdos entre las diferentes sensibilidades políticas del país. La izquierda abertzale muestra su total voluntad de formar parte de ese diálogo.
5. En el marco del proceso democrático, el diálogo entre las fuerzas políticas debe tener como objetivo un Acuerdo Político resolutorio, a refrendar por la ciudadanía. El acuerdo resultante deberá garantizar que todos los proyectos políticos puedan ser no sólo defendidos en condiciones de igualdad de oportunidades y ausencia de toda forma de coacción o injerencia, sino que además puedan ser materializados si ése es el deseo mayoritario de la ciudadanía vasca expresado a través de los procedimientos legales habilitados.
6. El proceso democrático tiene que desarrollarse en ausencia total de violencia y sin injerencias, mediante la utilización de vías y medios exclusivamente políticos y democráticos. Partimos del convencimiento de que ésta estrategia política posibilitará avances a través del Proceso Democrático. Sudáfrica e Irlanda son ejemplo de ello.
7. Reiteramos nuestro compromiso con la propuesta de Anoeta. Conforme a la misma, debe establecerse un proceso de diálogo y acuerdo multipartito y en igualdad de condiciones entre el conjunto de fuerzas políticas del país, que aborde la consecución de un marco democrático por el cual la ciudadanía pueda decidir libre y democráticamente sobre su futuro sin otro límite que la voluntad popular. Dicho proceso, entendemos debe regirse por los principios del senador Mitchell.
Por otro lado, debe establecerse un proceso de negociación entre ETA y el Estado español que verse sobre la desmilitarización del país, liberación de presos y presas políticas vascas, vuelta de exiliados y exiliadas y un tratamiento justo y equitativo al conjunto de víctimas del conflicto.
Por todo ello, nos reafirmamos en nuestra posición sin reservas con un proceso político pacífico y democrático para lograr una democracia inclusiva donde el pueblo vasco, libre y sin intimidación de ningún tipo, determine libremente su futuro».
Euskal Herria,
14 de Noviembre de 2009
El sabio no dice lo que sabe y el necio no sabe lo que dice.
No puede morir esclavo quien ha combatido largo tiempo por la libertad.
E=extorsionadores T=terroristas A=asesinos.
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